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Discriminación en los servicios de salud |  
					  
					
					En Perú, todavía, muchas mujeres siguen muriendo durante el 
					parto. Sólo en 2004, según la Organización Mundial de Salud, 
					410 de cada 100 mil mujeres murieron en esta situación. Esta 
					cifra sólo es superada por las de Haití, Guatemala y 
					Bolivia, los tres países más pobres de América. 
					     
					
					La mortalidad entre niños y niñas también es 
					un gran problema en las ciudades peruanas. En Huancavelica, 
					uno de los departamentos más pobres del país, durante 2000, 
					71 de cada 1.000 niños y niñas murieron al nacer; casi cinco 
					veces más que Lima, la ciudad más rica del país. 
					 
					
					  
					
					Las informaciones están en un informe de 
					Amnistía Internacional (A.I.). El documento ha revelado que 
					los servicios de la salud en Perú son discriminatorios. Para 
					Guadalupe Marengo, directora adjunta del Programa Regional 
					para América de A.I., la atención a salud materno-infantil 
					es un privilegio de los ricos. 
					
					  
					
					"Las mujeres pobres, que corren un riesgo 
					mayor de sufrir  problemas de salud durante el embarazo y el 
					parto, y los niños y niñas marginados, que deben hacer 
					frente a mayores riesgos de padecer enfermedades durante los 
					primeros años de vida, son quienes reciben menos 
					protección", ha afirmado Guadalupe Marengo. 
					 
					
					  
					
					El informe de Amnistía Internacional, 
					publicado en el contexto de la III Conferencia Nacional de 
					Salud, revela que a pesar del establecimiento de un servicio 
					de salud oficial gratuito para las comunidades marginadas, 
					la atención de la salud efectiva no llega a las mujeres y 
					los niños y niñas pobres. 
					
					  
					
					A.I. exige que las autoridades peruanas 
					garanticen la no discriminación y la distribución de 
					información relativa al servicio de salud materno-infantil 
					gratuito disponible para las personas socialmente excluidas; 
					que no se imponen multas a las mujeres marginadas por dar a 
					luz en su domicilio; que todos los niños y niñas tienen 
					acceso a partidas de nacimiento; y garanticen unas 
					condiciones laborales adecuadas, así como formación en 
					derechos humanos para los profesionales de la salud. 
					   
					
					Adital 
					
					14 de julio de 2006 
					
					   
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