Argentina

Con Norberto Latorre, de UTHGRA

Esta movilización augura

una masiva participación en la lucha

Cerca de dos mil afiliados de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros, y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) participaron ayer en la movilización que inauguró un conflicto que se irá profundizando progresivamente con medidas de fuerza cada vez más amplias. El Sindicato se apronta para una lucha prolongada.

 

-¿Cómo fue la movilización de ayer?

-Consideramos que fue exitosa porque hubo unos 1.700 trabajadoras y trabajadores con los que fuimos a expresarnos ante la sede de la Asociación de Empresarios de Capital Federal. Allí difundimos nuestra disconformidad con respecto a las condiciones salariales del gremio, sobre todo en lo atinente a los trabajadores en negro. La respuesta masiva a nuestra convocatoria, a pesar de la escasa preparación que tuvo la medida, demuestra que ante la negativa de los empresarios nuestro gremio está en disposición de movilizarse ampliamente y reivindicar sus derechos.

 

La movilización provocó que los empresarios nos llamaran para concertar futuras reuniones. Nuestra respuesta fue que mientras ellos no acepten nuestras reivindicaciones salariales no nos reuniremos nuevamente. Ya nos reunimos muchas veces y de nada sirvió. Ellos contestaron que piensan que puede haber una propuesta adecuada, y convocaron a los presidentes de todas las Asociaciones de Empresarios del país a una reunión el martes 15 en la sede de la Federación Empresaria que se encuentra aquí, en Buenos Aires. Por esto hemos resuelto hacer otra movilización –esta vez con más tiempo y más fuerte– ese mismo martes para expresar nuestra protesta ante todos los dirigentes empresariales del país.

 

Igualmente, ayer se realizaron movilizaciones en las ciudades de Mendoza y Comodoro Rivadavia, y se están programando otras para el jueves 10 en Córdoba, Rosario, Bariloche y en las ciudades clave. Por supuesto que si esto continúa estaremos movilizados todo el verano, en toda la costa, manteniendo un conflicto permanente. También iniciaremos paros sorpresivos y escraches en locales donde sabemos que hay trabajadores en negro y subdeclarados. Las medidas de fuerza irán creciendo paulatinamente.

 

-Esta movilización puede afectar seriamente la afluencia de turistas a la Argentina, así como el turismo interno.

-Totalmente. Y también porque después les va a tocar a los hoteles cinco estrellas que se verán afectados por este conflicto. Nosotros ya les hemos planteado nuestra posición, ellos están estudiando sus posibilidades de atender nuestras reivindicaciones, pero esperamos hasta el martes, después lanzaremos también allí el conflicto. Ya hicimos una movilización en el hotel Sheraton, donde se paró un Congreso al que asistían 1.500 personas que se vio totalmente afectado. Entramos manifestando dentro del hotel, con nuestras pancartas y nuestros bombos, entorpeciendo de tal forma la actividad que se debió suspender.

 

-¿Cuáles son los ingresos de los trabajadores del sector?

-El salario mínimo se ubica en unos 250 dólares mensuales. A esto se llegó con decretos gubernamentales, no por acuerdo con los empresarios. El gobierno levantó el mínimo en unos 50 dólares, lo que provocó un achatamiento de la escala salarial entre las categorías profesionales y de establecimientos. Por ejemplo, hoy un trabajador de un hotel de cinco estrellas está ganando lo mismo que otro de un local de una sola estrella. Por eso planteamos un restablecimiento de las escalas salariales y la diferenciación de los salarios entre categorías de establecimientos. Están ocurriendo situaciones insensatas. Hay trabajadores de zonas netamente turísiticas como algunas de Buenos Aires, donde los restoranes trabajan a full mediodía y noche, se está pagando salarios más bajos que en La Quiaca, una ciudad bien al norte de la Argentina, o que en la provincia de Salta, donde a pesar de no ser una zona típicamente turística se pagan salarios más altos que en Capital Federal o que en grandes establecimientos que trabajan con la capacidad colmada. Esta barbaridad viene durando demasiado tiempo y llegó el momento de decir: hasta acá llegamos. Porque hay empresarios muy fuertes que se escudan detrás de aquellos mucho más débiles que no pueden pagar los aumentos, se aprovechan de la situación para no dialogar, no negociar y seguir pagando en negro. Han llegado a la perversión de pagarles más a los que están en negro que a los declarados, porque a los primeros les entregan parte de lo que deberían aportar a la previsión social.

 

-¿Se preparan para una lucha prolongada?

-Creemos que esto va a llevar tiempo, pero empezamos bien. Simultáneamente con las movilizaciones, seguiremos dándole apoyo a un proyecto de ley que ya fue aprobado en la Comisión Laboral de la Cámara de Diputados, en el que se establecerá que los trabajadores del sector deben cobrar un porcentaje de sus retribuciones de acuerdo a la productividad de los establecimientos donde se desempeñan. Quiere decir que el salario del trabajador estará vinculado a los ingresos de la empresa, para de esa manera no tener que enfrentar los problemas de hoy. Los empresarios se oponen porque si prospera esa ley, los trabajadores se convertirán en inspectores fiscales, porque al controlar sus salarios sobre la venta real se eliminarían los márgenes de evasión que existen hasta ahora.

 

 

Entrevista de Carlos Amorín

© Rel-UITA

10 de noviembre de 2005

 

 

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