FLORICULTURA │ DERECHOS HUMANOS
Con Aidé Silva
“Se está
acabando con la vida
de los trabajadores
de la floricultura”
Aidé Silva, ex presidenta de la Unión de Trabajadores de las
Flores (UNTRAFLORES), participó del Primer Foro sobre
Cambios en la Floricultura realizado en abril del presente
año. En su intervención denunció las penosas condiciones de
trabajo y de vida para las trabajadoras y trabajadores de un
sector que de flores no tiene nada.
Aidé
es una activista como pocas, que viene desempeñando una
labor extraordinaria en la organización sindical de los
trabajadores y trabajadoras de la floricultura. Al frente de
UNTRAFLORES y del Proyecto que la Rel-UITA
desarrolla junto a la FNV de Holanda, supo
enfrentar los dramáticos momentos que padecieron cientos de
trabajadores en las huelgas en las empresas CI Riegel
Farms, Belinda,
Splendor Flowers,
Guacarí, Flores de las Indias, entre otras.
En el inicio del Foro se la notó emocionada al destacar la
importancia de la actividad, agradeciendo a la nutrida
concurrencia y a las organizaciones nacionales e
internacionales que acompañaron ese esfuerzo. Seguidamente
cambió el tono y manifestó su inconformidad: “A este
importante Foro hemos invitado a las autoridades de los 16
municipios que integran la Sabana de Bogotá, y solo
registramos la presencia de dos. Esto es una situación muy
triste y que demuestra el desinterés que las autoridades
tienen ante la problemática de los trabajadores”.
Seguidamente hizo referencia a los cambios que la
floricultura colombiana ha registrado en los últimos años: “Cuando
ingresé a trabajar había más de 500 empresas de capitales
nacionales e internacionales. Un importante número de ellas,
pequeñas y medianas, ha desaparecido. El sector está hoy
altamente concentrado en no más de cinco grandes grupos que
participan prácticamente desde la producción hasta la
distribución en Estados Unidos, el principal
consumidor de las flores colombianas”.
Esta intensidad en la labor, está acabando con
la vida de los trabajadores, que en tres o
cuatro años ya no servirá para nada y cuando se
enferma simplemente lo botan |
En relación con las condiciones de trabajo, resumió la
situación partiendo de la huelga en la empresa Benilda
en 2009, donde los 400 trabajadores, en su mayoría mujeres,
fueron a la huelga ante el no pago de sus quincenas y sus
obligaciones sociales. “Hoy ̶
prosiguió Aidé ̶ los trabajadores venden su mano de
obra por unos 10 dólares diarios, incluyendo transporte, la
seguridad social, alimentación, todo. La pregunta es:
¿cuánto le queda líquido a ese trabajador por ese día de
labor? Además, hay otra cuestión –agregó-, los municipios se
están recargando en su presupuesto de salud ante el abandono
de las empresas cuando un trabajador o una trabajadora caen
enferma. Por eso repito que es una pena que los
representantes de los municipios no estén aquí, porque ellos
están apoyando un modelo de producción que es insostenible”.
Finalizando, denunció “la carga laboral tan brutal que se
está padeciendo en los cultivos. Cuando yo ingresé a
trabajar en 1991 atendía 20 camas de producción, ahora son
70 y 80 camas de producción para un trabajador.
Esta intensidad en la labor está acabando con la vida de los
trabajadores, que en tres o cuatro años ya no servirá para
nada, y cuando se enferma simplemente lo botan”, enfatizó
Aidé.
|