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  Brasil

Entregan carta con reivindicaciones de trabajadoras y trabajadores rurales del Café

Entre el 21 y el  26 de setiembre, UITA, CONTAG y Oxfam realizaron una serie de actividades paralelas al Encuentro Internacional del Café que

se celebró en la ciudad de Salvador de Bahía. 

 

El Encuentro Internacional del Café estuvo controlado por los gobiernos, los representantes de los organismos multilaterales de crédito y las grandes empresas, desconociendo la participación de los pequeños productores y las organizaciones de asalariadas y asalariados rurales en la generación de riqueza con el café.

 

Ante eso se realizó un Encuentro Internacional por un Café Verdaderamente Sustentable que produjo la Carta de Salvador que fue entregada al Presidente de Brasil, Luiz Inácio Da Silva y a todos los participantes del encuentro oficial.

 

 

Salvador de Bahía, 23 de setiembre de 2005

 

 

Señoras y Señores participantes en la

II Conferencia Mundial de Café

 

Nosotros, pequeños productores, asalariadas y asalariadas rurales, cooperativistas, sindicalistas, miembros de ONG´s y académicos de diferentes universidades, de cuatro continentes, recorrimos miles de kilómetros para reunirnos en Salvador, en nombre de millones de personas que luchan día a día para sobrevivir  a pedir un café realmente sustentable.

 

En estos últimos tres días que estuvimos reunidos hemos podido compartir nuestros problemas, experiencias, propuestas y sueños. Vimos que los sacrificios que enfrentamos en nuestros países son semejantes. También hemos tenido oportunidad de reflexionar ampliamente sobre las condiciones en que nos encontramos frente a los cambios que se están dando en la producción y el comercio del café a nivel mundial.

 

Recordemos que la crisis no está superada.  Pasado su momento más grave, son muchos y diversos los actores que manifiestan su preocupación por lo que puede suceder con la producción, la industrialización y la comercialización del café.  Pero nuestros problemas continúan sin solución.

 

Para la concreción de un café verdaderamente sustentable, es necesario que la riqueza que genera se distribuya entre todos aquellos que trabajan su producción: pequeños productores, asalariadas y asalariadas rurales en actividades permanentes o estacionales, trabajadoras y trabajadores de la industria y del comercio minorista.

 

Muchos piensan que las salidas a la crisis están asociadas solamente a la consolidación del actual modelo de producción basado en mayores inversiones para la sustitución de cultivares ya adaptados localmente aumentando el uso de fertilizantes, agrotóxicos y mecanización, en búsqueda de mayor producción y productiva.  Este modelo supone costos inaccesibles para millones de pequeños productores y castiga a los asalariados rurales y provoca la degradación del medio ambiente.  Concentra la producción y comercialización en manos de un pequeño grupo de empresas que no practican la responsabilidad social al tomar decisiones que afectan a millones de personas, quedándose con la mayor parte de los beneficios del sector.  Este modelo es, por lo tanto, insustentable.

 

Los problemas de la producción de café son similares a los que enfrentan otros cultivos como el azúcar o el algodón, en  los que también se da una fuerte concentración del mercado y de las ganancias y la participación distorsionante de capitales especulativos.

 

El café verdaderamente sustentable  no puede ser considerado exclusivamente desde el punto de vista económico, debe, necesariamente, incorporar una perspectiva ética y política.

 

Desde el punto de vista ético se deben garantizar los derechos de ciudadanía de aquellas personas que realizan una contribución fundamental en la generación de riqueza.  Esos derechos son la estabilidad de los precios; el reconocimiento de los esfuerzos para mejorar los indicadores de protección del suelo y de la diversidad, a través de mejoras en las prácticas  de cultivo, cosecha y post-cosecha;  el reconocimiento de los derechos fundamentales de asociación y de negociación de convenios colectivos, incluyendo, especialmente, a las trabajadoras y trabajadores en actividades temporales que son los que enfrentan peores condiciones de trabajo y remuneraciones.

 

Desde el punto de vista político es imprescindible que los gobiernos acuerden e implementen políticas públicas que garanticen los derechos de todos los asalariados y asalariadas rurales, pequeños productores de café, y que sea posible avanzar en un modelo de desarrollo sustentable basado en la Seguridad y Soberanía Alimentaria.

 

Resumidamente, esperamos que esta Conferencia Mundial acoja nuestras principales demandas:

 

Acuerdo Internacional del Café (AIC): proponemos que la renegociación del AIC decida trabajar el tema de la sustentabilidad dentro de la OIC, incluyendo la perspectiva de todos los actores implicados en la cadena productiva del café y cree espacios oficiales de representación política directa para las organizaciones de pequeños productores y asalariadas y asalariados rurales del café. 

 

Cooperación  para el desarrollo:  proponemos que la OIC coordine el desarrollo de proyectos para el sector cafetalero.  Los países deben destinar fondos para el desarrollo del sector, principalmente para los países en desarrollo.  Los compromisos de cooperación para el desarrollo del sector deben garantizar que los pequeños productores reciban la ayuda en forma directa.

 

Apoyo de los países productores al sector cafetalero: Proponemos que los gobiernos de los países productores se comprometan en la implementación de programas específicos destinados al sector cafetalero, beneficiando de manera especial  a los pequeños productores y a las asalariadas y asalariados rurales que más requieren de políticas públicas.  Es necesario garantizar el refinanciamiento de las deudas agrícolas, la creación de fondos para créditos, con tasas de interés adecuadas, para capital de giro e inversiones, apoyo a los programas de formación y capacitación de los agricultores y asalariados en el sistema de producción, procesamiento y comercialización, garantizar el acceso a informaciones sobre los mercados y promover la inserción de la producción de la agricultura familiar en los mercados.  Los gobiernos también deben comprometerse en la ratificación, divulgación y efectivo cumplimiento de todas las Convenciones de OIT vigentes, en especial el Convenio N184.  Y, finalmente, quisiéramos incentivar y apoyar aquellas iniciativas de debate y coordinación política entre los países productores que buscan sentar las bases de un comercio con justicia entre las naciones.

 

Queremos y nos comprometemos a que este espacio que utilizamos para hacer conocer nuestras dificultades y nuestras propuestas de solución sea permanente, y haremos nuestros mayores esfuerzos en ese sentido.

 

CONTAG/FETAGs, Brasil

GLACC

Rel-UITA

Oxfam Internacional

Koffie Coalitie, Holanda

 

 

Representantes de las Organizaciones junto al Presidente Lula

 

26 de setiembre de 2005

 

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

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