El Salvador

Con Gilberto García

Un desplante que revela la doble cara de la empresa

La delegación internacional y los sindicalistas

 locales ante la planta de Calvo Conservas

en El Salvador

 

 

El responsable de Calvo en El Salvador, Miguel Ángel Peñalva, se negó a recibir a una delegación sindical de la española CCOO, a pesar de haberle dado una cita con anticipación. Sirel dialogó con Gilberto García, del salvadoreño Centro de Estudios y Apoyo Laboral (CEAL), quien participó en las gestiones realizadas por los sindicalistas.

 

 

 

 

 

 

-¿Cuál fue el resultado de la visita de la delegación de Comisiones Obreras de España a Calvo de El Salvador?

-Durante la última gestión que hicieron los compañeros y compañeras de Euskadi se intentó obtener una entrevista con Miguel Angel Peñalva, responsable del Grupo Calvo aquí en El Salvador. A pesar de que en la charla que se mantuvo días antes con su asistente en la propia planta ubicada en la localidad de La Unión, a 250 kilómetros de San Salvador, ella había asegurado que Peñalva nos recibiría el 18 de mayo en las oficinas que la empresa tiene en la capital, llegado el momento se nos comunicó que él había viajado fuera del país y que no había dejado ninguna persona encargada para recibir a la delegación sindical de CCOO. Según su asistente, Peñalva dejó el curioso recado de que el tema referido a las denuncias del Sindicato General de Trabajadores de la Industria Pesquera y Actividades Conexas (SGTIPAC), Seccional Calvo Conservas, lo estaría discutiendo con los sindicatos españoles.

 

-¿Cómo evaluaron ustedes este comportamiento?

-Entendemos que fue un desplante hacia la delegación de CCOO y hacia el sindicato local, porque a pesar de que se hicieron todas las gestiones en tiempo y forma, ha resultado imposible dialogar con una persona tan esquiva. Quiero destacar que quien solicitó la entrevista fue el compañero Josu Onaindi, no sólo secretario general de CCOO de Euskadi, sino también integrante del Directorio Nacional de esta central española.

 

-¿Cuál fue la reacción del compañero Onaindi?

-El comentario público que él hizo ante la prensa que estaba cubriendo su visita fue que estaba completamente sorprendido, sobre todo por el doble estándar o la dualidad de criterios que usa esta transnacional que en España se comporta de una manera y aquí de otra totalmente distinta. Tras la sorpresa, Josu agregó que, finalmente, es coherente que esto ocurra en un país en el cual la institucionalidad laboral es muy débil, es apenas cosmética, y donde el gobierno no hace nada por fortalecer esa institucionalidad.

 

-¿Cuál es la reacción de los sindicatos españoles?

-CCOO y UGT se han involucrado en esta lucha. Ambas suscribieron una carta muy expresiva dirigida a las autoridades del Grupo Calvo en España. Esperamos que esta colaboración se profundice porque es lo que la situación está reclamando.

 

-¿Cómo es el ánimo en el Sindicato local?

-Es destacable que a pesar de los tres despidos recientes, los trabajadores y trabajadoras se siguen afiliando al Sindicato, en un incremento pausado pero constante. Lo que se espera es que esta resistencia que están llevando adelante dentro de la fábrica sea correspondida por una acción más fuerte del movimiento sindical internacional. Tenemos confianza en que juntos se podrá hacer prevalecer la justicia y la plena vigencia de los derechos sindicales.

Carlos Amorín

© Rel-UITA

24 de mayo de 2007

Carlos Amorín

 

 

 

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