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                    El agua como derecho 
                    humano fundamental |    
                
                
                  
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                    La Federación de 
                    Funcionarios de OSE* evaluó en discusiones internas cómo la 
                    política económica aplicada por este gobierno y los 
                    anteriores ha repercutido en los trabajadores, las empresas 
                    públicas, la producción nacional, los recursos naturales, la 
                    soberanía nacional y las instituciones. |  Desde nuestro último 
              Congreso Nacional de Delegados, en el cual se evaluó la campaña 
              realizada en el departamento de Maldonado con el pueblo 
              fernandino, para derogar el artículo 750 del presupuesto del 
              período de Julio María Sanguinetti, hasta el intento de 
              privatización por el sistema de concesión de obras en los 
              departamentos de Colonia, San José y la Ciudad de la Costa, el 
              sindicato ha recorrido camino junto a comisiones de fomento, 
              organizaciones sociales, ONG ambientalistas, educadores, 
              estudiantes, universitarios, facultades, movimientos 
              cooperativistas, religiosos, ciudadanos de todos los colores 
              políticos, así como trabajadores de diferentes partidos. La preocupación por 
              la enajenación del agua en el Uruguay a las trasnacionales nos 
              llevó a hacer un llamado a los vecinos de las localidades 
              afectadas por la supuesta privatización para crear organismos 
              permanentes que se denominaron Comisión en Defensa del Agua y 
              Saneamiento, cuyos cometidos estatutariamente establecidos, entre 
              otros, son "defender el agua como recurso natural finito, vital 
              para satisfacer las necesidades humanas, de alimento, higiene, 
              salud y saneamiento, que pertenece a cada uno de los ciudadanos 
              del país". Es a partir de esta 
              iniciativa de trabajo que el sindicato incorpora con gran énfasis 
              la defensa del agua como un derecho humano fundamental. Para abordar 
              específicamente el tema del agua, es de interés de los países más 
              poderosos la liberalización y desregulación total del sector de 
              agua y saneamiento en nuestros países. Paradójicamente, para 
              lograr la desregulación de los servicios, los gobiernos liberales 
              plantean su regulación por medio de organismos reguladores 
              inconstitucionales y teñidos de superpoderes imposibles de 
              controlar por el Poder Legislativo y el pueblo en general. En un contexto 
              mundial de escasez, derroches, ineficiencia y contaminación se 
              prepara el caldo de cultivo ideal para que las trasnacionales del 
              agua y sus inversionistas encuentren descaradamente "una 
              oportunidad comercial óptima". Por un lado, la disminución del 
              agua oficia de coartada, por el otro surge la complicidad de los 
              organismos financieros internacionales condicionando los créditos 
              al proceso privatizador y la desregulación bajo las formas de 
              "cooperación" entre el sector público y el privado, al que llaman 
              Public Privat Partnership. Las trasnacionales 
              han declarado en varias oportunidades ser incompetentes para 
              resolver el problema del agua en los sectores de bajos recursos. 
              En Zimbabue, el gerente de la empresa británica Biwater realizó 
              las siguientes declaraciones al retirarse de un proyecto de 
              suministro de agua de grandes proporciones: "Es necesario 
              convencer a los inversionistas de que obtendrán ganancias 
              razonables. Entre las cuestiones que consideramos se cuenta la de 
              quiénes serán los usuarios finales y si ellos tienen recursos para 
              pagar las tarifas de agua. Desde un punto de vista social estos 
              tipos de proyectos son viables pero no lo son desde el punto de 
              vista del sector privado". En otras palabras, si el agua es 
              privada los pobres no tendrán agua. Como en muchos temas, 
              los países industrializados aplican la máxima "Haz lo que yo digo 
              mas no lo que yo hago", las empresas públicas de agua y 
              saneamiento son la respuesta natural en la gran mayoría de ellos y 
              el sector privado la excepción. Sólo el 10 por ciento de las 
              55.000 empresas de agua en Estados Unidos es privado. La gran 
              mayoría de los países europeos, así como Canadá, Japón, Brasil y 
              Australia, mantienen sus empresas de agua y saneamiento en el 
              sector público. A favor de los 
              procesos de privatización y desregulación se argumentan las 
              ventajas teóricas de la "competencia", fundamento que el propio bm 
              desacredita porque: 
                
                
                Son monopolios 
                naturales con un solo proveedor local, por la imposibilidad de 
                dos tendidos de redes, los avances tecnológicos no han podido 
                modificar esta situación como en otros servicios.
                
                La oferta privada está 
                dominada casi exclusivamente por dos empresas trasnacionales: 
                Vivendi y Suez Lyonnaise.
                
                El uso intensivo de 
                capital que requiere la actividad, con contratos a 30 años, 
                regulaciones permisivas, amenazas con recurrir a tribunales 
                internacionales hacen inviable la movilidad de las empresas. Los problemas que 
              enfrentan las compañías de agua pública o privada en el mundo son 
              similares: reducción de escapes, reemplazos y extensión de redes, 
              accesibilidad económica, transparencia, responsabilidad exigible, 
              sanidad pública, cuidado del ambiente, tarifas sostenibles y 
              cobros eficaces, financiamiento, eficiencia, productividad y 
              capacitación. En todos estos rubros hay empresas públicas 
              eficaces: Amsterdam Water (Países Bajos), Sabesp (Brasil), Corsan 
              (Brasil), Sanna (Honduras), Stadwerke (Alemania), Debrecen Vizmu 
              (Hungría), Aziende (Italia), Washington (Estados Unidos), Nwsdv (Srilanka), 
              Hyderabad (India), Helsinki Water (Finlandia). Este análisis, que 
              recoge aportes de organizaciones que han resistido y enfrentado la 
              privatización del agua en varios países, hace que los trabajadores 
              del agua nos hayamos convencido de lanzarnos a una gran campaña 
              nacional "En defensa del agua". Objetivos de los 
              trabajadores de OSE. 
                
                
                Una nueva gestión del 
                organismo de cara al usuario.
                
                Por un organismo 
                eficiente y rentable socialmente.
                
                Ley nacional de aguas 
                superficiales y subterráneas.
                
                Defender los conceptos 
                de Agenda 21 establecidos en Eco Rio 92.
                
                Sistema solidario de 
                agua potable y saneamiento con una estructura tarifaria social y 
                subsidios cruzados que garanticen que las áreas menos rentables 
                también tengan acceso al agua.
                
                El agua y el 
                saneamiento deben quedar fuera de los acuerdos comerciales de la 
                omc-alca. El agua no es una mercancía.
                
                Comprometer a las 
                instancias de gobierno, servicios de hidrografía, dirección de 
                riego, servicios de agua potable, intendencias, usuarios y 
                ciudadanos en las decisiones en general y uso de los recursos 
                hídricos, ponderando las necesidades productivas de cultivo, 
                hidroelectricidad, recreación, consumo humano, con la 
                sustentabilidad del recurso.
                
                Demostrar la necesidad 
                de priorizar las inversiones estatales en obras de regulación 
                hídrica, desalentando obras individuales de bajo rendimiento y 
                con escasos estudios técnicos, que en general ocupan la parte 
                más importante del recurso.
                
                Profundizar la 
                coordinación de la administración y la gestión de los recursos.
                
                Integrar las diversas 
                legislaciones vigentes.
                
                Formular políticas 
                regionales para usos de aguas superficiales y subterráneas. Ante la propuesta del 
              Poder Ejecutivo (a pesar de la mala experiencia en el departamento 
              de Maldonado) de enajenar el agua y el saneamiento por todas las 
              vías posibles (inclusive decretos) evitando la consulta popular 
              (descontando una negativa contundente del pueblo uruguayo), el 
              sindicato ha resuelto "impulsar una reforma constitucional 
              declarando el recurso agua superficial y subterránea, en todos sus 
              usos y formas, un recurso no enajenable al capital multinacional, 
              con efecto retroactivo que revea procesos comprometidos y a 
              comprometer, hasta que sea definido en un plebiscito popular, como 
              lo dispone el artículo 331 de la Constitución inciso A". Para eso ha mantenido 
              entrevistas con parlamentarios y constitucionalistas. El sindicato 
              ha sido receptor también de una propuesta del plenario de la 
              Comisión de Agua y Saneamiento representando a unas 30 
              organizaciones sociales, en la que se propone impulsar un 
              mecanismo legal que detenga la mercantilización del agua. La defensa del agua 
              por el mecanismo de la reforma constitucional inciso A se funda en 
              los siguientes argumentos: 
                
                
                La campaña de 
                difusión, compromiso y concientización con respecto al agua se 
                viene realizando desde hace más de siete años por el sindicato 
                de OSE y organizaciones sociales.
                
                Si bien la política 
                económica de este gobierno agudiza su ataque en la rendición de 
                cuentas al desmantelamiento total o parcial de las empresas 
                públicas, la defensa del recurso agua excede la competencia de 
                OSE, ya que tiene encomendado uno de los usos, el doméstico (10 
                por ciento), no incluyendo el riego (70 por ciento), el 
                recreativo, el uso para la generación de energía, las reservas 
                acuíferas.
                
                Dado el vacío legal 
                con respecto a los usos del agua y la diversificación de 
                autoridades encargadas de los diferentes usos (cinco ministerios 
                y tres comisiones), el plazo de formar una "comisión 
                legislativa" al respecto para reestructurar una legislación 
                vigente (Código de Aguas), vulnerable y redactada cuando nuestro 
                país no estaba amenazado por una colonización comercial de sus 
                reservas más preciadas, debería poder redactarse con el marco 
                institucional que permitiera eliminar la propuesta del gobierno 
                de coalición con el sector privado.
                
                La base de 
                sustentación de la posibilidad de éxito en la iniciativa se 
                canaliza desde hace varios meses a través de varios mecanismos. 
                Integramos el proyecto de ley de iniciativa popular, sin éxito, 
                entrevistas con coordinadores de todas las bancadas, con 
                comisiones de ambiente, con juntas departamentales, etcétera. La campaña que 
              desarrolla el gremio ha reunido actores de la sociedad de todos 
              los partidos, trabajadores, organizaciones diversas y ediles de 
              todos los partidos. 
                
                
                El agua y el servicio 
                que se brinda a través de ella, por considerarla un recurso 
                finito y esencial para la vida, debe tener un tratamiento 
                diferencial, por el cual se antepongan las razones de índole 
                humana y ambientales sobre las económicas. De ahí nuestra 
                defensa en manos del Estado.
                
                La Federación estaría 
                en condiciones de lanzar de inmediato este recurso. Nos preocupa 
                que la posibilidad de otro tipo de proyecto que englobe la 
                defensa de todas las empresas y el agua, por el mecanismo del 
                inciso B del artículo 331, no se obtenga en un corto plazo, lo 
                que significaría una pérdida preciosa de tiempo para generar una 
                contraofensiva a los posibles llamados a inversión 
                internacional.
                
                Por lo expuesto, 
                nuestro sindicato considera de gran amplitud y convocatoria 
                defender el agua de Uruguay desde una propuesta de los 
                trabajadores y ciudadanos de este país antes que lograr los dos 
                quintos de cualquier fuerza política, que aun con la mejor de 
                las intenciones tendrá que enfrentar las trabas 
                político-partidarias de los que descalifican la propuesta sólo 
                por quién la promovería, a pesar de que compartan su contenido. 
              Teniendo en cuenta la 
              extrema gravedad de la situación de marginación a la cual se 
              condenaría a nuestro pueblo, enajenando el agua a multinacionales, 
              y desde el análisis de una región que será atacada por poseer la 
              riqueza más preciada del siglo XXI junto con nuestros países 
              vecinos, vemos como algo muy positivo una gran ofensiva nacional a 
              través de una propuesta sindical y ciudadana.      
 
              * Esta nota fue 
              elaborada por el Secretariado Ejecutivo de FFOSE. 
              11 de octubre de 2002 |