| 
                    
                      
               
  
  
    
      | 
28 de abril 
Día Internacional de la Salud y la Seguridad 
en el Trabajo  
Trabajo sano y seguro, es tu 
derecho 
             |  
                    
                    El 28 de abril se celebra, a iniciativa de la Confederación 
                    Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL),
                    
                    el Décimo Aniversario del Día Internacional de la Seguridad 
                    y Salud de las trabajadoras y trabajadores y de recuerdo a 
                    las víctimas. 
                    
                      
                    
                    Exigir un 
                    «Trabajo sano y seguro es 
                    tu derecho»
                    
                    
                    y una obligación de los empresarios. El 
                    ejercicio de este derecho y el cumplimiento de sus 
                    obligaciones por parte del empresario está más que 
                    justificado, teniendo en cuenta las cifras de siniestralidad 
                    que se registran a nivel mundial: 1,1 millones de 
                    trabajadores mueren cada año (alrededor de 3.300 
                    trabajadores cada día) y se produzcan más de 160 millones de 
                    nuevos accidentes y enfermedades vinculadas al trabajo. 
                    
                      
                    
                    Una vez más, el escenario que se nos presenta 
                    en nuestro país ante la conmemoración del 28 de abril es muy 
                    preocupante. Los datos estadísticos del año 2004 así lo 
                    reflejan, en el que se produjeron 876.167 accidentes con 
                    baja. En estos accidentes perdieron la vida 955 trabajadores 
                    y trabajadoras durante la jornada de trabajo, y 488 in 
                    itínere. A esto se añade el aumento de las enfermedades 
                    profesionales y su falta de reconocimiento. 
                    
                      
                    
                    La falta de aplicación de las normas por 
                    parte de los empresarios, la degradación del mercado 
                    laboral, el mantenimiento de una tasa de temporalidad que 
                    triplica a la media de la Unión Europea, el uso abusivo de 
                    la subcontratación, el insuficiente compromiso político de 
                    las Administraciones, hacen que en nuestro país sigamos 
                    manteniendo las tasas de siniestralidad más altas de la 
                    Unión Europea, incidiendo de manera especial en los 
                    trabajadores jóvenes y mujeres, que son los colectivos que 
                    más sufren la precariedad. Ante esta situación debemos
                    
                    mantener una actitud beligerante. Aunque en 
                    2004 hemos logrado reducir los accidentes, estamos todavía 
                    muy lejos de los índices europeos, objetivo inmediato de 
                    reducción que deberíamos alcanzar a más tardar en esta 
                    legislatura. 
                      
                    La acción de 
                    UGT y CC.OO. ha logrado colocar en primer plano de la 
                    opinión pública la lacra personal, social y económica de la 
                    siniestralidad laboral; una situación insoportable para la 
                    sociedad e insufrible por más tiempo para los trabajadores y 
                    trabajadoras, este reconocimiento en la sociedad de los 
                    costes de la siniestralidad laboral no se trasluce en 
                    mayores esfuerzos y compromisos de quienes tienen la 
                    responsabilidad de cumplir con las normas, los empresarios, 
                    y los que tienen la responsabilidad de velar y hacer cumplir 
                    las mismas, las Administraciones. 
                      
                    Pero además, 
                    si la situación de siniestralidad en España resulta grave en 
                    su volumen, podemos decir que es dramáticamente desigual en 
                    su distribución. Los principales exponentes de la 
                    siniestralidad no son otros que los colectivos de 
                    trabajadores cuya situación laboral resulta más precaria. 
                    Esta situación nos lleva a demandar un cambio de actitud de 
                    las organizaciones empresariales y a las autoridades 
                    laborales, una actuación eficaz como garante en el 
                    cumplimiento de las leyes, pues es la vida y la dignidad de 
                    los trabajadores y las trabajadoras lo que está en juego. 
                      
                    La 
                    reapertura de la Mesa de Diálogo Social en materia de 
                    prevención de riesgos laborales debe ser el instrumento 
                    imprescindible para acometer una reducción real de los 
                    accidentes de trabajo. Esta debe impulsar una estrategia 
                    española de seguridad y salud en el trabajo que esté en 
                    concordancia con la estrategia europea y coordinada con los 
                    planes de acción de las comunidades autónomas, la estrategia 
                    debe elaborarse a partir de un enfoque global e integrado de 
                    las políticas de seguridad y salud en el trabajo y 
                    orientarse a la consecución de resultados, y además debe ser 
                    capaz de generar el máximo consenso político e 
                    institucional. La elaboración de esta estrategia debe contar 
                    con la máxima 
                    implicación de las comunidades autónomas. La 
                    mesa tiene que abordar las reformas pendientes para alcanzar 
                    los objetivos planteados, en especial el adecuado 
                    reconocimiento de todas las enfermedades profesionales, la 
                    reforma del Reglamento de los Servicios de Prevención, la 
                    reforma del INSHT, convirtiéndolo en un instrumento ágil y 
                    eficaz al servicio del Estado y de los interlocutores 
                    sociales. Es urgente acometer la reforma de las mutuas para 
                    que de verdad sean un instrumento eficaz de prevención y 
                    protección de la salud en el trabajo. 
                    
                      
                    
                    Por ello, con ocasión del 28 de abril de 
                    2005, CC.OO. y UGT nos proponemos: 
                      
                      
                      
                      Intensificar la acción sindical en materia 
                      de seguridad y salud en el trabajo esforzándonos en 
                      realizar a lo largo de la semana y el propio 28 de abril
                      
                      acciones unitarias, asambleas en los 
                      centros de trabajo, manifestaciones y concentraciones.
                      
                      
                      Dirigir de manera prioritaria nuestras 
                      movilizaciones a 
                      exigir el cumplimiento 
                      empresarial de las normas preventivas. 
                      Denunciar la incidencia de la precariedad en la seguridad 
                      y salud de los trabajadores y exigir del Gobierno las
                      
                      reformas pendientes. 
                        
                      
                      
                      CC.OO. 
                      28 de 
                      abril de 2005 
                      
                      |