Perú

Backus rompe trato directo

Los trabajadores cerveceros exigen

reconocimiento a su productividad

 

El Sindicato Nacional de Obreros de la Unión de Cevecerías Peruanas Backus y Johnston SAA, subsidiaria de la británica SABMiller, demanda el reconocimiento al esfuerzo diario que realizan los trabajadores garantizando el incremento de la productividad de la empresa. Después de 15 reuniones, el sindicato suspendió la negociación directa

 

 Niltón Flores

 

El secretario general del sindicato, Niltón Flores Peña, informó a Sirel que luego de 15 reuniones de trato directo, dieron por concluida las negociaciones ante la negativa de la comisión negociadora de programar el pliego de reclamos por 12 meses.

 

“Nos hemos negado porque las negociaciones colectivas se hacen a doce meses, y la propuesta de tres años no satisfacía las expectativas de los trabajadores. La empresa ofrecía un incremento diario de 4,50 nuevos soles (1,5 dólares), propuesta que no tiene base en ningún índice salarial, ni toma en cuenta la inflación”, explica Flores.

 

Para la empresa, el mercado salarial es el que debe determinar los sueldos. Este criterio no contempla el esfuerzo que realiza el trabajador de la mayor cervecería de Perú, cuyas ganancias crecieron un 53,5 por ciento en el cuarto trimestre de 2007, en comparación con el mismo periodo de 2006.

 

El irrespeto a los derechos de los trabajadores peruanos es una realidad que contradice los promocionados “principios de  derechos humanos” del grupo Backus, que recoge la posición de SABMiller, y que en el cuarto de los doce puntos que comprende la política corporativa, sostiene que la empresa buscará “continuamente opciones de solución a través de la negociación colectiva”.

 

“No solamente es producción, eficiencia y calidad, también está el factor humano, y lo que queremos es un trato humano y equitativo y una retribución económica justa y digna. La propuesta que nos está haciendo la empresa desmoraliza el trabajo, porque incluso se excluye un reajuste por inflación acordado con la directiva anterior”, explica Flores.

 

Los trabajadores vienen realizando marchas de protesta, plantones frente a las oficinas tanto en la planta de Lima, como en las de Motupe, situada en la región Lambayeque, 770 kilómetros al norte de Lima, y en la de Trujillo, ubicada 561 kilómetros al norte de la capital peruana.

 

“Los sindicatos debemos hacer conocer a la opinión pública que Backus no reconoce el esfuerzo de sus trabajadores que la ha convertido en una empresa de gran nivel, considerada en su rubro la número uno en el Perú”, afirma el dirigente sindical.

 

La huelga en el horizonte

 Antonio Silupú

 

Ante la situación que estamos viviendo, dice Antonio Silupú, secretario de Defensa del Sindicato Nacional de Obreros de Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston SAA,  “la gente está decidida a ir a la huelga, porque la empresa no se preocupa por el trabajador, ni por el incremento de los precios de los alimentos, afectando la canasta familiar. Cuando se cierran las puertas a la negociación, el único recurso que tiene el trabajador es la huelga”.

 

Silupú está convencido de que esta medida es inconveniente para ambas partes, porque tanto el trabajador como la empresa pierden en una huelga, “pero es la única forma en que podemos mostrar nuestro descontento. La empresa no está poniendo nada de su parte para resolver el pliego y dar un aumento justo”, explica el secretario de Defensa.

 

Utilizando un derecho que le otorga la ley, el sindicato le ha solicitado a la empresa el informe financiero, pero hasta el momento no se ha atendido su pedido. Esta actitud fue denunciada ante el Ministerio de Trabajo que multó a Backus con 1.200 dólares.

 

“La empresa oculta las planillas de los funcionarios, cuánto están ganando los gerentes y no quiere que se conozca cuánto representa la masa productiva. Ha preferido pagar la multa a dar esta información”, afirma el secretario general Flores.

 

Al respecto, Silupú agrega que “La empresa esta burlándose de las leyes peruanas y no le importa pagar la multa porque simplemente el monto no le afecta. Me pregunto cómo una transnacional que tiene sus códigos de conducta y dice que respeta las legislaciones de aquellos países en los cuales invierte, no cumple con la legislación peruana. No quiere mostrar su informe económico pese a que la ley así lo establece”.

 

El sindicato de empleados, por su parte, no se encuentra en mejores condiciones. Según Flores, desde hace tres años viene tramitando un pliego de reclamos que hasta el momento no ha sido atendido por los gerentes del Grupo Backus.

 

“Como sindicato de obreros nos solidarizamos con el de empleados que ha presentado tres pliegos de reclamos y aún no logra nada concreto. La empresa no presta atención a la demanda, no reconoce los derechos de los empleados”, agrega Flores.

 

El Sindicato Nacional de Obreros de Unión de Cervecerías Peruanas Backus y Johnston SAA está citado el próximo miércoles 18 para iniciar las reuniones de conciliación.

 

Utilidades recortadas

 Saúl García

 

Por otro lado, Saúl García, asesor legal del sindicato, explicó que otro de los malestares de los trabajadores está referido a cómo se han repartido las utilidades de 2007, año en el cual la empresa tuvo una rentabilidad de 196 millones de dólares, de los cuales el 10 por ciento se debió repartir, sin embargo, sólo se asignaron 12 millones.

 

De acuerdo a la interpretación de la ley que regula el derecho de los trabajadores a participar en las utilidades de las empresas que desarrollan actividades generadoras de rentas de tercera categoría -Decreto Supremo 892-, dictado durante el gobierno de Alberto Fujimori, las empresas pueden diferir el pago de utilidades.

 

“Las normas laborales en las cuales nos toca navegar en estos momentos no han sido modificadas sustancialmente por ningún gobierno posterior a Fujimori. Hubo una modificación que autoriza a las empresas a aplicar las pérdidas de ejercicios obtenidos en años anteriores a las utilidades. La ley de Impuesto a la Renta permite a las empresas adicionar algunos conceptos a la renta disponible o deducirlos”, explica García.

 

Backus aplicó estas adiciones y deducciones todas juntas en 2007, y al mismo tiempo difirió cerca de 4 millones de dólares de las utilidades, suma que podrá retener hasta diez años afectando directamente el monto que percibían normalmente cada año los obreros.

 

Ante las exigencias de los sindicalizados, la Asamblea Nacional de trabajadores conformó una comisión ad-hoc para que determine si la empresa actúo dentro del marco legal y evalúe la posibilidad de establecer algún tipo de demanda judicial.

 

La unión hace la fuerza

 

Finalmente, los dirigentes sindicales agradecieron la labor que realiza la UITA y solicitaron su apoyo para que sirva de nexo con otros sindicatos de obreros que trabajan en empresas de la transnacional SABMiller.

 

“Queremos reforzar la red de sindicatos cerveceros y constituirla en una red viva de trabajadores que nos permita compartir experiencias y estrategias”, afirmó Niltón Flores Peña.

 

Julia Vicuña Yacarine

Rel-UITA

16 de junio de 2008

 

 

 

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