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              CARTILLA DE LOS RECURSOS HÍDRICOS 
                
                
                  
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                    Un patrimonio
                    de la humanidad |    
                
                
                  
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                    Esta cartilla fue 
                    concebida y escrita por su autor como un texto de 
                    divulgación popular sobre los elementos básicos que, en su 
                    opinión, deben tenerse en cuenta en un análisis sobre el 
                    agua en el mundo1. Originalmente coeditada en Brasil por la 
                    fundación Juquira Candirú, el Grupo Interdisciplinario de 
                    Pesquisa e Açao em Agricultura e Saúde (GIPAS) y la 
                    Rel-UITA, estas instituciones han cedido solidariamente el 
                    material para ser publicado en este suplemento. |  
              Todos 
              sabemos que donde existe agua existirá vida. De la misma forma que 
              donde hay árboles se encuentra agua, pues ella es la primera y 
              mayor transformación de energía en nuestro planeta. 
              
              En la mayoría de 
              las religiones antiguas se veneraba un dios del agua y en muchas 
              se le atribuía la creación de la vida. 
              
              Los astrónomos 
              de la NASA festejaron la posibilidad de la existencia de agua en 
              Marte, pues de esa manera allí podría existir vida. 
              
              Para los 
              aztecas, el dios del agua era Chalchiutlicue, y el dios de la 
              lluvia era Tlaloc, para los incas era Pachamama, los brasileños de 
              todas las razas y credos respetan a Yemanjá, la Reina de las 
              Aguas. Los egipcios creían en Tauret, que derramaba en su imperio 
              una dádiva del Nilo. Cada pueblo tiene un dios de las aguas acorde 
              con la importancia que ella tenga en su vida. 
              El agua es todo
              
              Y así fue desde 
              el comienzo, cuando el hombre salió de las cavernas y dejó de ser 
              nómada. Construyó sus primeras casas dentro de los lagos para su 
              seguridad. Cada uno de nosotros ve el agua de forma diferente, 
              pero todos le prestamos la misma devoción, pues agua es vida. 
              
              El alquimista 
              decía que el mundo estaba constituido por cuatro elementos (fuego, 
              aire, tierra y agua). 
              
              El químico 
              moderno sabe que está compuesta por dos átomos de hidrógeno unidos 
              a uno de oxígeno. Pero queda intrigado porque el agua es un 
              solvente universal, es decir, disuelve todas las cosas existentes 
              en el planeta. 
              La 
              tecnología de las máquinas a vapor usó el agua como mecanismo de 
              gran importancia durante la Revolución Industrial. El agua 
              represada de los ríos se transforma en electricidad en las usinas 
              hidroeléctricas. Cuando es separada en sus componentes: oxígeno e 
              hidrógeno, es el combustible del tercer milenio. 
              
              El físico conoce 
              los puentes de hidrógeno y queda boquiabierto, ¿cómo puede estar 
              en estado líquido con un peso molecular tan bajo y aumentar de 
              volumen cuando se transforma en hielo? 
              Para 
              el religioso el bautismo en el agua purifica el cuerpo y el alma, 
              para el esotérico es el origen de la vida. 
              Las 
              personas acostumbran repetir que el agua es esencial para los 
              seres vivos, pero pocas saben que es un mineral como la plata o el 
              oro, sin embargo no le dan el valor que tiene, a no ser cuando 
              falta. 
              
              Dos tercios del 
              planeta están cubiertos de agua y ella es el mayor componente de 
              todos los seres vivos. En las medusas (aguas vivas) el agua 
              constituye más del 98 por ciento de su peso, valores parecidos se 
              encuentran en la lechuga. Existen insectos con menos de 30 por 
              ciento de agua y en las semillas el contenido es siempre menor al 
              12 por ciento, esto es para su protección, pero pueden absorber 
              agua hasta 500 por ciento de su peso en pocas horas. 
              La 
              evolución de la vida sobre nuestro planeta ocurrió en el agua. 
              Todo nuestro metabolismo se procesa en el agua: digestión, 
              reproducción, gestación, excreción, etc. Es un hecho conocido que 
              conseguimos vivir varios días sin alimento, pero no conseguimos 
              pasar un día sin agua. 
              
              El agua es 
              también un mecanismo de limpieza y protección del cuerpo, pues 
              cuando existe un envenenamiento o intoxicación, es a través de la 
              eliminación de agua (orina, sudor, diarreas) que el cuerpo procura 
              desechar las toxinas e impurezas y así restablecerse. 
              
              También los 
              vegetales necesitan mucha agua, incluso los más resistentes como 
              los cactus del desierto, pues es el vehículo para la absorción de 
              los minerales del suelo, la transformación de la energía del sol 
              en alimentos, crecimiento y desarrollo. Hay tipos de árboles de 
              rápido desarrollo que necesitan más de 400 litros de agua para 
              producir un kilo de madera. 
              Los 
              grandes ríos fueron las primeras vías de transporte y avance para 
              el establecimiento de poblaciones. Todos nosotros vivimos, 
              siempre, dentro de una cuenca hidrológica. Cuenca hidrológica es 
              el lugar geográfico donde escurre toda el agua que cae dentro de 
              ella, la que escurre para otro lado está fuera de esa cuenca, pero 
              dentro de otra. 
              
              Así encontramos 
              la Cuenca Amazónica, la del Plata, la de San Francisco, etc. 
              También existen pequeñas cuencas y micro cuencas, que generalmente 
              comprenden las propiedades de unos pocos agricultores o parte de 
              un pequeño territorio. Ellas son utilizadas para la conservación 
              del suelo, procurando impedir la erosión y aumentando el 
              almacenamiento de agua. 
              
              Todos los seres 
              humanos deberían aprender el ciclo del agua, pues poca 
              gente lo conoce. 
              Ciclo 
              del Agua 
              
              
               
              
              El dibujo 
              permite comprender, pero no entender totalmente, la importancia 
              del ciclo de agua sobre nuestra vida, sociedad, economía y 
              supervivencia. Comprender el ciclo del agua merece una reflexión 
              más profunda, principalmente ahora que inventaron la crisis del 
              agua y la colocaron en el orden económico internacional.
               
              
              No hay agua para 
              todos y quien más la necesita menos tiene. Existen zonas en Brasil 
              y otros países donde el agua es repartida en camiones cisternas y 
              para recibirla se debe votar a determinados políticos. 
              
              Resulta triste, 
              pero muchos maestros, profesores de secundaria y un gran número de 
              universitarios ni siquiera saben por qué el mar es salado. ¿Cómo 
              comprender entonces la esencialidad del agua y la evolución de la 
              vida en el planeta (biósfera) que tiene una atmósfera 
              compuesta de 18 por ciento de oxígeno y 68 por ciento de 
              nitrógeno, posee una litósfera compuesta de rocas y una 
              hidrósfera compuesta de agua?  
              El 
              mar es salado porque las rocas, a través de diversos factores 
              ambientales, se transforman en suelo y el agua -principalmente el 
              agua de lluvia- disuelve las sales y otros compuestos químicos 
              existentes en las rocas. Estas aguas son arrastradas a los 
              arroyos, lagos y ríos que normalmente corren hacia el mar llevando 
              estas sales. De manera que la sal de océanos y mares es originada 
              por la descomposición de las rocas y su lavado y disolución por el 
              agua. En el ciclo natural del agua se vio que los océanos evaporan 
              el agua, dando lugar a la formación de nubes que luego de 
              saturadas dan origen a las lluvias, nieve y granizo. 
              
              Cuando el agua 
              de los océanos se evapora las sales permanecen, por lo tanto el 
              agua de lluvia y la nieve no contienen sales. Es importante 
              entender que cuando llueve o nieva esta agua pura solubiliza más 
              sales del suelo y las lleva al mar. Por ello es que los suelos de 
              las zonas donde llueve mucho, como en los trópicos, son pobres en 
              sal y en las regiones donde llueve poco los suelos son ricos en 
              sal. 
              
              Los habitantes 
              de zonas litoraleñas donde llueve poco y hace mucho calor, retiran 
              el agua del océano y la colocan a evaporar para producir sal de 
              cocina. Como el agua de lluvia no contiene sales, se dice que no 
              sirve beberla pues no “mata la sed”. Lo que sucede es que no 
              contiene las sales minerales indispensables para el metabolismo 
              humano y animal. Por otra parte, es peligroso tomar agua de 
              lluvia, incluso filtrada, pues puede estar contaminada. 
               
              
              En los océanos 
              hay seres vivos microscópicos, es el fitoplancton, responsable por 
              la fijación del gas carbónico de la atmósfera y la producción de 
              oxígeno. En el aire existen bacterias, como la Pseudomona syringae, 
              que intervienen en la formación de lluvias y producción de agua 
              dulce. 
              
              La denominación 
              “agua dulce” identifica la que puede ser bebida por los seres 
              vivos, usada en la agricultura y la industria, pues posee una 
              cantidad de sales minerales en equilibrio y es ideal para el 
              metabolismo de cualquier forma de vida. 
              
              Las aguas dulces 
              que brotan de las fuentes y piedras reciben el nombre de minerales 
              y la ciencia que las estudia es la crenología. En medicina las 
              aguas minerales son usadas en el tratamiento de accidentes y 
              enfermedades desde la antigüedad. Los romanos fueron un pueblo que 
              recuperaba su salud en las ciudades baños, de ahí el nombre de 
              balneario. 
              
              Vimos que los 
              océanos producen las nubes. En ellos existen también grandes 
              reservas de agua dulce. Durante el período glacial, el hielo 
              formado sobre los océanos era de agua dulce, pues ella se 
              solidifica más rápido y se separa del agua salada. En el polo 
              Norte y en la Antártida hay grandes reservas de agua dulce 
              purísima. Los holandeses están preocupados, pues con el cambio 
              climático, el derretimiento de estos glaciares inundaría su país 
              que se encuentra por debajo del nivel del mar. Además, atrapadas 
              en el Ártico hay enormes cantidades de gas carbónico, las que 
              serían dispersadas en la atmósfera aumentando todavía más el 
              efecto invernadero. 
              
              “Cada año, la 
              tierra devuelve al mar cerca de 41.000 kilómetros cúbicos de agua2, 
              de los cuales 9.000 kilómetros cúbicos son fácilmente 
              aprovechables para uso humano. Teóricamente, esa cantidad de agua 
              es suficiente para sustentar cerca de 20.000 millones de personas, 
              sin embargo en la práctica la disponibilidad varía mucho en virtud 
              de distribuciones irregulares de la población y del agua. Por otra 
              parte, un ciudadano estadounidense promedio consume 70 veces más 
              agua que el de Ghana...” 
              (Greenpeace). 
              El agua y las 
              civilizaciones
              
              Además del uso del agua como bebida, una de sus principales 
              utilizaciones fue la irrigación. Esto posibilitó que el hombre 
              ocupase áreas desérticas y produjese grandes cantidades de 
              alimentos. La importancia del agua para esas regiones fue tan 
              grande que en España existían tribunales para impedir que el gasto 
              excesivo de uno perjudicase a otro o a la comunidad. Ellos 
              conocían la historia y sabían que el uso indebido de la irrigación 
              es peligroso. 
              
              Uno de los 
              orígenes de la civilización surgió gracias al riego, en la región 
              entre los ríos Tigris y Eufrates denominada Mesopotamia (palabra 
              que significa entre ríos) donde se crearon extensas áreas 
              agrícolas y grandes reinos e imperios (Babilonia, Caldea, Ur, 
              etc.). Con el uso descontrolado de la irrigación con agua rica en 
              sales, este suelo fue quedando salinizado, convirtiéndose en 
              impropio para la agricultura, hasta transformarse, 
              irreversiblemente, en un gran desierto3. 
              
              Seis mil años 
              después hay en el mundo millones de hectáreas irrigadas, 
              produciendo abundantemente, pero corriendo el riesgo de 
              transformarse en un desierto salado si no se toman precauciones y 
              cuidados con el suelo. Son necesarias también políticas públicas 
              mundiales, pues hoy el problema está globalizado. Con los cambios 
              climáticos crecen las áreas desertificadas por modificaciones en 
              el régimen de lluvias y devastaciones provocadas por los gobiernos 
              y empresas que provocan la alteración del ciclo natural del agua. 
              
              En principio, el 
              agua era un agente civilizador y principal vector de salud a 
              través de los hábitos de higiene. 
              
              Cuentan relatos 
              alemanes que durante la invasión de los soviéticos en 1945, los 
              soldados arrancaban los grifos de las paredes y se los llevaban 
              como un preciado trofeo, pues pensaban que colocándolo en la pared 
              de sus casas obtendrían agua. Lo mismo se enseña en las escuelas 
              primarias brasileñas sobre las tropas que invadieron la ciudad de 
              Sāo Paulo en 1932, luego de la derrota de los 
              “constitucionalistas”. No se sabe si estos casos son verdaderos, 
              pero sirven para demostrar en qué grado el agua es un símbolo de 
              civilización, salud y riqueza. Las principales y más peligrosas 
              enfermedades son transmitidas por el agua sin tratamiento. En 
              muchos países subdesarrollados las transnacionales impusieron la 
              utilización de la leche en polvo para sustituir la materna. Como 
              consecuencia, miles de criaturas lactantes murieron de 
              deshidratación. 
              Contaminación sin 
              límites
              
              Los ingenieros 
              griegos, y mucho antes seguramente otros, sabían que así como 
              podían canalizar el agua de los ríos y llevarla a las ciudades, 
              también podían canalizar las aguas residuales (negras) hacia los 
              ríos y llevarlas fuera de las ciudades. Pero fueron los romanos 
              con su arquitectura exuberante y una ciudad con más de un millón 
              de habitantes quienes construyeron los grandes acueductos para el 
              transporte del agua, y la “cloaca magna” para transporte de las 
              aguas negras, basura y cadáveres de los pobres, indigentes y 
              muertos por epidemias. 
              
              Todo arroyo, río 
              o canal artificial tiene capacidad para recibir una cantidad de 
              aguas negras y depurarlas luego de un cierto tiempo. El problema 
              comienza cuando esta capacidad es superada y el curso hídrico no 
              puede depurar siquiera cantidades menores pues fue roto su 
              equilibrio. Esto es sabido desde hace mucho tiempo, pero el poder 
              a menudo ignora este conocimiento en beneficio del lucro. 
              
              En las áreas 
              rurales, donde habitaba la mayor cantidad de la población, en 
              muchos países no había cloacas domésticas. Se usaban “letrinas” 
              estratégicamente colocadas en el fondo de los terrenos y cambiadas 
              de lugar cada cierto tiempo sin que existiera contaminación 
              hídrica. 
              
              Con la 
              Revolución Industrial enormes masas humanas dejaron los campos y 
              fueron a las ciudades. Al inicio el agua era llevada por desagües 
              y las letrinas ligadas directamente a una caja que era cambiada 
              semanalmente y arrojada al río, aguas abajo de la ciudad. 
              
              Cuando comenzaron a ser construidas las redes de saneamiento que 
              desembocan en los ríos, esas corrientes murieron, pasaron a ser 
              canales cloacales. Esto sucedió en Europa en el Siglo XVII y XVIII. 
              Fue así como murió el Támesis en Londres, el Sena en París, el 
              Riachuelo en Buenos Aires, el Miguelete en Montevideo, etc. 
              
              Poco a poco las 
              industrias fueron localizándose a lo largo de ríos y arroyos, pues 
              precisaban agua limpia para sus procesos y podían descartar 
              fácilmente sus desechos y efluentes en los mismos cursos de agua. 
              En esa época, las industrias europeas trabajaban con el desengrase 
              y lavado de lanas y el procesamiento del lino y otras fibras 
              naturales, lo que era destinado a las textiles, la curtiembre de 
              cueros, colorantes, frigoríficos, etc. Todos estos efluentes 
              (aguas servidas de un proceso industrial) eran contaminantes 
              biológicos extremadamente fétidas. 
              
              Antes, la 
              contaminación biológica crecía en progresión aritmética, pero con 
              el avance de la química, principalmente la química orgánica, la 
              polución de las aguas aumentó en progresión geométrica. 
              
              Cuando la contaminación era biológica sabíamos que cierta cantidad 
              podía ser absorbida y luego depurada por el curso hídrico, pero 
              con la contaminación química no sucede esto, pues ella es 
              acumulativa en el tiempo y el espacio y mucho más impactante.
               
              
              En la 
              contaminación biológica los organismos vivos se multiplican en 
              función de la presencia de nutrientes y consumen todo el oxígeno 
              existente. Esto es llamado eutrofización. Por eso resulta común 
              detectar gran mortandad de peces en ríos y arroyos en períodos de 
              seca y calor, pues los microorganismos consumen el oxígeno del 
              agua. El medio sin oxígeno pero con nutrientes puede llevar a la 
              multiplicación de seres vivos anaeróbicos (que viven sin oxígeno) 
              que se multiplican aceleradamente empeorando la calidad del agua, 
              transformándola en fétida, oscura y con olor a huevo podrido. 
              
              En las 
              plantaciones de arroz irrigado es común encontrar ambientes 
              anaeróbicos con producción de “gases de los pantanos” debido a las 
              bacterias metanogénicas, es decir bacterias formadoras de gas 
              metano. El metano (existente también en los gases intestinales) 
              causa el llamado efecto invernadero (calentamiento de la 
              atmósfera) que altera el ciclo natural del agua. 
              
              A lo largo de 
              los cursos hídricos la devastación de la naturaleza provocó la 
              alteración del ciclo natural del agua, con la desaparición de los 
              bosques costeros y el corte raso de los montes aumentó la erosión 
              del suelo, incrementando también el escurrimiento de las aguas 
              superficiales. Esto impide la infiltración de las precipitaciones 
              en el suelo y la alimentación de los acuíferos y napas freáticas y 
              destruido el equilibrio de los pequeños arroyos y lagunas. Por 
              otro lado, la sustitución de los bosques por plantas homogéneas y 
              de la misma edad, con árboles de rápido crecimiento (un ejemplo es 
              el eucalipto) provoca un superconsumo hídrico, impidiendo la 
              conservación de las reservas de agua. 
              
              En Brasil, en la 
              llamada Mata Atlántica, en los estados de Espíritu Santo y Bahia, 
              más de 500 arroyos desaparecieron en los últimos 40 años donde 
              fueron plantados eucaliptos para la compañía Aracruz Celulose. 
              La 
              contaminación biológica, química, física, el empleo de tecnología 
              inadecuada y la devastación iniciaron alteraciones irreversibles 
              en los ciclos naturales, en los cuales el ciclo del agua es 
              estratégico para el equilibrio global.  
              
              Ciclo del Carbono 
              
               
              
              Ciclo del Nitrógeno 
               
              
              En las partes 
              más densamente pobladas y ricas del planeta, sin problemas de 
              contaminación biológica de las aguas debido a la canalización e 
              instalaciones de tratamientos de las aguas negras y con programas 
              de revitalización de los ríos y arroyos, se generó en los últimos 
              40 años otra preocupación con la calidad del agua, pues se 
              descubrió que las reservas de aguas superficiales y subterráneas 
              estaban contaminadas con efluentes industriales e insumos 
              industriales usados en la agricultura (fertilizantes y 
              agrotóxicos), efluentes industriales atmosféricos e hídricos, 
              además de residuos radioactivos de las explosiones nucleares 
              realizadas en la atmósfera y en islas del Pacífico. Es la 
              contaminación moderna. 
              
              La concentración 
              a escala de la agricultura industrial, por ejemplo en Suiza, fue 
              tan grande que el suelo y las aguas de ese país estaban totalmente 
              contaminadas por residuos tóxicos de fertilizantes químicos y 
              agrotóxicos, además de la alta concentración de estiércol y orín 
              de bovinos y otros animales. También las aguas estaban 
              contaminadas con nitratos y nitritos llegando hasta el río Reno 
              que baña siete países de Europa. La situación es aun peor en los 
              Países Bajos. 
              
              En los Alpes 
              alemanes, a más de 2.500 metros de altura, la nieve analizada 
              estaba contaminada por BHC, Lindano y Pentaclorofenol para 
              desesperación y silencio de las autoridades, pues esta 
              contaminación no tiene remedio o tratamiento: estos productos 
              habían sido eliminados y dejados de utilizar hacía más de 20 años. 
              
              En 1991 ocurrió 
              un incendio en la empresa Ciba Geigy, en Basilea (Suiza), que 
              provocó una gran contaminación del río Reno debido al 
              escurrimiento de los herbicidas Atrazina y Simazina. El Reno, en 
              el que se habían invertido más de 1.000 millones de dólares para 
              su descontaminación, quedó nuevamente poluido y condenado por más 
              de 50 años. 
              Dinero líquido
              
              Una 
              investigación efectuada por un grupo japonés concluyó que cada 
              molécula de agua es utilizada 18 veces al año, y que en este siglo 
              (XXI) esa cifra aumentará a 48 veces al año. El estudio preocupó 
              al gobierno de ese país, que autorizó la explotación de icebergs 
              en el Antártico. El agua dulce contenida en ellos hace más de 30 
              mil años, de altísima pureza y convertida en objeto de lujo, es 
              ofrecida a los consumidores ricos de Japón como la “más pura agua 
              mineral” con la marca Kufeng. 
              
              En esa misma 
              época, científicos internacionales midieron el comportamiento de 
              una molécula de agua en la Amazonia, llegando a la conclusión de 
              que una misma molécula se precipita con la lluvia, se evapora en 
              las hojas de los árboles y cada 80 kilómetros vuelve a 
              precipitarse, comenzando de nuevo el ciclo del Este hacia el 
              Oeste. Estos estudios muestran la importancia del conocimiento del 
              ciclo de las aguas. 
              
              Actualmente es 
              ampliamente sabido que cuando un volcán en erupción puede esparcir 
              sus cenizas prácticamente en todo el planeta. Lo mismo ocurre con 
              los experimentos atómicos en la atmósfera. También los incendios 
              forestales gigantescos en Brasil, Indonesia y Zaire están elevando 
              la temperatura, el contenido de gas carbónico y partículas de 
              carbono en la atmósfera, con repercusiones sobre los ciclos 
              naturales del agua y otros relacionados al mismo. Los incendios, 
              junto a la tala de bosques acentúan el efecto invernadero.
               
              
              Hace más de 15 
              años que los más eminentes científicos del mundo industrializado 
              fueron convocados para confirmar los cambios climáticos y el 
              efecto invernadero. Las conclusiones fueron contundentes: la 
              contaminación, la devastación y todos los efectos colaterales de 
              un proceso de destrucción del ambiente está amenazando los 
              soportes vitales y los equilibrios del planeta. 
              
              Hoy, todos 
              asistimos a fenómenos climáticos como “El Niño” y “La Niña”, 
              zafras perdidas, tempestades y anomalías que causan estragos 
              económicos y daños sociales en función del calentamiento de las 
              aguas oceánicas. 
              
              El aumento de la 
              luz ultravioleta -UV(b)- afecta negativamente la vida 
              marina y por consiguiente la absorción de gas carbónico de la 
              atmósfera y la producción de oxígeno, debido al agujero en la capa 
              de ozono, provocado por los contaminantes industriales como los 
              clorofluorocarbonos (CFC11 y CFC12), 
              emanaciones del uso de abonos, fertilizantes y agrotóxicos. Esto 
              es discutido internacionalmente, pero los fabricantes de CFC o de 
              bromuro de metilo4 presionan a los gobiernos de los países pobres 
              para aumentar el consumo de estos productos antes de que se inicie 
              una moratoria internacional, de manera de poder obtener todavía 
              algún lucro. 
              
              La mayor incidencia de UV(b) por 
              la destrucción de la capa de ozono disminuye las defensas 
              inmunológicas de los seres vivos, aumentando la posibilidad de 
              contraer enfermedades como herpes, lepra, 
              leishmaniosis, 
              etc. 
              
              Desde el punto de vista económico, durante el verano de 1988 en 
              Estados Unidos el calor y la seca redujeron 30 por ciento la 
              producción de granos, lo que afectó el precio de los alimentos en 
              todo el mundo, perjudicando a los más pobres y amenazando la 
              seguridad alimentaria del planeta. 
              La responsabilidad del 
              poder
              
              A mediados de los años 60, las preocupaciones eran con la 
              contaminación. Transcurridos más de cuarenta años las 
              preocupaciones de los banqueros y financistas con los límites del 
              crecimiento -que desembocaron en la Conferencia de Estocolmo de 
              1972– no pasaban por considerar la importancia de los ciclos 
              naturales como el del agua. Pensaban que controlando la 
              contaminación estaba todo resuelto. 
              
              La mayoría de los países quedó más contaminada y más pobre. Veinte 
              años después de Estocolmo, la reunión de Rio Janeiro fue sobre el 
              medio ambiente. Ahí se discutió la devastación y el riesgo para 
              los soportes vitales del planeta por dos razones principales: 
                
                
                
                Los riesgos 
                para la supervivencia y calidad de vida son grandes.
                
                
                La nueva 
                matriz tecnológica para el gran salto en la economía del planeta 
                está íntimamente ligada a los ciclos naturales del agua y otros, 
                pues la vida, todos los seres vivos, la biodiversidad, es la 
                nueva matriz económica del planeta y ella se encuentra en los 
                grandes bosques tropicales, son la reserva de genes para la 
                ingeniería genética. Ellos ahora serán patentados por las 
                grandes empresas. La naturaleza es la gran fase industrial post 
                moderna. 
              
              En la Conferencia Rio/92 y en la conferencia paralela de la 
              sociedad civil organizada (Eco/92) quedó pautada la importancia de 
              la cuestión del agua, de tal forma que la Agenda 21 trata en 44 
              páginas de la Protección de la calidad y abastecimiento de los 
              recursos hídricos: aplicación de criterios integrados en el 
              desarrollo, manejo y uso de los recursos hídricos. Diez años 
              más tarde, en la decepcionante Cumbre de la Tierra recientemente 
              celebrada en Johannesburgo, se adoptó el compromiso de reducir a 
              la mitad, hasta el 2015, el número de personas que no poseen agua 
              potable en sus casas: 2.400 millones según la ONU... Veremos. 
              
              En 1907, el líder pacifista Gandhi dijo: “El planeta brinda lo 
              suficiente para la necesidad de todos, pero no para la codicia de 
              todos”. Diferente fue el pensamiento de George Bush, 
              presidente de Estados Unidos cuando se celebró Rio/92, quien con 
              un pie en la escalerilla del avión que lo llevaría a esa 
              conferencia declaró: “Nuestro modo de vida no puede ser objeto 
              de negociaciones”.  
              
              Hablando de codicia, algunos entienden las cosas a su manera. 
              Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay comparten el Acuífero 
              Guaraní con 
              
              37 mil Km3.
              Esta agua acumulada 
              durante milenios pasa a ser codiciada. No se respeta como un 
              ahorro para el futuro, o para las generaciones futuras, 
              como dice la Agenda 21. Ningún gobernante habla de aumentar la 
              infiltración de agua para aumentar los depósitos en esa reserva de 
              agua. 
              
              Reponer lo que se gasta
              
              Todos repiten que la cuestión del agua tiene que ser, como la 
              economía, sustentable. Nuestros gobiernos ven en el agua una 
              mercadería, un commodity que puede ser comercializado en 
              las bolsas internacionales. El agua se destina a producir frutas 
              baratas para los países ricos. Por ejemplo, en 100 kilos de 
              mangos, tenemos 82 litros de agua mineral. Pero 82 litros de agua 
              mineral cuestan el doble que los 100 kilos de mangos. El sabor, la 
              satisfacción, las vitaminas, sales minerales, pigmentos, fibras y 
              azúcares los llevan gratis. 
               
              
              Para “acabar” con el efecto invernadero las transnacionales 
              reciben dinero del Banco Mundial y realizan reforestación en los 
              países pobres para poder continuar con las emisiones de gases que 
              lo provocan. En los países pobres, las áreas destinadas a plantar 
              árboles dejan de producir alimentos y el precio de éstos aumenta, 
              lo que es bueno para las transnacionales que producen alimentos en 
              las bolsas internacionales. 
              
              Algunos países latinoamericanos, presionados para promover la 
              reforestación con pinos y eucaliptos, están destruyendo bosques 
              nativos que son su patrimonio. Es lo que la anglo-holandesa Shell 
              hizo en Uruguay plantando pinos y eucaliptos sobre pasturas con 
              más de cinco mil años. En Argentina están destruyendo los bosques 
              patagónicos para plantar pinos. La Peugeot hizo lo mismo en Brasil 
              y ya provocó un desastre ambiental con el uso de agrotóxicos. Casi 
              todas las empresas están procediendo de esta manera, pues ganan 
              dinero con los sumideros de carbono y sus fábricas mantienen las 
              chimeneas emitiendo humo. 
              
              Existen muchas preguntas: ¿cuándo el agua es exportada, es bueno, 
              pues habrá mayor cuidado con el agua? Pero también es muy malo,
              
              pues ponerle precio al agua 
              la convierte en inaccesible para muchos y deja de ser pública, la 
              de mejor calidad se torna más cara y es reservada para los más 
              ricos. El más pobre queda con agua contaminada y, hay que decirlo, 
              esto es fascismo social. 
              
              El cacique Seattle, en su respuesta al presidente de Estados 
              Unidos decía no entender cómo el hombre blanco podía querer 
              comprar las tierras, los bosques, los animales... 
              
              Para que todos podamos tener no solamente acceso al agua, sino que 
              ella forme parte de nuestra ciudadanía, es necesario que el agua 
              sea el objeto y nosotros el sujeto. Hoy es lo contrario. Lo que la 
              Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario 
              Internacional, el Banco Mundial y las naciones industrializadas 
              están proponiendo es que el agua sea el sujeto de las políticas 
              públicas nacionales y nosotros seamos o continuemos siendo los 
              objetos. 
              
               Autor: 
              
              Sebastián Pinheiro 
              
              (Traducción: Enildo Iglesias) 
              11 de octubre de 2002 
 
              
              
              2- La desertificación afecta al 35 por ciento de la superficie del 
              planeta. En el último cuarto del siglo XX se perdió el 18 por 
              ciento de las tierras cultivables. 
              
              
              3- En 1950, el 30 por ciento de la tierra estaba cubierta por 
              bosques, hoy lo está sólo el 20 por ciento. Cada año se pierde un 
              uno por ciento del total de bosques, sobre todo de bosque 
              tropical. 
              
              4- 
              
              Agrotóxico gaseoso utilizado en Uruguay en las plantaciones de 
              tomate, morrón, melón, etc., en invernáculos. Es un fuerte 
              destructor de la capa de ozono, ya que cerca del 70 por ciento del 
              gas aplicado pasa a la atmósfera, afecta la biodiversidad del 
              suelo y la salud de quien lo aplica.   |