México – Nuevo Vallarta

Taller Estratégico de HRCT

Aumenta el turismo en toda la región, pero los beneficios no llegan a los trabajadores

 

Entre el 22 y el 23 de octubre se realizó en Nuevo Vallarta,
estado de Nayarit, México, el Taller Estratégico del Sector Hoteles, Restaurantes, Catering y Turismo (HRCT) de la Rel-UITA en el que participó una docena de delegaciones de diversos países de la región. Sirel presenta aquí una síntesis de los aportes que se hicieron durante la reunión

 

Manuel Romero Peña, Enrique Ramos, Alcir Matos, Eduardo Esquivel y Héctor Mora

 

En los informes que aportaron varios de los participantes se verificaron algunas constantes, sobre todo el crecimiento incesante en los últimos años de la actividad hotelera y gastronómica vinculada al turismo.

 

Diversas zonas continúan siendo explotadas intensivamente, como el Caribe mexicano y la costa oceánica de Brasil que reciben a millones de turistas anualmente, mientras que otras permanecen prácticamente vírgenes como, por ejemplo, la mayor parte de la zona caribeña de Nicaragua y de Guatemala, mientras en Honduras comienzan a plasmarse algunos megaproyectos, incluyendo el muy polémico de Bahía de la Tela.

 

En líneas generales, es posible definir que el turismo global viene creciendo de manera vertiginosa, y que si bien las proyecciones indican que la región no ocupará el primer puesto de ese incremento planetario, sí recibirá una parte muy importante de los millones de nuevos turistas que año a año se mueven por el mundo.

 

Simétricamente con este aumento de la actividad, también notoria en algunas de las grandes ciudades del sur de Latinoamérica como Buenos Aires, la cantidad de empleos se ha venido incrementando, y un análisis de tendencia indica que ese movimiento continuará acentuándose en los próximos años.

 

No obstante, la realidad de los trabajadores y trabajadoras del sector en América Latina es muy heterogénea, y en muchos importantes emplazamientos hoteleros y gastronómicos no existe aún organización sindical. Asimismo, la mayor parte de los empleos que ofrece el sector HRCT en la región son de mala calidad, con remuneraciones muy bajas, sobreexplotación, excesiva carga laboral y violación reiterada de la legislación laboral básica. En suma, la actividad aumenta, el sector crece, las empresas se multiplican y florecen, pero la mayor parte de los trabajadores y trabajadoras permanecen en la pobreza, en algunos casos en la extrema pobreza.

 

Los beneficios obtenidos por el fuerte flujo turístico se concentran en las capas empresariales de la sociedad, propietarias de muchos emprendimientos que en algunos casos hasta gozan de privilegios fiscales, pero se niegan a remunerar y considerar a sus empleados de acuerdo a la riqueza que estos colaboran en generar.

Edilsa Bernal

 

Edilsa Bernal, secretaria general del Sindicato Industrial de Trabajadores Gastronómicos, Hoteles Comercio y Afines (SITGHCA), informó que el salario mínimo en Panamá es de 287 dólares mensuales, esto es 1,37 dólares la hora, que es lo que pagan los grandes hoteles.

 

“Lo que lamentamos es no tener la unidad suficiente para poder afiliar a más de los tres hoteles que hasta ahora hemos logrado organizar, siendo que en Panamá están presentes todas las principales cadenas hoteleras del mundo”, expresó Edilsa. Informó que su organización tiene la intención de afiliarse a la UITA, y que están dando los últimos toques a un Plan de Organización que tiene como objetivo incrementar rápidamente la afiliación de nuevos sindicatos hoteleros y de locales de comida rápida. Existen conversaciones con la Confederación de Trabajadores de la República de Panamá (CTRP) -auspiciadas por la Rel-UITA- para analizar las posibilidades de crear una Federación Hotelera que agrupe a los diversos sindicatos que actualmente existen en los siete hoteles que ya están organizados.

 

Edilsa es la secretaria general del Sindicato de Mc’Donalds donde trabaja desde hace más de dos décadas como administrativa, en lo que constituye una excepción a nivel de América Latina, ya que Mc’Donlads es una empresa furiosamente antisindical.

Bernabel Matos

 

Bernabel Matos, secretario de Educación de la Rel-UITA para el Caribe, relató que, al igual que en muchos otros países de América Latina, en República Dominicana el turismo continúa en auge y constituye el segundo rubro generador de divisas en el país, detrás de las remesas de dominicanos que viven en Estados Unidos y Europa. Los varios salarios mínimos que existen fueron acordados por sectores. En referencia al turismo, hay dos organizaciones sindicales que, a pesar de que supuestamente se han fusionado, en realidad discuten con las empresas cada cual por su lado.

 

Son pocos los hoteles en los que existe organización sindical. Hay una fuerte incidencia del trabajo en negro y del trabajo ilegal, en virtud de la fuerte inmigración haitiana, casi toda indocumentada, que queda a merced de empresarios inescrupulosos. Se verifican también los llamados “contratos blancos”, esto es, acuerdos entre empresarios y supuestos sindicatos que se producen inclusive antes de que los hoteles estén abiertos.

 

“En resumen -sintetizó Bernabel-, en República Dominicana hay cada día más hoteles, más trabajadores, y también menos de ellos están organizados. En general, apenas el 8 por ciento de los trabajadores dominicanos está sindicalizado, y de ellos, sólo el 15 por ciento tiene un Convenio Colectivo firmado”.

Marcial Cabrera

 

Marcial Cabrera, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores de la Alimentación, Agroindustria, Turismo, Servicio/ Comercio y Conexos de Nicaragua (FUTATSCON), explicó que el sector HRCT emplea en forma directa a unos 17 mil trabajadores, los que podrían llegar a cerca de 30 mil si se agregan los empleos indirectos. Un 20 por ciento de ellos está tercerizado. El salario mínimo llega a 105 dólares mensuales mientras que la Canasta Básica tiene un valor aproximado de 349 dólares, y la tasa de desempleo y subempleo alcanza al 50 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA).

 

También en Nicaragua el turismo creció exponencialmente, y ha pasado a ser el primer rubro de actividad económica, desplazando a los tradicionales de la agricultura y la ganadería. Nueve de las principales cadenas turísticas transnacionales están presentes en Nicaragua.

 

En 2006 la actividad turística -con cerca de 900 mil visitantes- generó 230 millones de dólares, lo que significa un incremento del 30 por ciento en relación con 2005, cuando los ingresos por este concepto fueron de 183 millones de dólares. Esto equivale al 22 por ciento de todas las exportaciones de ese año. Por sexto año consecutivo, el turismo representó el sector de mayor ingreso de divisas para el país.

 

“No obstante esta importancia estratégica del turismo, Nicaragua tiene enormes limitaciones de infraestructura -subrayó Marcial-. Esa es la situación en la costa del Pacífico, mientras que en la del Caribe, el huracán Félix, que la azotó en setiembre pasado, devastó gran parte de la poca estructura que allí existía. Cabe destacar que ahora contamos con una Escuela Nacional de Hotelería que ha comenzado a trabajar este año”.

Aurora Acuña

 

Aurora Acuña, asesora en Educación de FUTATSCON, aportó que el índice de empirismo de los trabajadores del sector llega al 98 por ciento, y la capacitación hasta ahora ha corrido casi exclusivamente por cuenta de las empresas. “En Nicaragua los empresarios del sector están organizados en asociaciones y cámaras -explicó Aurora-, bastante más que los trabajadores. En consulta con aquellos hemos concluido que expresan una carencia de personal calificado. Esto es endémico en el país, por eso muchas veces el turista no regresa a Nicaragua. El personal es formado por la empresa para hacer el trabajo en su establecimiento, o sea lo contrario de una formación profesional”.

 

Los bajísimos salarios que ofrece el sector determinan que muchos prefieren reorientarse hacia la informalidad o intentar la emigración. “La triste realidad es que este año hemos hecho una intensa campaña entre los jóvenes, ofreciendo cinco carreras: cocinero/a, mesero/a, camarera de piso, recepcionista de hotel y guía turístico, pero nadie quiso inscribirse, porque la perspectiva laboral y salarial les espanta”, agregó Aurora.

 

Alcir Matos, responsable de Relaciones Internacionales de la Confederação Nacional dos Trabalhadores no Comércio e Serviços  (CONTRACS), de Brasil, relató que el país está viviendo un momento de auge que atrae a las transnacionales y, al mismo tiempo, han surgido transnacionales desde Brasil.

Alcir Matos

 

La CONTRACS reúne a 16 sindicatos del área hotelera que representan casi 200 mil trabajadores. El salario mínimo se ubica en los 200 dólares, lo que, según Alcir, es completamente insuficiente. Investigaciones de institutos vinculados al mundo laboral determinaron que actualmente una familia precisa 600 dólares mensuales para satisfacer sus necesidades básicas.

 

En los Convenios Colectivos firmados por la CONTRACS en el sector hotelería, la escala de salarios va desde 1,3 a 4 salarios mínimos, dependiendo sobre todo de lo que cada sindicato haya determinado para su caso específico y en relación con las diferentes categorías.

 

Uno de los problemas más comunes en algunas regiones es la imposición patronal de la metodología llamada “banco de horas”, según la cual los trabajadores hacen horas extras pero en lugar de cobrarlas como tales, las cambian por jornadas libres, lo que constituye un gran ahorro para las empresas. También existen empleos multicategorías, en los cuales una persona ocupa varios roles simultáneamente pero es remunerado por el menor salario posible.

 

Con 115 establecimientos en todo el país, la red Accor es la mayor empresa hotelera de Brasil con ingresos anuales de aproximadamente 160 millones de dólares, y sus beneficios alcanzan los 7 millones de dólares al año, con tendencia de constante crecimiento. Emplea a unas 40 mil personas. Los principales asociados a la red Accor son Sofitel, Novotel, Mercure e Ibis.

 

En función de una inflación baja, los aumentos salariales no superan el 5 por ciento en el mejor de los casos, por lo que la estrategia de los sindicatos ha sido apuntar al incremento de los beneficios sociales como planes de salud, primas por hijos, etc.

Armando Ruiz Rubio

 

Armando Ruiz Rubio, presidente de la Unión Nacional de Trabajadores de la Industria Alimenticia, Refresquera y Turística, Hotelera, Gastronómica y Similares y Conexos (UNTIARTHG), afiliada a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), de México, señaló que en virtud de las profundas transformaciones en el orden jurídico que se han aprobado en el país con respecto a los sindicatos, y su inminente entrada en vigor, las organizaciones de la rama que están atomizadas en diversas centrales deberían unirse para hacer frente a este desafío.

 

“Nosotros como CROC -expresó Armando- estamos tratando de llegar directamente a las bases de los trabajadores para cambiar la imagen que ellos tienen de los sindicatos. Hemos implementado varios programas que se aplican en las empresas, y también realizamos un fuerte trabajo social. Por otra parte, en consonancia con la UITA, hemos identificado que uno de nuestros principales problemas son los llamados ‘contratos de protección’ o ‘contratos blancos’. Nuestro líder, el contador Isaías González Cuevas, ha establecido que debemos acabar con ellos porque están dejando desamparados a los trabajadores. Ese es ahora uno de nuestros principales objetivos”.

Gerardo Iglesias, Enrique Ramos
y Fernando Martínez Gallegos

 

Fernando Martínez Gallegos, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Hotelera, Gastronómica y Conexos de la República Mexicana (SITIHGA), afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), citando la intervención de Armando Ruiz comentó que “El enemigo no está dentro de los sindicatos, sino afuera, en la extrema derecha que ha gobernado este país, y también en la extrema izquierda que pretende gobernarlo. Hemos recibido muchos ataques desde el gobierno, que ha intentado desprestigiarnos por todos los medios, difundiendo la idea de que México tiene un sindicalismo corrupto, que no vela por los intereses de los trabajadores. Pero los sindicatos son imprescindibles, porque no conozco a ningún patrón que les dé más dinero a sus trabajadores porque hicieron bien su labor. Son los sindicatos lo que defienden el salario de los trabajadores, y sin ellos viviríamos en una gran injusticia social”.

 

Fernando expresó que contra la opinión de algunos, él estima que la CTM y la CROC no son antagónicas sino que marchan por el mismo camino y tienen el mismo objetivo. Ratificó el llamado a la unidad realizado por Armando Ruiz y fustigó los “contratos de protección” que crecientemente ocupan espacio sin organizar realmente a los trabajadores, práctica que es promovida y aprobada por la Secretaría de Trabajo del gobierno federal.

 

“Nos sentimos fortalecidos por nuestras bases, que son la esencia del sindicato, y debemos dar la batalla contra los ‘contratos de protección’ que vacían de sentido nuestras instituciones. Esa batalla -afirmó- debemos darla en unidad, por eso he invitado a Héctor Mora a que estemos juntos, y he invitado a varios otros sindicatos a que nos unamos. Por eso, estimado Armando -dijo dirigiéndose a Ruiz Rubio-, nosotros que somos dirigentes jóvenes debemos inspirarnos en los ideales fundadores de la CTM y de la CROC, tenemos que buscar alternativas para que la gente siga creyendo en nosotros. Tenemos que dejar de pensar que cada cual va por sus siglas y trabajar para construir una visión común. Esta reunión es realmente muy importante en ese sentido, y debemos salir de ella con esa luz, para llevarle la esperanza a los trabajadores, para que se sientan orgullosos de pertenecer al sindicato”, finalizó.

Manuel Romero Peña

 

Manuel Romero Peña, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores Hoteleros, Turísticos, Alimentación, Similares, Conexos y Afines de Venezuela (SINTRA-HOSIVEN) refirió las dificultades que enfrentan los sindicatos ante las reformas legales y políticas que viene implementando el gobierno de Hugo Chávez que, como consecuencia de la no comparecencia de la oposición en las elecciones, dispone de la cuasi unanimidad de la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo Nacional Electoral y demás organismos de contralor del Estado.

 

Manolo” -como todos lo conocen-, afirmó que el gobierno produjo un cambio total de los funcionarios del Ministerio de Trabajo, y que todos los sindicalistas que no están a favor del presidente Chávez figuran en una lista que circula en todas las instituciones vinculadas a esa Cartera de gobierno. “No nos dicen que no -ejemplificó-, pero tampoco que sí”. Definió la situación actual como “bastante grave”, y expresó que la Confederación Venezolana de Trabajadores (CTV) “ya no existe, se acabó, así como todas las organizaciones democráticas que apoyaban al movimiento sindical”.

 

Aclaró que tampoco existe una organización sindical “de Chávez”. La nueva central, Unión Nacional de Trabajadores (UNT) está dividida en cinco grupos diferentes y existe una fuerte disputa por el poder. El último intento de elecciones internas terminó con incidentes violentos que impidieron llevarlas a cabo. “Pero ahora viene lo peor -anunció Manolo-. Con la próxima reforma constitucional vienen los Consejos Laborales que se deben implementar en cada empresa, integrados por tres trabajadores elegidos por sus compañeros. Este Consejo tendrá la facultad de reclamar el balance de la empresa y cualquier otra información. De hecho, es la que resolverá los problemas a los trabajadores, y en ese marco uno se pregunta, entonces, ¿de qué servirán los sindicatos? Parece claro que es una forma de eliminar a todos los sindicatos. La reforma será plebiscitada el próximo 2 de diciembre, y si es aprobada, no sé cuánto tiempo más vamos a durar”.

 

Para dividir aún más al movimiento sindical -explicó Manolo-, los patrones aceptaron negociar con un sindicato por cada empresa, lo que hace que en este gobierno se han fundado 5 mil nuevos sindicatos en todo el país. Sólo en Caracas hay diez sindicatos de hotelería.

 

“El futuro es totalmente incierto -señaló-, y ahora es nuestro turno de quejarnos en estas reuniones. Antes pensaba que los demás se quejaban demasiado, pero ahora es nuestro turno. Lo tenemos merecido, porque cuando tuvimos todo el poder no hicimos nada, y el movimiento sindical está pagando las consecuencias. Sólo puedo decirles, pedirles, que sean solidarios con nosotros porque lo necesitaremos”.

Gilberto García

 

Gilberto García, integrante del Centro de Estudios y Apoyo Laboral (CEAL), de El Salvador, informó que el turismo está siendo promocionado por el actual gobierno como una actividad prioritaria para el país, y otorgó algunas exenciones impositivas. En 2006 se superó por primera vez el millón de turistas que dejaron 780 millones de dólares en el país.

 

Las principales cadenas hoteleras con emprendimientos en El Salvador son Holiday Inn, Marriot, Confort Inn, Hilton, Radisson, Intercontinental, Decameron (Ressort), Sol Meliá (Ressort, en construcción). En total, el sector cuenta con 297 hoteles y casi 6.700 habitaciones, con un promedio anual de ocupación del 60 por ciento.

 

Las últimas cifras disponibles son de 2004 -actualmente la actividad ha crecido notablemente- y ellas establecían que juntas, la hotelería y la gastronomía empleaban a 45 mil personas de forma directa, y a unas 140 mil de forma indirecta.

 

El sector paga el salario mínimo -174 dólares mensuales- y se verifica una fuerte flexibilidad laboral, así como graves problemas en el acceso a la seguridad social, inestabilidad laboral, horarios excesivos y escaso cumplimiento de la normativa laboral básica.

 

En 2006 el ingreso generado por el turismo representó el 4,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). En comparación, las remesas de los salvadoreños y salvadoreñas en el exterior equivalen al 18 por ciento del PIB.

 

En la actualidad, las organizaciones sindicales han perdido su influencia en el sector. La Federación Sindical de Trabajadores Salvadoreños del Sector Alimentos, Bebidas, Hoteles, Restaurantes, Agroindustrias (FESTSSABHRA), perdió su principal afiliada en el sector cuando la compra del Club Salinitas por parte de Decameron en 2004.

 

En Nuevo Vallarta, Carlos Amorín

© Rel-UITA

22 de noviembre de 2007

 

 

 

 

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