Uruguay

Con Luis “Gordo” López, presidente de UTAA*

Defendemos este proyecto a muerte

El presidente actual del legendario sindicato de trabajadores rurales del Uruguay, la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA), establece con claridad y firmeza la posición de los cortadores de caña, “los peludos”, en relación con el inicio del proyecto sucroalcoholero y otros hechos de notoriedad ocurridos en aquella zona durante las últimas semanas.

 

-¿Cuál es la posición de UTAA ante el proyecto sucroalcoholero y sus desafíos?

-Nuestra organización, junto con el Sindicato de Obreros de CALNU y otras organizaciones sociales de Bella Unión, ha apoyado y defendido este proyecto desde su inicio, y hoy comienza a concretarse. Como trabajadores del campo siempre lo vimos como muy viable y generador de mucha mano de obra. La propuesta nuestra sigue siendo ver cómo podemos crear e insertar cooperativas de trabajadores en este proyecto, plantando para la industria y generando nuestras propias fuentes de trabajo. Es un hecho conocido que CALNU siempre funcionó en beneficio de unos pocos, y por eso una de nuestras preocupaciones es que las tres mil hectáreas que habrá que plantar para el otoño no queden concentradas en las manos de los mismos de siempre.

 

-¿Eso se ha logrado?

-Es por lo que estamos luchando ahora, porque carecemos de tierra, de maquinaria y de crédito. Hemos tenido una reunión con representantes de Alcoholes del Uruguay (ALUR) en la cual expresamos estas preocupaciones, y creemos que hemos tenido una buena sintonía. Nosotros aplaudimos el arrendamiento de CALNU por parte del Estado. Es un antiguo reclamo de UTAA y estamos orgullosos de que hoy se lo escuche, y nos alegra que los burgueses de siempre hayan perdido el control de esa herramienta importantísima que es el ingenio. Pensamos que es un proceso bastante positivo para nosotros, y una de nuestras preocupaciones de aquí en adelante será seguir defendiendo este proyecto.

 

-¿Qué riesgos corre?

-Si queda en manos de unos pocos, nuestra opinión es que terminará siendo más de lo mismo, y queremos que sea un proyecto a largo plazo, que se sostenga durante años, que beneficie a toda la sociedad de Bella Unión. Sin embargo, no vemos que el Ministerio de Ganadería esté dando pasos en ese sentido. El ministro Mujica dijo aquí en su reciente visita que “Hay que hacer crecer la torta para después repartir mejor”, y nosotros no estamos de acuerdo con eso. Los que hemos luchado desde el principio por este proyecto sucroalcoholero siempre creímos que habría espacio para todo el mundo; los grandes, sí, pero también lo chicos y los trabajadores. Nosotros hemos participado en una toma de tierras porque creemos que es otra forma de defender la amplitud del proyecto, porque vemos que el Instituto de Colonización no tiene una política de tierras y nuestros tiempos no son los de los escritorios, sino los de la tierra, el agua y el sol... y el hambre. También tememos una cierta asimetría que se producirá de aquí a poco, ya que los trabajadores del SOCA serán empleados de ALUR, pero nosotros seguiremos siendo empleados de “los gringos”.

 

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Carlos Amorín

 

 

-¿De qué gringos?

-Bueno, de los patrones agrupados en la Asociación de Plantadores de Caña de Azúcar. Con ellos tendremos que firmar un Convenio. Ahora que han sido excluidos de CALNU, están todos organizados en la Asociación y más firmes que nunca. Nosotros hemos pedido una negociación tripartita entre ALUR, UTAA  y la Asociación de Plantadores, porque acá la cosa siempre fue esclavitud y salario por el suelo para el trabajador del campo. Por eso queremos participar en la plantación que se viene de esas tres mil hectáreas, queremos defender la perspectiva de un cambio real. Creemos que viene bien, que nos han escuchado y que será posible encontrar una solución. Pero tenemos que estar atentos, porque, por ejemplo, no tenemos mucha confianza en los Consejos de Salarios, que en el caso de los trabajadores rurales aún no pudieron establecer la jornada de ocho horas.

 

-¿Hay un compromiso del gobierno de entregar tierra para los trabajadores?

-No hay un acuerdo firmado, pero creemos que existe un compromiso moral de hacerlo. Sin embargo, durante la reunión en la Intersindical de Bella Unión realizada el pasado jueves 2, escuchamos un discurso del ministro Mujica que estaba más dirigido al público que a quienes estábamos allí reunidos. Esto nos dejó un poco caídos. Estamos preocupados, es verdad. Nosotros conocemos esta zona, y sabemos que los usureros de siempre quieren volver a plantar caña y ya han hecho propuestas concretas. Así todo se nos hace muy difícil, inclusive defender el proyecto contra la clase burguesa de Bella Unión, muchos de cuyos integrantes están entre los que quieren que este proyecto fracase. Por eso nosotros tenemos que estar bien firmes y mantener nuestra preocupación por el acceso a la tierra.

 

-¿Cuáles serán los próximos pasos de UTAA en ese aspecto?

-Ya estamos dialogando con la gerencia de ALUR en Bella Unión y tenemos otra entrevista prevista para la semana que viene. Los compañeros nos han hecho propuestas buenas, que no queremos detallar ni comentar hasta que se confirmen. Todo esto que he dicho aquí ya lo hemos expuesto ante Daniel Martínez, presidente de ANCAP, y de Raúl Sendic, vicepresidente, y ellos han expresado un compromiso serio con los trabajadores rurales. De aquí en adelante seguiremos trabajando más que nunca, apostando a este proyecto, como siempre. Quiero aclarar que cuando UTAA participó en la toma de las 36 hectáreas que aún siguen ocupadas, muchos pensaron que era una acción contra este proyecto, y en realidad fue porque queremos defenderlo a muerte, porque es la única salida que tiene Bella Unión. El asunto es: ¿cómo ayudamos a este gobierno a sacarlo adelante? Ahí hay muchas opiniones, matices, propuestas diversas, pero todos queremos dar una mano, poner el hombro, “la paleta” –como dijo Mujica-, y mucho más que eso si fuese necesario. Hemos propuesto crear una comisión consultiva con presencia de ANCAP, ALUR, el MGAP, la Asociación de Plantadores, el Instituto de Colonización, los trabajadores industriales y los trabajadores rurales para cinchar todos juntos en beneficio de todo Bella Unión y del país, y no sólo por estos próximos cinco años, ojalá que para mucho más, porque nosotros vivimos de la caña de azúcar y es posible crear y mantener fuentes de trabajo en esa actividad.

 

-Si los trabajadores se cooperativizan y acceden a sus propias tierras, entonces, ¿no habría más trabajadores y serían todos productores?

-Ese es un aspecto que debemos analizar más en profundidad. Lo que conocemos aquí como cooperativas terminaron en sociedades anónimas, expulsando a los productores chicos y robándose unos a otros. No conocemos a fondo cómo es el cooperativismo porque nunca tuvimos oportunidad de verlo. La idea no es que los trabajadores rurales y los pequeños productores pidamos tierra, plantemos y después sigamos de burgueses explotando a los trabajadores. Tal vez sería necesario crear un organismo de contralor, quizás del propio gobierno, para que la experiencia no sea desvirtuada. Acá en Bella Unión tenemos 1.200 cortadores de caña, pero más de la mitad quiere seguir viviendo de su salario y los demás quieren plantar caña en cooperativa. Nosotros tenemos que atender ambos intereses porque este sindicato seguirá organizando a todos ellos.

 

-¿Existe la posibilidad de que si no se atiende ese reclamo de tierra haya más ocupaciones?

-Nunca hemos decidido eso. La que ya existe seguirá el proceso judicial. Esa acción se debió a que se trata de un punto estratégico desocupado desde hacía diez años, su arrendatario le debe 26 mil dólares a Colonización y ya tenía el desalojo decretado. Sabíamos que algunos productores burgueses estaban planeando meterse en ese predio, y ellos no nos quieren ahí.

 

-Algunos se preguntan por qué ocuparon tierra con este gobierno y nunca con los anteriores.

-Sabemos que este gobierno no tiene el poder, eso lo tenemos bien clarito. Nosotros vamos a colaborar para que el gobierno vaya ganando poder, por lo menos en este sector en el que actuamos nosotros. Un gobierno sin poder no tiene capacidad de decisión. Entendemos que este gobierno quiere hacer muchas cosas buenas, y desde nuestro lugar damos una mano. Cuando entramos en la tierra sabíamos que crearíamos un hecho político, pero también que estábamos luchando para solucionar los problemas concretos de esas familias. No pensamos seguir ocupando tierra, pero queremos que esto colabore para que el Instituto de Colonización o de otros organismos del Estado  liberen tierras para los trabajadores que la están demandando. La realidad es que si no entramos en la plantación de otoño, tendremos que esperar otro año más para concretar nuestras propuestas. Los patrones, sin embargo, tienen la tierra, tienen la maquinaria y obtendrán fácilmente los créditos del Estado. Algún día hay que empezar a ser iguales.

 

-¿Cómo evalúas el papel que la UITA ha desempeñado hasta ahora en Bella Unión?

-Ha sido una presencia importantísima. Desde hace varios años la UITA viene trabajando en Bella Unión, y siempre apoyó nuestra tarea, colaborando con pasajes de compañeros que debían ir a Montevideo, proporcionando material cuando estaba a su alcance. Pero sobre todo recuerdo cuando se hizo aquí el primer seminario sobre el Plan Agroenergético Nacional (PAN), que incluía el proyecto sucroalcoholero. En Bella Unión casi nadie creía en eso, ni siquiera los partidos que ahora están en el gobierno, hasta que aquel seminario abrió mucho las cabezas. Recuerdo que vinieron los ingenieros Rómulo Ferreira, de la UITA, y Von Sanden de la Facultad de Ingeniería. Ahí se empezó a creer. Después muchos se han querido subir al carro, pero fue un trabajo conjunto entre la UITA, UTAA, productores independientes y el SOCA, entre otros. También se hicieron seminarios en Paysandú y en Salto, organizados por UITA, en los cuales se habló del PAN, que es un proyecto nacional. La caña de azúcar es un primer paso, y después tendrá que venir la remolacha en Paysandú y quizás en otras zonas del país. En todas esas etapas estuvo Leonardo de León, de la UITA, jugando un papel muy positivo, acompañando a toda la gente local. Como sindicato, UTAA le da mucho valor al trabajo que ha hecho la UITA en Bella Unión y en este proyecto en particular.

 

 

Entrevista de Carlos Amorín

© Rel-UITA

6 de febrero de 2006

 

 

* UTAA fue creada en los primeros años 60 en la localidad norteña de Bella Unión por el entonces militante socialista Raúl Sendic, quien poco después abandonaría ese partido y fundaría junto a otros militantes –como el actual ministro de Agricultura, José Mujica- el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, que iniciaría la guerrilla urbana en Uruguay. Sendic ha ingresado en la historia nacional como el líder indiscutible de la guerrilla Tupamara. El Raúl Sendic mencionado en esta entrevista es uno de sus hijos.

 

 

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