El Sindicato de Obreros de la empresa azucarera Calnu (SOCA), de la ciudad de Bella Unión, en el norte uruguayo, pedirá esta semana su integración formal a UITA. Sirel conversó con su presidente.

-¿Cuándo se fundó el SOCA y cuántos afiliados tiene en la actualidad?

-Nuestro sindicato se fundó el 6 de noviembre de 1971 y tiene más de 410 afiliados sobre un total cercano a los 500 trabajadores de la firma. Se trata de un gremio que nuclea a los obreros industriales del ingenio. Los zafreros componen la UTAA (Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas), con la cual trabajamos estrechamente pues la lucha es una sola.

 -¿Cómo comenzó la relación entre SOCA y UITA?

-Fue un encuentro que podríamos definir como casual. Hacía tiempo que técnicos de UITA trabajaban con productores de la zona como asesores en agricultura orgánica, tarea de gran valor pues se sabe de los graves problemas de salud que padecen los habitantes de esta zona por estar expuestos a continuas fumigaciones con agrotóxicos en las plantaciones hortícolas y de arroz.

En el sindicato conocíamos la experiencia de esta especie de reconversión productiva que además de preservar la salud y el medio ambiente crea nuevos puestos de trabajo, pero no habíamos establecido contacto con sus promotores. Hasta que el 6 de febrero de 2003 el cura párroco de Bella Unión nos pide prestado el local del sindicato para realizar una reunión entre productores y técnicos de UITA. Esa misma tarde comunicaron a la directiva del SOCA que la empresa había despedido a trabajadores del ingenio. Lo comentamos en el local, los compañeros de UITA se interesaron e inmediatamente apoyaron nuestra defensa de los obreros despedidos. A partir de allí se estableció una relación estrecha, que culminó ahora con esta resolución de la asamblea del SOCA de solicitar integración a UITA.

-Ustedes también forman parte de la central única de trabajadores uruguayos (PIT-CNT). ¿Es compatible integrar ambas organizaciones sindicales?

-Es una militancia absolutamente compatible, necesaria y complementaria. Integrar ambas organizaciones potencia a nuestro sindicato en circunstancias tan difíciles como las actuales para la ciudad de Bella Unión, donde el trabajo escasea y contamos con el mayor índice de mortalidad infantil del país. Con el PIT-CNT compartimos la lucha con todo el movimiento de trabajadores a nivel nacional y con UITA tenemos la posibilidad de enfrentar a las grandes transnacionales que actúan en Uruguay y en especial en el departamento de Artigas, donde está ubicada Bella Unión. La UITA nos brinda una organización de carácter latinoamericano y mundial.

Por otra parte, recién salimos de un conflicto en el cual tuvimos que ocupar la fábrica. Cada lucha, cada proyecto de producción alternativo demuestra a un sindicato como el nuestro, que opera en una ciudad como la nuestra, en el punto más lejano de Montevideo, que los trabajadores debemos estar más unidos y conectados que nunca dentro y fuera de fronteras.

Carlos Caillabet

©Rel-UITA

22 de setiembre de 2005