Uruguay

Con Germán González, del SIOMI

Se acabó el tiempo de la negociación

En el Consejo de Salarios del área rural, faltaba el “humo blanco” en el Grupo Granja. Al fin del plazo estipulado, las partes no se pusieron de acuerdo y finalmente el Poder Ejecutivo votó junto con los empresarios. González, secretario general del Sindicato Obrero de Mi Granja (SIOMI) y secretario de Organización de la Unión Nacional de Trabajadores Rurales Asalariados (UNATRA), en diálogo con SIREL advirtió que “terminó la hora de la negociación, ahora empieza el tiempo de la movilización”.

 

-¿Cómo fue el proceso en el Consejo de Salarios?

-Después de tres meses de discusión en el Grupo Granja, prácticamente sin presencia de los empresarios, el Poder Ejecutivo resolvió votar con ellos.

 

-¿Cuál fue el principal desacuerdo?

-La retribución del “peón jornalero zafral”, que comprende la gran mayoría de los trabajadores rurales. Históricamente siempre hubo un cierto porcentaje de diferencia entre el salario de un peón fijo y el de un peón jornalero, considerando que éste tiene un empleo eventual e inseguro. Con esta disposición aprobada en el Consejo de Salarios, esa relación cambió, y ahora un jornalero gana casi lo mismo que un peón, cuando la zafralidad siempre se pagó más.

 

-¿Cuál fue el comportamiento de los empresarios?

-La estrategia de la Asociación Rural fue no presentarse a ningún Consejo de Salarios, pero esa decisión no fue acatada por un par de Cámaras como la Citrícola, que se presentó con una propuesta menor a la que adelantaba el Ministerio de Trabajo. Pero esto ocurrió cuando apenas faltaban dos días para el fin del plazo legal de las negociaciones, cuando ya habíamos llegado a un acuerdo con el Ejecutivo de fijar el salario de los jornaleros en 189 pesos diarios. Faltando dos días la Cámara Citrícola apareció y propuso 175 pesos, a lo cual contestamos que teníamos que discutirlo.

 

-¿Qué decidieron al respecto?

-Hicimos una contrapropuesta que consistía en dejar el valor de los “jornales a la órden” –cuando no se trabaja por razones no imputables al trabajador, como lluvia y otras- en 181 pesos en lugar de 189. Pero el Poder Ejecutivo, en la persona del director de Trabajo, Julio Baraibar, tomó los 181 pesos para todo concepto, cambiando su posición anterior. Baraibar dijo que si no aceptábamos ese valor, él votaría con los empresarios, y así lo hizo y quedó documentado con el voto contrario de los trabajadores. No entendemos cómo después de proponer ellos mismos los 189 pesos y nosotros avenirnos a eso, el Ministerio de Trabajo cambió su postura y votó con los empresarios que no habían participado en la negociación.

 

-¿A qué estiman que se debió ese comportamiento?

-El Poder Ejecutivo nos argumentó que se trataba de razones de estrategia política, ya que en los demás grupos del Consejo de Salarios la Asociación Rural pateó la mesa y se negó a firmar el documento final. Según nos explicaron, el Ministerio tenía interés en dividir a los empresarios logrando que uno de los sectores agroindustriales firmara un convenio. Quienes pagamos el costo de esa estrategia fueron los trabajadores de la granja.

 

-¿Ustedes están obligados a aceptarlo?

-Es un decreto, no tiene remedio. En la medida en que no hay acuerdo entre todas las partes, el Ejecutivo decreta el aumento.

 

-¿Cuál es su vigencia?

-Es retroactivo a enero pasado y, supuestamente, en julio habrá un reajuste no negociado sino establecido por el Poder Ejecutivo en función de la evolución del IPC y otros parámetros, aunque ya se sabe que no podrá ser mayor al 4,7 por ciento.

 

-¿Ustedes fueron muy exigentes?

-Para nada. Los del Grupo Granja, que reúne a la citricultura, fruticultura en general, horticultura, floricultura, etc, quedamos un 10 por ciento por debajo de las demás categorías de trabajadores rurales. En el Grupo Ganadería se llegó a firmar 200 pesos el jornal, y en el Grupo Forestación se obtuvieron 211 pesos para el peón jornalero.

 

-¿Cómo tomó esto la gente, los afiliados?

-La UNATRA tendrá una reunión recién a principio de junio en la localidad de Joanicó, y la posición que llevaremos allí los sindicatos afiliados a UITA es que el tiempo de la negociación terminó; ahora llegó el tiempo de los reclamos y las movilizaciones, tenemos que acordar un Plan de Acción. Además, nos queda pendiente aún el tema de la duración de la jornada de trabajo, que hasta ahora el Poder Ejecutivo no ha logrado definir. La UNATRA se abocará a elaborar su propio proyecto de ley para presentarlo al Poder Legislativo junto al PIT-CNT. Tenemos en la Plataforma obtener la declaración del 15 de setiembre como Día del Trabajador Rural, que sea un feriado pago, y establecer una mesa cuatripartita con el Banco de Previsión Social para empezar a discutir y definir la adopción del Carné del Trabajador Rural.

 

 

Carlos Amorín

© Rel-UITA

24 de mayo de 2006

Carlos Amorín

 

 

 

 

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