Argentina - Paraguay

 

Con Guillermo Yegros, de Parmalat Paraguay

“Uno siempre espera más”

Guillermo Yegros trabaja en PARMALAT desde 1994, un año antes de la llegada de la transnacional italiana al Paraguay, cuando adquirió la planta San Lorenzo. Secretario general del Sindicato de Trabajadores de Parmalat, Yegros es un experimentado sindicalista y conocedor del sector lácteo paraguayo.

 

 

-¿Qué te pareció esta Conferencia Internacional?

-Nos pareció fantástica. Nosotros venimos de un país donde el movimiento sindical está muy deteriorado y hemos aprendido muchas cosas aquí. Fue una experiencia bárbara porque compartimos con mucha gente de muchos otros países del mundo.

 

-Viajaron 15 horas en ómnibus sólo para llegar a Buenos Aires, ¿valió la pena?

-Somos cinco en la delegación del Sindicato y la verdad que me sorprendió, nunca había participado en una conferencia de esta magnitud y, por la cantidad de participantes y por la gran organización, nunca hemos visto un evento tan perfecto y que estimule tanto como este.

 

-¿Cómo defines la situación por la cual atraviesa el movimiento obrero en Paraguay?

-El movimiento obrero paraguayo está desacreditado, no tiene credibilidad, no tiene un rumbo fijo y el trabajador paraguayo está totalmente desprotegido, no hay apoyos. Es una decadencia tremenda.

 

-¿No mejoró nada con el gobierno de Fernando Lugo?

-No, el gobierno de Lugo resultó no muy diferente a los otros. Con Lugo nos habíamos ilusionado, pero siguen gobernando los que ostentan el poder económico y político: los de siempre. Su gobierno está en un callejón sin salida y la gente está desilusionada.

 

-Pero para el gobierno es difícil apoyar al movimiento, con tantas centrales sindicales, con tanta atomización y dispersión sindical…

-Lo que dices es verdad. Pero reitero, aquí cambió sólo el nombre, por ejemplo: el Ministerio de Trabajo continúa en manos de grupos de poder económico, e inclusive hay rumores de que quieren flexibilizar el Código Laboral, y si eso se llega a dar el movimiento sindical muere.

 

-Porque con esa división y escasa representatividad no se puede hacer mucho...

-Así es. La cosa está bien complicada.

 

-Sin embargo ustedes, como organización sindical, han demostrado a lo largo del tiempo que sí se puede luchar, que sí se puede lograr beneficios para los trabajadores, que es posible la unidad…

-Hemos tenido mucho apoyo de la UITA, siempre que tuvimos un problema la Internacional estuvo presente. En todos estos años se han realizado muchas campañas internacionales a favor del Sindicato. Muchas veces has venido tú, en otras oportunidades Carlos Amorín nos dio muy buenos consejos y orientaciones que fueron útiles para nosotros.

 

-Recuerdo que fuiste despedido siendo secretario general del Sindicato…

-Sí, y gracias a la unidad de los compañeros, a su movilización y a la UITA, se logró mi reintegro.

 

-¿Cómo están las centrales sindicales en Paraguay?

-Para mi están muertas, si un sindicato tiene un problema, no tiene dónde recurrir. Es muy difícil cambiar esta situación, con pocos trabajadores como hay en el país, tener cinco, seis centrales obreras es medio ridículo.

 

-Eres un conocedor de la producción lechera a nivel primario, ¿cuál es la situación de los pequeños productores lecheros en Paraguay?

-Soy del campo y, conociéndolo, sé de algunos medianos productores que consiguen ciertos beneficios del gobierno. En ese sentido, el Ministerio de Ganadería ha sacado un plan familiar campesino, a algunos productores les ha resultado positivo, pero otros quedaron por el camino.

 

Pero se nota una expansión interesante, hay nuevos tambos y hay mucha gente que está ahora mismo dedicado a este rubro.

 

-¿Tienen el mismo problema que otros países con el precio que se paga por la leche?

-Siempre tuvimos ese problema, pero ahora en nuestro país hay escasez de leche y los productores están recibiendo mejor paga porque hay una feroz competencia entre los industriales.

 

-¿En Paraguay sucede lo mismo que en Argentina, donde la soja está desplazando a los tambos?

-Sí, ocurre mucho, sobre todo en la frontera con Brasil, donde grandes colonos brasileros están ocupando tierras y plantando soja.

 

El gobierno está tomando cartas en el asunto, y sacó una resolución por la cual no se puede adquirir tierras hasta cierta distancia de la frontera. Pero igual que pasa aquí en Argentina, hay una situación creciente de concentración y extranjerización de la tierra.

 

-Bueno, ¿entonces el gobierno algo bueno está haciendo?

-(Risas) No todo es malo, es que uno esperaba más, siempre uno espera más…

 

Guillermo Yegros y Miguel Cuenca (STRAPARPASA)

En Sunchales, Gerardo Iglesias

Rel-UITA

15 de marzo de 2010

 

 

 

 

 más información galería fotográfica  repercusiones en la prensa

Foto: Gerardo Iglesias

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905