Argentina

Con Hugo Moyano  

Una conquista pionera,

y un límite a las transnacionales

Secretario general del Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, mantuvo recientemente un fuerte conflicto con la empresa Carrefour. La transnacional movió todas sus influencias, pero con dos días de movilización la federación logró torcerle el brazo y alcanzó sus objetivos. A partir de ahora, todos los supermercados, hipermercados y empresas de logística deberán seguir el camino de Carrefour.

 

 

-¿Cuál fue la razón del conflicto con Carrefour?

 

-El personal que realiza la tarea de logística para los hipermercados pertenece sindicalmente al sector transporte de carga, porque en nuestro análisis, no es más que un tipo de transporte adaptado a las necesidades de la demanda. El trabajo al que ahora le llaman “logística” lo hicieron siempre las empresas de transporte, pero una vez que Carrefour, como muchos otros, aprendió a hacer esa labor compró el fondo de comercio de algunas empresas ya instaladas y empezó a hacer su propio transporte. Su interés fue minimizar los costos, pero jugando sobre todo con la reducción del salario de los trabajadores, porque todos los empleados de Carrefour están afiliados al sindicato de comercio y ganan un 40 por ciento menos que nuestros agremiados. Además, en Argentina el sindicato de comercio no tiene prácticamente actividad, no defiende a sus trabajadores ni laboral ni profesionalmente, mientras que nosotros tenemos una presencia real que no permite que pisen la dignidad de los trabajadores. Estos empleados de Carrefour no percibían horas extras, trabajaban doce horas por día, no cobraban sábados y domingos, feriados nacionales. Ahora, con nosotros sí los cobrarán.

Estas empresas multinacionales que vienen rodeadas de mucha publicidad supuestamente a invertir, lo primero que hacen en un país es averiguar si hay actividad gremial, y donde no la hay, ahí ponen la mayor parte de sus trabajadores. Ese fue el mecanismo que usaron acá

 

-¿En otros supermercados sucede lo mismo?

 

-Claro, pero ahora sentamos un precedente válido para todo el sector. No nos interesa cuál es el nombre de la empresa en la cual trabajan, sino que analizamos la tarea que realizan las personas. Después de este conflicto, todas las empresas supermercadistas están pasando su personal de logística para nuestro sindicato.

 

-¿Cantos trabajadores implica este cambio?

 

-Entre 4 y 5 mil personas. Pero cuando esta etapa culmine, seguiremos con todas las empresas que hagan logística, distribución, ya sea de diarios, de medicamentos o de otra cualquier naturaleza. Por eso es importante que este planteo haya sido reconocido por el Ministerio de Trabajo. Eso dio lugar a una apelación de Carrefour y el sindicato de comercio, pero la justicia confirmó nuestro criterio. A pesar de esto, desde hacía seis meses la empresa resistía cumplir con sus obligaciones.

 

-¿Qué medidas tomó la federación?

 

-Fue una movilización muy fuerte, porque paramos 29 supermercados impidiendo el ingreso de cualquier mercadería, la perecedera y la no perecedera. Ya el primer día de paro no tenían verdura ni fruta, lácteos y tros alimentos.

 

-¿Cuánto tiempo resistieron las empresas?

 

-Y... 48 horas. El primer día, por ejemplo, los muchachos iban a los Mc Donald’s ubicados dentro de los hipercentros, y las hamburguesas salían sin lechuga ni tomate. Tuvieron que reconocer que como en cualquier parte del mundo, aquí también hay que respetar las leyes. Contaron con importantes aliados en muchos medios de comunicación, porque hay que ver que Carrefour pone cuatro o cinco páginas de publicidad con sus ofertas en cada semana y en varios medios, entonces esa prensa presentaba la situación con el enfoque de la empresa. Cuando dijimos ¡basta!, y nos pusimos firmes, también apareció la represión, porque el día que paramos el centro de distribución de Carrefour estábamos rodeados por 600 policías con perros y cuanta cosa pudieron traer. Un despliegue impresionante con base en el poder económico y político que manejan estas grandes transnacionales. Pero a eso los trabajadores no le tememos.

 

-Hubo muchas presiones, incluso diplomáticas.

 

-Antes de que el Ministerio dictara su resolución reconociendo nuestro criterio, las empresas publicaron cuatro solicitadas de página entera en todos los medios del país. Gastaron una fortuna. Y allí aseguraban que respetarían la decisión ministerial. En ese momento, los canales y medios de prensa asociaban esta situación al hecho cierto y real de que el embajador francés en Argentina visitó varios ministros, empezando por el de Trabajo, planteando interés en este tema. Hasta se publicó por ahí que el presidente de Francia, Jacques Chirac, había llamado dos veces por teléfono a Néstor Kirchner para expresar su preocupación acerca del tratamiento que reciben las empresas francesas en nuestro país. Tal vez sea verdad, tal vez sólo fueron elementos de presión adicionales. Pero cuando contrariando su propia publicidad previa, Carrefour se negó a cumplir con la ley, la embajada y todos ellos desaparecieron. Les enviamos varias notas, pero contestaron que no tenían nada que ver y se callaron la boca.

 

-El conflicto, entonces, se ganó.

 

-Creo que los más beneficiados en esto son los trabajadores que ahora van a cobrar un 40 por ciento más todos los meses, tendrán mejores condiciones de trabajo y serán tratados con dignidad. Nuestra organización también gana, porque recibirá varios miles de afiliados nuevos, a los que podremos brindarles todos los beneficios de los trabajadores camioneros: pago de escuelas diferenciales para aquellos que tienen hijos con problemas, ayuda escolar, becas para estudiantes secundarios y terciarios, hoteles para turismo, camping recreativo, obra social. Pero insisto en que lo más importante es que estos compañeros ya no serán tratados indignamente.

 

 

Carlos Amorín

© Rel-UITA

11 de marzo de 2004

 
 

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