Brasil    VIOLENCIA EN EL CAMPO

     

Con Fábio Menezes

“La detención de Udo, es una decisión política que responde a los intereses del agronegocio”

 

Sirel dialogó con el vicepresidente de la Federación de Trabajadores en la Agricultura de Rondônia (FETAGRO), Fábio Menezes, quien comentó acerca de la actual situación del presidente del Sindicato de Trabajadores Rurales de Vilhena, Udo Wahlbrink y de la inminente necesidad de que el gobierno de su país intervenga para poner fin a los atropellos y a la violencia en el campo.

 

-¿Cuál es la situación del presidente del Sindicato de Trabajadores Rurales de Vilhena?

-El pasado día 5 de agosto se cumplieron 5 meses de la injusta prisión del presidente del Sindicato. Y la situación de Udo no se resuelve, a pesar de todas las denuncias que hemos realizado junto a la CUT, a la CONTAG, a los medios nacionales e internacionales y al Congreso Nacional.

 

Udo continúa preso al igual que otros tres líderes agrarios, y no ha importado los múltiples indicios de que hubo un abuso de poder por parte de las autoridades policiales y judiciales de la localidad de Vilhena.

 

Para graficar la situación, la Policía local emitió una nota donde dice que después de apresar al líder agrario, los conflictos por la tierra en la zona se terminaron. Está claro que la detención de Udo, es una decisión política que responde a los intereses del agronegocio.

La falta de una política de distribución de la tierra en esta región, es el origen de que los trabajadores rurales estemos actualmente en esta situación de vulnerabilidad frente al poder del agronegocio que ha copado la zona.

 

-¿Qué otras acciones está llevando adelante FETAGRO?

-El pasado 2 de agosto mantuvimos una reunión con el Defensor del Pueblo y el presidente de la Comisión Nacional de Combate a la Violencia en el Campo, Gercino José da Silva Filho.

 

En esta reunión la Federación protocoló ante el ombudsman, el informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y todos los documentos donde denunciamos el conflicto agrario y las amenazas que recibiera Udo. Nuestro objetivo es que este informe se derive al Consejo Nacional de Justicia (CNJ).

 

Partiendo de la base que para la Comisión de Derechos Humanos, como para nuestra Federación y varias organizaciones sociales, la prisión de Udo se debe a un acto de criminalización de la lucha por la tierra.

 

Por otra parte, durante esta semana se estarán realizando una serie de medidas, que tienen la finalidad de sensibilizar al Supremo Tribunal de Justicia (STJ) para que juzgue el pedido de habeas corpus de Udo, que hace varios días está a consideración de las autoridades judiciales.

 

Esperamos que debido a la amplia repercusión del caso tanto en Brasil como en el exterior, el compañero sea prontamente liberado.

 

-¿Este tipo de abusos es común en Brasil?

-Lamentablemente este tipo de acciones abusivas por parte de la Policía no es exclusividad de Vilhena.

 

Las denuncias de los trabajadores rurales de diversas localidades del estado, no son tomadas en cuenta ni investigadas a pesar de las incontables denuncias que hemos realizado a la Secretaría de Seguridad Pública del estado y al Supremo Tribunal de Justicia. Hace mucho que los trabajadores estamos pidiendo socorro y no somos escuchados.

 

La falta de una política de distribución de la tierra en esta región, es el origen de que los trabajadores rurales estemos actualmente en esta situación de vulnerabilidad frente al poder del agronegocio que ha copado la zona.

Es fundamental que el gobierno brasileño retome las tierras y apueste a un modelo de desarrollo basado en la agricultura familiar, porque no hay forma de producir alimentos y superar la pobreza en el campo, sin reforma agraria.

 

Todas las tierras donde actualmente hay conflicto agrario, son tierras públicas, de la Unión (gobierno federal), que fueron destinadas de forma irregular o no fueron destinadas y permanecen en manos de grandes latifundios. Y al mismo tiempo, existen casos de parcelas que están esperando hace más de seis años ser legalizadas para la reforma agraria.

 

Entonces considero que la única forma de que se termine con este tipo de conflictos es que el gobierno federal, de una buena vez, retome las tierras públicas que están en manos de privados y las destine a la Reforma Agraria.

 

Sólo en el estado de Rondônia, hay más de 4.000 familias que están asentadas, esperando por una parcela de tierra para trabajar y más de 200 mil personas en todo el país.

 

Es sumamente necesario denunciar esta situación y en este punto aprovecho para agradecer a la Rel-UITA, que ha dado y continúa dando una difusión internacional al tema del conflicto agrario y la violencia en el campo.

 

Es fundamental que el gobierno brasileño retome las tierras y apueste a un modelo de desarrollo basado en la agricultura familiar, porque no hay forma de producir alimentos y superar la pobreza en el campo, sin reforma agraria.

 

El pasado censo realizado en Brasil, demostró que el 70 por ciento de los alimentos que llegan a la mesa de los brasileños provienen de la agricultura familiar, entonces el gobierno tiene que definir en qué modelo de producción quiere apostar, si en la producción de alimentos o commodities para el agronegocio. Si opta por esto último, será muy difícil erradicar la violencia en el campo.

 

 

En Montevideo, Amalia Antúnez

Rel-UITA

8 de agosto de 2012

 

 

 

   

Foto: FETAGRO

 

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