Inicio

 

México

Peligran 15 mil

fuentes de trabajo

 directas

Entrevista con Enrique Ramos

 El presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República de México analizó los riesgos que enfrenta el sector en la actualidad, en especial las dificultades que plantean las relaciones desiguales dentro del Tratado de Libre Comercio (TLC).

 

- ¿Cuál es la situación actual de la industria azucarera en México?

- En 1989 el entonces Presidente de la República, Miguel de la Madrid, entregaba el gobierno al nuevo Presidente, Carlos Salinas de Gortari, y por un acuerdo entre ambos se resolvió la reprivatización de la industria azucarera que en ese momento contaba con 65 ingenios. Lamentablemente no cuidaron de que los empresarios que tomaron el control de la industria fueran personas idóneas, que conocieran el proceso de producción e industrialización del azúcar.

- ¿Cuánta caña se produce en México?

- Se producían entre 43 y 45 millones de toneladas por zafra. Ahora ha disminuido. Pero durante mucho tiempo se fueron mejorando las variedades sembradas para obtener mayores rendimientos. Cuando se aprobó el Tratado de Libre Comercio (TLC), el gobierno mexicano de entonces no protegió adecuadamente a la industria azucarera, que había acumulado millones de toneladas para exportar a Estados Unidos y Canadá. En el texto del TLC se dice que durante siete años más México sólo podría exportar 25 mil toneladas anuales. Eso provocó que el excedente se tuvo que vender a terceros países, casi siempre a precios tan bajos que ni siquiera se recuperaron los costos.

- ¿Estados Unidos produce su propia caña de azúcar?

- No, sólo tiene refinerías y compra la caña semiprocesada. En la actualidad estamos alcanzando ese plazo de siete años a partir del cual se podría exportar mucho más, pero han comenzado a surgir trabas sorpresivas, hasta se dice que habría habido cartas que se manejaron por debajo de la mesa durante las negociaciones, y que según un acuerdo paralelo, no aprobado por el Senado mexicano, la exportación de azúcar mexicana a Estados Unidos se limitaría a 148 mil toneladas, siendo que actualmente nuestra industria está produciendo más de 5 millones de toneladas de azúcar. El excedente, pues, descontado el mercado interno, es de algo más de un millón de toneladas que deberían canalizarse hacia otros destinos. Esto puede sumir en una gravísima crisis a los 60 ingenios que quedan en la actualidad.

- ¿Los industriales invirtieron porque creyeron que el acuerdo en el TLC se cumpliría?

- Claro. Se invirtió más, se sembró un área mayor, se logró mediante inversión en manejo de cultivos una productividad promedio de 120 toneladas de caña por hectárea. Hay ingenios que llegan a producir hasta 220 toneladas por hectárea, porque tienen riego y otras mejoras que aumentan el rinde. En Veracruz hay 22 ingenios que ellos solos son responsables por el 42 por ciento de la producción de azúcar de México.

- ¿Cuántos trabajadores emplea esta industria?

- En los 60 ingenios del país hay unos 55 mil trabajadores que son los que representamos. Una parte es zafral y la otra permanente.

Desde 1936 nos rige un contrato-ley, o convenio colectivo, donde se estipula que cada dos años este acuerdo marco debe ser revisado. Se hizo esto durante un cierto tiempo, incluso después se pactó, además, una revisión salarial anual. En los años 50 construimos nuestra propia clínica y formamos un fideicomiso que es usado para las jubilaciones de los trabajadores. Con 35 años de servicio y 60 años de edad cualquier trabajador se puede retirar. Estos beneficios se mantienen hasta ahora. Existía también otro fondo que decía ser dedicado a atender los problemas de vivienda de los trabajadores, pero recién en 1995 logramos que los industriales se comprometieran a hacer 15 mil casas en siete años. En 2000 conseguimos que las empresas pagaran quincenalmente a los jubilados que en este momento son cerca de 12 mil, y que integran nuestro sindicato. Desde entonces, tanto quienes cumplen 60 años de edad y 35 de trabajo, o quienes por alguna razón de salud quedan completamente incapacitados para continuar trabajando, se jubilan con un 100 por ciento del salario al que se agregan todas las prestaciones a las que tiene derecho un trabajador.

- ¿La afiliación al sindicato es voluntaria u obligatoria?

Es automática. Por el hecho de entrar a trabajar en la industria uno queda en el mismo momento afiliado al sindicato.

- ¿Qué efectos tendría el no cumplimiento de los pactos sectoriales hecho en el TLC?

- Por medio del Parlamento, desde 2000 hemos estado insistiendo en que se cumpla el Tratado. Hemos recibido junto con los parlamentarios y los industriales a una comisión especial enviada desde Estados Unidos para analizar el tema. Nosotros planteamos que no aceptamos que a México se le niegue acceso al mercado estadounidense cuando nosotros aceptamos que ingresen a nuestro país más de 600 mil toneladas anuales de alta fructosa, la base de los edulcorantes, lo que viene a competir en el mercado interno con nuestro propio azúcar. Incluso han instalado dos plantas para extraer alta fructosa de un maíz transgénico que importan también desde Estados Unidos. Quiere decir que entre la importada y la ya fabricada internamente estamos hablando de unas 800 mil toneladas de este producto sintético. Nosotros estamos señalando ante el gobierno mexicano que tanto el maíz transgénico como la alta fructosa están ingresando al país sin pagar aranceles. Como quien dice, le estamos dando todas las oportunidades al país vecino. El año pasado el Parlamento votó una ley por la cual a partir de enero de 2002 los refrescos embotellados que usan alta fructosa comenzarían a pagar un impuesto, pero el actual Presidente, Vicente Fox, suspendió la aplicación del impuesto hasta setiembre dando una oportunidad para que el acuerdo del TLC para las exportaciones de azúcar mexicana se cumpla. Si en esa fecha no se ha llegado a un entendimiento, entonces automáticamente el impuesto entrará en vigencia. Pero lo concreto es que ya en setiembre se habrá acabado el año azucarero y con eso Estados Unidos consigue estirar los plazos un año más. Como respuesta, los senadores y diputados interpusieron ante la Corte Suprema de Justicia una controversia en la que plantean que el Presidente no tenía derecho a suspender la ley aprobada por ambas Cámaras. Estamos, pues, esperando el dictamen de la Corte. Y si esto fracasara los trabajadores interpondremos un recurso de amparo para que se aplique el impuesto.

- ¿Qué consecuencias podría tener para los trabajadores si no se normalizan estas relaciones comerciales?

- Si no logramos que se apliquen los términos del TLC según los cuales México puede exportar a Estados Unidos hasta 650 mil toneladas de azúcar por año, que es el excedente de la industria nacional, y si ellos continúan importando alta fructosa así como el maíz del cual la extraen, es posible que en el corto plazo deban cerrar entre 10 y 15 ingenios, lo que implica unos 15 empleos directos y muchos más indirectos.

- ¿Cómo se puede enfrentar esta situación?

- Con una alianza entre cañeros y obreros para contrarrestar incluso la política del gobierno federal. Esta alianza está en marcha y creo que se concretará rápidamente si la Corte Suprema no falla a nuestro favor.

- ¿Qué otras alianzas están proyectando?

- Creo que podemos tener intereses comunes con el Partido Verde Ecologista de México, que también se opone a la importación y liberación en nuestro territorio del maíz transgénico. Ellos hasta ahora venían haciendo alianzas con el Partido de Acción Nacional, que es oficialista, pero ahora empiezan a ver que el presidente Fox no desarrolla las políticas que ellos plantean, así que es posible que empecemos a conversar con este y otros grupos ecologistas.

 

Autor:

Carlos Amorín

© Rel-UITA

UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905