L.E.R. Lesiones por Esfuerzos Repetitivos  

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El trabajo de la mujer y los riesgos

de lesiones músculo-esqueléticas

 Los problemas músculo-esqueléticos afectan tanto a hombres como a mujeres, muchos estudios indican que son más frecuentes en las mujeres, la explicación no es muy evidente.

 

Diferencias de género y prevalencia

 de lesiones musculo-esqueléticas

En Québec, las lesiones músculo-esqueléticas son responsables del 55% de los accidentes de las mujeres, pero solo del 42% de los accidentes de los hombres.

En Estados Unidos, en un sondeo a 30.074 trabajadores, las mujeres declaraban dolor más frecuentemente en la parte alta de la espalda, mientras que los hombres lo declaraban más frecuentemente en la parte baja de la espalda.

Según la oficina de estadísticas de Suecia una mayor proporción de mujeres que de hombres sufre problemas en casi todas las regiones del cuerpo pero especialmente en los miembros superiores.

Los hombres también están expuestos a trabajos repetitivos, sin embargo las estadísticas muestran que están menos afectados que las mujeres y, además, sus dolores se producen en zonas corporales diferentes y a edades diferentes.


¿Cómo se explica que las mujeres tengan más problemas?

Las condiciones de trabajo de las mujeres son diferentes

La tarea asignada es diferente.

Probablemente la razón más importante de la diferencia entre hombres y mujeres en los problemas músculo-esqueléticos, es la diferencia en la actividad de trabajo. Los hombres y las mujeres ocupan espacios diferentes en el mercado de trabajo. Un estudio reciente en Carolina del Norte estimó en 76% la segregación por género en los empleos cifra más elevada que el 55% debido a la segregación racial. El trabajo de la mujer suele demandar movimientos repetitivos de los miembros superiores a un ritmo muy rápido; agudeza visual para percibir los detalles; una postura estática, sentada o de pie sin posibilidad de movilidad.

La interacción entre la persona y su puesto de trabajo es diferente.

Los problemas músculo-esqueléticos dependen también de la interacción entre las dimensiones, la persona y las del puesto de trabajo. Los hombres y mujeres tienen diferente tamaño, pero también diferentes proporciones. Los hombres son generalmente más grandes que las mujeres y también los segmentos corporales de uno y otro sexo difieren, lo que quiere decir que la interacción de la persona con su puesto de trabajo puede ser diferente.

La duración del trabajo (en años de servicio) con exposición al riesgo es mayor.

Otra de las razones que pueden explicar las diferencias hombre/mujer es que la historia de trabajo de las mujeres es diferente. En promedio, las mujeres no cambian su carga de trabajo físico en un período de 24 años mientras que los hombres la disminuyen gradualmente.

 

Diferencias biológicas

Las diferencias biológicas en el tamaño, la fuerza muscular, influencian la manera como las mujeres efectúan su trabajo, por ejemplo, el tener que utilizar una proporción mayor de su fuerza las obliga a adoptar posturas incómodas. Durante el embarazo, el crecimiento del abdomen aleja a la mujer de su superficie de trabajo y la obliga a adoptar posturas exigentes.

Responsabilidades familiares

Uno de los factores que aumentan el riesgo de problemas músculo-esqueléticos es la falta de reposo. Las mujeres combinan el trabajo asalariado con el trabajo doméstico y se quejan más frecuentemente de estar fatigadas. La mayor parte de las investigaciones hechas en muchos países muestran que las mujeres dedican un mayor número de horas al trabajo doméstico y que este se acrecienta con el número de niños en la familia.

Factores hormonales

Algunos científicos han sugerido que las hormonas femeninas (estrógenos) podrían ser una de las causas de ciertos problemas músculo-esqueléticos como el síndrome del túnel del carpo. Sin embargo, los resultados no son concluyentes e incluso son contradictorios.

Las mujeres expresan más sus problemas

En general, las mujeres refieren más síntomas que los hombres cualesquiera que sea la región del cuerpo que se estudie. Una de las explicaciones puede ser que la percepción del dolor difiere entre hombres y mujeres. Pareciera que la percepción de dolor por presión es más desarrollada en la mujer que en el hombre, lo mismo pasa con la percepción de calor o frío. Sin embargo, queda aún mucho por investigar en este campo.

Factores organizacionales

Los efectos de la organización del trabajo en la salud son mediados por las emociones y pueden tener un impacto importante en la salud. Los mecanismos psicológicos son importantes para las mujeres. Se ha hablado de neurosis y de histeria para explicar los problemas músculo-esqueléticos. Pensamos que los problemas de las mujeres son atribuidos a su psicología porque se les cree muy poco; no se conoce bien su fisiología y los diagnósticos no son fáciles, las mujeres se quejan más y sus condiciones de trabajo no parecen ser difíciles aunque en realidad lo sean.


En conclusión

Podemos decir que el examen de las estadísticas y las investigaciones en los lugares de trabajo muestran que las mujeres y los hombres generalmente no se encuentran en los mismos sectores de empleo. Cuando lo están, no ocupan los mismos puestos y cuando los ocupan no realizan las mismas tareas. Las mujeres se encuentran más frecuentemente que los hombres en empleos precarios : tiempo parcial, temporarios o en el sector informal. Los trabajadores y las trabajadoras no tienen las mismas condiciones de trabajo. Condiciones de trabajo diferentes determinan exigencias y riesgos diferentes.

Es necesario documentar la actividad real de trabajo de la persona para poder ver la relación con su problema.

ANA MARÍA SEIFERT
Centre d’étude des interactions biologiques entre la

Santé et l’Environnement

Universidad de Québec

 

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