DECLARACION DEL CONGRESO GENERAL DE
DELEGADOS DEL SATIF
Huerta Grande, Córdoba, 13 de abril
de 2011
Los delegados
congresales de SATIF,
representantes de las Seccionales de
todo el país, acreditados ante el
Congreso General Ordinario celebrado
en Huerta Grande, provincia de
Córdoba, del 12 al 13 de abril de
2011, declaramos:
Que el sistema
capitalista se encuentra inmerso
desde 2008 en una crisis de
proporciones históricas, resultando
prematuro anticipar su final. Más
allá de los esfuerzos que realizaron
la mayoría de los medios de
comunicación, al servicio de los
sectores sociales dominantes, para
disimular o maquillar la crisis, los
cierto es que todo indica que el
mundo post 1945 se está derrumbando.
El 51 por ciento de las
personas que tienen
trabajo están en
situación de
inestabilidad y
vulnerabilidad, y sólo
el 20 por ciento de los
trabajadores del mundo
tiene cobertura social
completa. El empleo a
tiempo parcial cada día
se extiende más y parece
que es un fenómeno que
llegó para quedarse. |
Los acontecimientos
recientes en los países árabes
parece ser una prueba, por más que
las elites gobernantes pretendan
minimizarlos. Es claro que la caída
de los regimenes árabes
dictatoriales y dinásticos,
perpetuados en el poder a costa del
hambre y la represión de sus
pueblos, es un duro golpe para
Washington, que durante décadas los
sostuvo para garantizarse el
suministro de petróleo y ahora,
viendo su inexorable fin, los
bombardea.
No es aventurado
sostener que los actuales
acontecimientos en el mundo árabe
son el correlato regional de las
fuerzas desatadas por la crisis
económica mundial. Sería ingenuo
pensar en una mera casualidad. Hay
un proceso de desarticulación
geopolítica planetaria, cuyos
síntomas están apareciendo cada día
con mayor intensidad.
El comienzo del fin
del liderazgo estadounidense a nivel
internacional, es uno de ellos.
Para los trabajadores
el costo de la crisis está a la
vista. El 2010 finalizó
dejando 205 millones de personas sin
empleo, y algunos signos
preocupantes para el medio y largo
plazo, como el incremento del empleo
de mala calidad, la caída del
salario real y las enormes
dificultades de los jóvenes de
ingresar al mercado de trabajo.
El 51 por ciento de
las personas que tienen trabajo
están en situación de inestabilidad
y vulnerabilidad, y sólo el 20 por
ciento de los trabajadores del mundo
tiene cobertura social completa. El
empleo a tiempo parcial cada día se
extiende más y parece que es un
fenómeno que llegó para quedarse.
Todo esto surge del informe anual de
la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
Es así que mientras
el peso de la crisis se descarga
sobre las espaldas de los
trabajadores y las trabajadoras, los
gobiernos corren presurosos al
salvataje de bancos y banqueros.
2010 finalizó dejando
205 millones de personas
sin empleo, y algunos
signos preocupantes para
el medio y largo plazo,
como el incremento del
empleo de mala calidad,
la caída del salario
real y las enormes
dificultades de los
jóvenes de ingresar al
mercado de trabajo. |
Una de las ironías
del colapso de la economía mundial
es que la brecha entre ricos y
pobres se ha ensanchado, ya que los
pobres son cada vez más pobres y los
ricos, gracias a los salvatajes
estatales, son cada vez más ricos. Y
con la pobreza crece la exclusión
social y la degradación de la
calidad de vida de millones de
personas en todo el mundo, incluida
la Unión Europea.
La verdadera crisis
del actual orden social y económico
mundial es la enorme desigualdad que
ha consolidado, tanto entre los
países como al interior de cada uno
de ello.
La llamada
globalización neoliberal impuso como
valores e intereses universales, los
valores e intereses de los sectores
y grupos sociales hegemónicos, que
dominan la economía mundial. Ello
implica que se generaliza una visión
claramente materialista,
individualista y mercantil de la
realidad humana, a lo que no le
preocupa las enormes desigualdades
que existen y que agrava cada vez
más.
Son esos valores e
intereses los que están produciendo
el colapso ecológico del planeta,
por la depredación de sus recursos
naturales y la contaminación de
aguas, tierra y aire.
La utilización de
agrotóxicos es un buen ejemplo de
ello. Para mejorar los rendimientos
de los productos del agro se
utilizan elementos que han provocado
la intoxicación, enfermedades y
muerte de millones de personas. El
SATIF es uno de los Sindicatos que
acompaña la lucha de la Unión
Internacional de Trabajadores de la
Alimentación (UITA), para erradicar
este flagelo.
Cuando todos
esperábamos que la crisis del
sistema capitalista llevara a un
profundo replanteo de sus postulados
fundantes, nos encontramos con que
las élites gobernantes avanzan por
el mismo camino, con la misma lógica
y la misma racionalidad que antes.
En el mundo del
trabajo ello se llama desregulación,
flexibilización laboral,
precarización y despojo de
conquistas sociales y derechos de la
clase trabajadora. Hoy las padecen
los trabajadores del llamado primer
mundo, como los españoles,
portugueses, griegos, irlandeses,
etc., pero sabemos que la dinámica
de la globalización más temprano que
tarde las traerán a nuestras costas.
Y debemos prepararnos.
Este año afrontamos un
proceso electoral que
puede llevar a un cambio
de gobierno. Esto obliga
a la clase trabajadora
argentina a estar muy
alerta y vigilante.
Debemos exigirle a cada
candidato, del
oficialismo y de la
oposición, que defina
con absoluta claridad
cuál es su programa
económico y, muy
especialmente, cuál es
su modelo de relaciones
laborales. |
En nuestro país, a
diferencia de anteriores crisis
económicas mundiales, todavía no se
han sentido con crudeza los efectos
de la actual. Pero no debemos
confiarnos.
Este año afrontamos
un proceso electoral que puede
llevar a un cambio de gobierno. Esto
obliga a la clase trabajadora
argentina a estar muy alerta y
vigilante. Debemos exigirle a cada
candidato, del oficialismo y de la
oposición, que defina con absoluta
claridad cuál es su programa
económico y, muy especialmente, cuál
es su modelo de relaciones
laborales. Porque hay muchos
políticos que con gusto aplicarían
en Argentina las recetas que
aconsejan los centros de poder
económico y financiero mundial en
función de sus propios intereses.
Porque no sólo no
debemos retroceder, sino que tenemos
la imperiosa necesidad de avanzar
mucho más en la cuestión de la
redistribución de la riqueza, y en
la construcción de un orden social
más justo e igualitario.
Tenemos que luchar
para alcanzar un modelo de sociedad
que no tenga como valores
fundamentales el mercado, la
ganancia, el lucro a toda costa y la
rentabilidad, sino que se apoye en
el respeto de los derechos humanos
en general y de los laborales en
particular, dando protección a los
sectores sociales más vulnerables y
desfavorecidos, para terminar con la
pobreza, la marginación y la
desigualdad.
Porque no nos
conformamos con una sociedad un poco
menos injusta, como algunos prometen
con consignas simplistas. Los
trabajadores demandamos una sociedad
mucho más justa que la actual.
Aunque también
sabemos que para que esto no suene a
utopía, los trabajadores y
trabajadoras debemos comenzar a
diseñar el modelo de sociedad en la
que queremos vivir y,
fundamentalmente, unirnos para
alcanzarla.
Hoy, lamentablemente,
estamos muy lejos de ello, pero no
perdemos la esperanza.
Ruben
Lengruber
Vicepresidente
|
Enrique
Héctor Terny
Presidente
|
Elsa
Susana Castro
Secretaria |
Juana
Castañeda
Secretaria |