Uruguay

Los trabajadores

ante un gobierno progresista

Mario de Castro*

 

El Sindicato Autónomo Tabacalero ha elaborado un diagnóstico de la crítica situación que vive el país, y lo esencial de esa reflexión fue recogida en el editorial publicado en la última edición de nuestro periódico. Allí se puede leer: “La actual coyuntura económica y política nos pone frente a la alternativa de limitarnos a ejercer el derecho al voto solamente, o a extender nuestro compromiso a la participación y militancia.

 

El apoyo a las propuestas que signifiquen un avance sustancial en la condición y situación en la que se encuentra la clase obrera es un deber y una obligación moral. No debemos esgrimir la débil excusa de la desinformación o el desinterés cuando lo que se está jugando el próximo 31 de octubre es el futuro del país y, por ende, de todos nosotros, los trabajadores, las trabajadoras y nuestras familias.

 

Hoy, la desocupación, el hambre y la miseria campean por todo el territorio nacional, sin distinción de credos, razas o preferencias políticas. La debacle económica y social a la que se ha llegado a través del tiempo, en donde se ha respondido sólo a directivas de los organismos internacionales con metas macroeconómicas, no ha distinguido al obrero, al comerciante, al pequeño industrial ni al productor agrícola. Solamente ha enriquecido a los grandes financistas, a los especuladores y a los que lucran con las importaciones y las exportaciones según les convenga. Nuestro país ostenta el triste honor de integrar el grupo de países que poseen los más altos índices de pobreza, con decenas de miles de niños que mueren por desnutrición sin la atención sanitaria mínima, con jóvenes, como algunos de nuestros hijos, que sólo tienen como aspiración la de emigrar en busca de trabajo.

 

Los índices de delincuencia nunca vistos en nuestro país son consecuencia de la destrucción del aparato productivo, obligando a muchos padres a optar por delinquir o prostituirse para conseguir el sustento de sus familias (cosa que no podemos justificar). Entonces, surge la gran pregunta: ¿qué hacemos?, ¿cómo se cambia? Creemos en el compromiso de contribuir a revertir este estado de cosas con la oportunidad de cambio, adhiriendo a un programa creíble y realizable que contemple con visión de futuro una perspectiva de cambio en serio, con políticas económicas y sociales que sí se ocupen de los más desprotegidos, de los más vulnerables, de los más postergados.

 

En definitiva, para que los jóvenes tengan derecho a vivir en un país que les dé oportunidades de estudio y trabajo. A nuestros compañeros y compañeras que tienen la oportunidad de un trabajo, de integrar un sindicato y contar con un convenio colectivo modelo, los convocamos a defenderlos con la militancia, la unidad y la solidaridad para que esta vez en serio cambie la actual situación y podamos gozar todos los uruguayos de un país más justo y solidario”.

 

Más allá de este diagnóstico, y ante la inminencia de un cambio de gobierno que definirá entre un verdadero cambio o más de lo mismo, una de las primeras medidas que esperamos del gobierno progresista que avizoramos es la convocatoria de los Consejos de Salarios, porque ellos significarán la base de discusión obligatoria entre las empresas, los trabajadores y el gobierno. A partir de ahí se pueden reorganizar sindicatos y establecer el salario mínimo para cada rama. Esta herramienta promoverá la sindicalización en la actividad privada, jerarquizando la organización sindical. Nuestra convicción es que posteriormente, la negociación colectiva deberá llevarse a cabo por rama de actividad a escala nacional y no por empresa.

 

Por otra parte, se requiere un Ministerio de Trabajo que realmente atienda los problemas de los trabajadores y las trabajadoras y que ante cualquier proyecto de reconversión industrial, tenga en cuenta a la organización sindical. Para nuestro gremio, este es un tema importante en virtud del acuerdo marco de la Organización Mundial de la Salud aprobado por el Senado, ámbito donde los trabajadores no fuimos convocados para que expusiéramos nuestra opinión. Reafirmamos el derecho a que los trabajadores sean actores principales a la hora de discutir qué se hace con las industrias y las fuentes de trabajo. Debemos mantenernos alerta para oponernos a propuestas que tiendan a descargar la responsabilidad del fracaso de determinada empresa sobre las espaldas de los trabajadores. También pretendemos modificar la actual estructura y funcionamiento que cumple la Junta Nacional del Empleo que sólo reconvierte trabajadores para un mercado en el que no hay trabajo. El país no se salva con parches, sino con soluciones de fondo.

 

Por todo lo anterior estamos convencidos de que la única propuesta creíble, porque valoriza la importancia de los convenios colectivos y del Consejo de Salarios, es la del Encuentro Progresista - Frente Amplio - Nueva Mayoría. Ninguno de los otros partidos ha puesto este tema sobre la mesa, lo cual muestra claramente los intereses que representan y defienden.

 

En lo que refiere a nuestro Sindicato seguiremos defendiendo el Convenio Colectivo, que ya tiene 42 años en aplicación, manteniendo su vigencia incluso en tiempos de dictadura, y que abarca desde el sistema de salud y la estabilidad laboral, hasta la categorización de los trabajadores y al que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) menciona como un convenio de referencia. Por todo ello apoyaremos a un gobierno progresista, claro está que manteniendo nuestra independencia política de clase.

 

© Rel-UITA

26 de octubre de 2004

 

 * Miembro del Grupo Profesional Tabaco - UITA

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905