-En marzo, en Buenos Aires, la Regional estará dando 
                    cumplimiento a una vieja aspiración: la creación del 
                    Departamento del sector bananero.
                    
                    -Es una alternativa que venimos analizando desde hace varios 
                    años, y la idea ha ido madurando como la fruta. Hoy 
                    necesitamos una estrategia para profundizar la labor de las 
                    organizaciones de trabajadores bananeros y plataneros desde 
                    lo específico de nuestro sector, y al mismo tiempo ir al 
                    encuentro de los nuevos desafíos que la UITA nos plantea. 
                    Estoy convencido de que en la articulación con las otras 
                    organizaciones de la Internacional, preocupadas por la 
                    creciente penetración de las transnacionales, por la pérdida 
                    que registran nuestros países en términos de soberanía 
                    alimentaria, los trabajadores del sector vamos a contribuir 
                    a la dignificación de la gente más allá de las plantaciones. 
                    Claro que para ello debemos todavía organizar sindicalmente 
                    a miles de trabajadores que no lo están en varios países de 
                    nuestra región. 
                    
                    
                    -¿Cuáles serían las tareas prioritarias? 
                    
                    -Debemos diseñar un plan de trabajo para la educación y 
                    formación de dirigentes, para que estén en capacidad de 
                    llevar adelante una labor diferente, porque en la actualidad 
                    muchos sindicatos se han quedado en el plano reivindicativo, 
                    son estructuras debilitadas que han perdido todo poder de 
                    interlocución con las empresas, con las autoridades de 
                    gobierno y con la misma sociedad. Necesitamos organizaciones 
                    fuertes por rama de industria, para ello, necesitamos nuevos 
                    líderes y bases conscientizadas. 
                    
                    Hoy tenemos unos dirigentes sindicales que llevan muchos 
                    años al frente de las organizaciones, que perdieron su razón 
                    de ser y cumplieron su ciclo de trabajo. Debemos entonces 
                    apoyar un proceso en el cual, desde las bases, trabajemos 
                    por un sindicato diferente. 
 
                    
                    
                    En Montevideo, 
                    Gerardo Iglesias
                    
                    © Rel-UITA
                    
                    15 de febrero de 2005