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Pesquera Diamante deja caer la máscara ante los trabajadores 
 
de Planta Pisco Sur, quienes por no aceptar sus reglas 
de juego han sido enviados al “destierro”. 
  
En una clara muestra que 
la unidad familiar de sus trabajadores de la Planta Pisco Sur es un tema que 
tiene poca importancia, la Pesquera Diamante los ha reubicado en las 
plantas de Mollendo y Paita ubicadas a 805 kilómetros al sur y a 1.357 
kilómetros al norte, respectivamente, de sus hogares.  
  
Juan Shimizu, 
secretario de Organización del Sindicato Nacional de Trabajadores de Pesquera 
Diamante SA, denunció a Sirel que la reubicación en plantas lejanas a 
la ciudad de Pisco, es una clara muestra de hostilización por parte de la 
empresa.  
  
“Nos castigan porque no hemos aceptado firmar una “renuncia voluntaria”. El más 
dramático, es el caso de la ingeniera laboratorista Carmen Hernández quien ha 
sido enviada a la planta de Mollendo sin importar que tiene tres hijos menores 
de 4, 8 y 14 años”, señaló. 
  
De Pisco a Mollendo son 15 
horas de viaje en bus, esta trabajadora ha tenido que irse y dejar a sus niños 
con un familiar. “Necesito el trabajo, el sueldo de mi esposo no alcanza para 
mantener a toda la familia”, relató la trabajadora afectada.  
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La reubicación no es el 
único castigo que la Pesquera Diamante SA viene implementando ante 
la negativa de los trabajadores afiliados al Sindicato Nacional a 
firmar una renuncia voluntaria, el despido por “falta grave” es otro 
recurso |  
  
Shimizu 
afirmó que demandarán el respeto de sus derechos y exigirán ser reubicados en 
una planta cercana a sus hogares. “A mí me han trasladado a la planta de Paita a 
cumplir otras funciones, pese a este atropello no renunciaré a mi derecho al 
trabajo porque no estamos solos, contamos con el respaldo de la UITA y de 
la Federación Nacional de Trabajadores, Sector Alimentos, Bebidas y Afines
(FNT-CGTP-ABA)”, precisó. 
   
Pero la reubicación no es 
el único castigo que la Pesquera Diamante SA viene implementando ante la 
negativa de los trabajadores afiliados al Sindicato Nacional a firmar una 
renuncia voluntaria, el despido por “falta grave” es otro recurso. Tal es el 
caso del trabajador Carlos Carmelino.  
  
A Carmelino lo 
acusan de haber faltado de palabra al superintendente Luis Cuba Rodríguez, 
según el jefe de seguridad el 3 de agosto se produjo este hecho. Lo “curioso” 
del caso es que la carta de notificación de falta grave le llegó al trabajador 
el 8 de setiembre, un mes y cinco días después de haberse producido el 
incidente. 
  
“Ese día yo estuve 
haciendo trámites para el Sindicato, resulta muy conveniente para la empresa que 
el jefe de seguridad testifique que me vio cometiendo falta grave. Todo ha sido 
montado porque días antes estuve a cargo de solicitar una inspección en la 
planta porque la estaban desmantelando sin aviso a las autoridades del 
Ministerio de Trabajo”, declaró a Sirel Carmelino.  
  
Julio Falla, 
presidente de la FNT-CGTP-ABA, este fin de semana visitó a los 
trabajadores de la Planta Pisco Sur para expresar el respaldo de la Federación y 
el de la UITA. “Sabemos que esta lucha será dura y hemos sido claros con 
los compañeros, pero lo importante es que no se dobleguen, que se sientan 
seguros que con la unidad sindical es posible defender el derecho al trabajo”, 
precisó. 
  
Indicó que se vienen 
reuniendo con los trabajadores de Pisco Sur pues la FNT-CGTP-ABA les 
brindará apoyo decidido. “Les hemos dicho que no están solos que acudiremos a 
todas las instancias respectivas a fin de garantizar un trabajo digno y la 
armonía familiar”, puntualizó. 
  
La Pesquera Diamante 
en su página web se define como una empresa peruana de vanguardia que busca 
siempre alcanzar nuevas metas, enfocarse en nuevos objetivos y reinventarse con 
cada acción, para beneficio de sus clientes, personal, accionistas y la 
comunidad en general. 
  
Al parecer la Pesquera Diamante se ha olvidado del compromiso que tiene con sus 
trabajadores de Pisco Sur y con los familiares de estos. 
  
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