Argentina

 

 

 

 

Con Arturo Jorge Videla

 

 

“El sector lácteo argentino es estratégico

para la seguridad alimentaria nacional”

 

En diálogo con Sirel, Arturo Jorge Videla, subsecretario de Lechería del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, evaluó la marcha del Programa Nacional de Lechería (PNL), sus avances y desafíos.

 

-¿Qué progresos ha experimentado el Programa Nacional de Lechería?

-Después de la presentación del Programa, que la hicimos en la Conferencia Mundial del Sector Lácteo de la UITA, continuamos construyendo nuestra agenda sectorial con los gobiernos provinciales, con los actores de la producción y de la industria y con los trabajadores del sector a través de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA). 

 

En septiembre pasado, el Ministerio de Agricultura aprobó el Programa Nacional de Lechería (PNL) con una asignación inicial de hasta 48 millones de pesos (unos 12 millones de dólares), para el ejercicio financiero 2010.

 

A un mes de cumplir con nuestro primer año de gestión, el Programa ya ha sido presentado en las distintas cuencas lecheras del país y a los actores de la producción, por lo cual estamos muy satisfechos.

 

-Un eslabón muy sensible para el Programa son los pequeños y medianos productores…

-Sí, la defensa de estas categorías, especialmente de aquellos que ejercen su actividad en tierras arrendadas es un tema sensible. Aspiramos contar con un sistema de liquidación única para toda la industria láctea a nivel nacional, y a establecer el pago de la materia prima según parámetros de calidad que ya fueron acordados. Con esto queremos dar seguridad al productor y evitar esa incertidumbre sobre su ingreso que tanto perjudica.

 

Desde el PNL se designarán laboratorios que analizarán y certificarán el producto, como es el caso del Instituto Nacional de Tecnología Industria (INTI).

Hay que asegurar el abastecimiento del mercado interno y favorecer la exportación de productos con mayor valor agregado. Contribuir desde el sector lácteo a garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria nacional.

 

Además, como otra forma de apoyo concreto, en mayo de este año lanzamos una línea de financiamiento al productor con una tasa subsidiada por el Ministerio del 6 por ciento, cuando en el mercado las tasas oscilan entre un 14 y un 15 por ciento anual.

 

-Existe un manifiesto entusiasmo por parte de ATILRA. ¿También se percibe en los demás actores de la cadena?

-Quizá no tan efusivo como lo demuestra la gente de ATILRA, pero sí está presente en aquellos que tienen claro que hay que marcar un Norte para el sector lácteo, que tiene un importante potencial. Y la herramienta es el PNL, desde donde se implementarán políticas de mediano y largo plazo que den previsibilidad a los trabajadores, a los productores, a la pequeña, mediana y gran industria.

 

Argentina necesita contar con productos de excelencia y buscar a través de una estrategia común, un mejor posicionamiento de sus productos en los mercados internacionales, donde el Estado debe ser un facilitador en la detección de nuevos nichos de mercados de exportación.

 

El entusiasmo de los compañeros de ATILRA tiene que ver también con que hace algunos días presentamos el programa de trabajo que vamos a desarrollar junto a los gobiernos provinciales, las municipalidades, los organismos técnicos, universidades y las PyMES.

 

En síntesis, estamos hablando de generar nuevas oportunidades para que más gente se sume al sector lechero y potenciar lo que ya está funcionando bien; hablamos entonces de un número mayor de trabajadores, y por lo tanto del crecimiento de ATILRA

 

-¿Las PyMES juegan un rol esencial en la reactivación del sector lácteo?

-Sin duda alguna, y le damos una atención especial en el PNL. El objetivo es contribuir a su fortalecimiento, fomentar el “asociacionismo”, promover la creación de “bienes colectivos” y la inclusión y participación de la gente en los proyectos. Nos proponemos que las PyMES mejoren su competitividad, y para ello, desde el PNL, brindaremos apoyos técnicos y económicos.

 

En esta dirección hemos incorporado a Carlos Berra, ex director de la Escuela Superior de Lechería, que ha realizado recientemente varios trabajos en cuencas lecheras en Centroamérica y está actualmente cumpliendo la función de asesor en la Subsecretaría. Berra está llevando adelante un programa de capacitación destinado a las PyMES que cuenta también con un espacio de capacitación para los trabajadores de la industria láctea

Donde hay actividad lechera hay gente, hay poblaciones. Desde el PNL, y con la participación activa del Estado, pretendemos mejorar la disponibilidad y buen funcionamiento de la infraestructura vial, energética, comunicacional y en las propias instalaciones, fomentando la radicación y minimizando el éxodo rural.

 

-¿Los cluster suman para esos propósitos?

-Evaluamos que los cluster, o polos de desarrollo, en las diferentes regiones y zonas de interés estratégico, son procesos fundamentales para que las cuencas lecheras sean más competitivas; para el aprovechamiento eficiente de las capacidades instaladas en esas zonas y una instancia de aprendizaje del trabajo cooperativo.

 

Los cluster serán de utilidad para identificar a los diferentes actores y para que todos los emprendimientos estén inscriptos a nivel de los gobiernos locales, en la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCA), y que el personal contratado por cada empresa esté en blanco, es decir, debidamente registrado.

 

-Más oportunidades para un sector que está en el sexto lugar en la generación de mano de obra y es la cuarta actividad que mejor redistribuye el ingreso…

-Eso se observa en nuestros campos: donde hay actividad lechera hay gente, hay poblaciones. En este sentido, desde el PNL, y con la participación activa del Estado, pretendemos mejorar la disponibilidad y buen funcionamiento de la infraestructura vial, energética, comunicacional y en las propias instalaciones, fomentando la radicación y minimizando el éxodo rural.

 

Hay que mejorar la calidad de vida de los operarios y las familias que trabajan en los establecimientos lecheros, como así también sus condiciones habitacionales. Ir hacía el desarrollo de la calidad de vida de la familia rural en toda su actividad.

 

-¿Preocupa el crecimiento de Brasil en el sector?

-No, nos preocupa que estemos trabajando con una capacidad ociosa muy alta. Argentina debe pasar a ser un jugador de peso, y no sólo abastecer al mercado interno sino tener nuestras plantas a pleno en términos de producción y trabajo. Hay una creciente demanda de productos lácteos a nivel internacional que nosotros debemos atender, aspirando a pasar de 10 a 14 millones de litros anuales, y de 202 litros per capita por año a 220 litros en los próximos cinco años.

 

-¿Satisfecho con lo realizado hasta ahora?

-Mucho. Se observa un avance significativo, importante, en un proceso que comenzó a gestarse en 2000 y que estamos ansiosos por definir rápidamente para que el PNL comience a operar de lleno, aunque, claro está, contemplando los tiempos de adaptabilidad que requiere contar con un instrumento como éste, destinado a un sector que es estratégico para la seguridad alimentaria nacional.

 

 

Lorenzo Basso, viceministro de Agricultura; Hector Ponce, secretario general de ATILRA

y Jorge Aturo Videla, subsecretario de Lechería

En Buenos Aires, Gerardo Iglesias

Rel-UITA

18 de octubre de 2010

 

 

 

 

 Foto: Gerardo Iglesias

 

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