La organización de las maquiladoras en Nuevo Laredo responden a un diseño que despersonaliza a las trabajadoras y trabajadores quienes moralmente están aniquilados, sentenció la Coordinadora General de la Pastoral Obrera en esa ciudad fronteriza de Tamaulipas, Amparo Lenarduzzi.

Ciertamente, señaló la especialista aquí en Monterrey, el Tratado de Libre Comercio firmado hace siete años entre los países de México Estados Unidos y Canadá ha propiciado el desarrollo y crecimiento de pueblos, pero este crecimiento ha sido de manera desorganizada.

“Los municipios o ciudades como Nuevo Laredo, en Tamaulipas, no estaban preparados para recibir tanta gente, es por eso que el problema que más se aprecia es el incremento de la pobreza", misma que llegó a laborar a maquiladoras que mayoritariamente son de Estados Unidos, de Japón y de Corea.

Las maquiladoras al tener tantas concesiones por parte del gobierno mexicano, dijo, se instalaron sin ningún respeto a las leyes mexicanas ni a la Ley Federal del Trabajo, mucho menos a los derechos humanos. Las autoridades nadan les exigen, al contrario, con el pretexto de la creación de empleos les eximen en muchos requisitos", afirmó Lenarduzzi.

Para la religiosa evangélica, en estudios hechos por su congregación, los principales problemas de salud que padecen en esa región en particular las y los trabajadores de la maquila son: los que producen los movimientos repetitivos y la pérdida de fuerza de las manos, así como el crecimiento de hongos en las manos y problemas en los pulmones por la aspiración de sustancias dañinas.

El último Censo de Población (2000), registró a 25 mil obreros, principalmente mujeres y migrantes, trabajando en esta zona, quienes viven en lugares en las que inicialmente eran “paracaidistas”, y lograron más tarde la posesión legal de sus tierras.

“La mayoría proviene de Veracruz, Oaxaca, San Luis y de poblaciones aledañas de Tamaulipas”, explicó Lenarduzzi.

“Las condiciones laborales son desiguales en México y en Estados Unidos, ya tenemos estudios comparativos sobre el poder adquisitivo, pero no de las condiciones de trabajo”, señaló a propósito de la labor que desarrollan desde hace dos años, el cual enfrenta múltiples obstáculos.

CIMACNOTICIAS.COM

periodismo con perspectiva de género

Reyna Ramírez, Corresponsal CIMAC / Monterrey, Nuevo León

14 de octubre, 2001