En el marco de un largo proceso
de
consulta entre instituciones, sectores productivos y
organizaciones de la sociedad
civil fuertemente comprometidas
con
la temática ambiental y la defensa de la biodiversidad,
se ha ido gestionando un conjunto de políticas y leyes
que tienen el objetivo de reglamentar el sector
vinculado a la protección de los recursos genéticos y
garantizar la soberanía y seguridad alimentaria
y
nutricional en el país
Sirel
conversó con Julio Sánchez, responsable del
Departamento de Biodiversidad del Centro Humboldt y
miembro de la Alianza de Protección a la
Biodiversidad, de la cual forma parte la UITA,
para conocer los últimos avances de la propuesta de
Política Nacional de Biotecnología Agropecuaria que en
estos días se está terminando de consensuar entre los
diferentes sectores involucrados, con el apoyo
internacional de la FAO.
-¿Cómo surge la iniciativa de una política nacional de
Biotecnología Agropecuaria?
-En el gobierno anterior, el Instituto Nicaragüense de
Tecnología Agropecuaria (INTA) estaba interesado
en promover tecnologías que garantizaran la protección
de recursos genéticos. Con esta perspectiva, lo que
decidió hacer fue convocar a diferentes entidades, como
instituciones de gobierno, productores, empresas
privadas, organizaciones de la sociedad civil y del
mundo académico, para comenzar a construir una
iniciativa que tuviese como objetivo poner la ciencia al
servicio del rescate de nuestros recursos genéticos.
-¿Cuál fue la respuesta de estos sectores?
-Esta iniciativa tuvo muy buena aceptación. Comenzó
un largo proceso de consulta y discusión alrededor de
los diferentes temas y contenidos que van a conformar la
Política Nacional de Biotecnología Agropecuaria,
política que viene sentando los lineamientos que el
gobierno tratará de perseguir durante su mandato y
consideramos deban ser lineamientos “vivos”, es decir
que, al no ser un instrumento perfecto, el gobierno tendrá
que velar por su afinamiento, perfeccionamiento,
cumplimiento y aportar eventuales modificaciones.
-¿Cómo se va a implementar esta nueva política?
-Hay que tomar en cuenta que una política sectorial como
ésta no se ejecuta sola, sino que va vinculada a otras
políticas y a leyes que van a reglamentar diferentes
aspectos incluidos en las políticas mismas. Estamos
hablando de un conjunto de esfuerzos que incluyen la
Política Nacional de Biotecnología Agropecuaria, que
estará a cargo del Ministerio Agropecuario y Forestal (MAGFOR),
la política nacional de Diversidad Biológica que estará
a cargo del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales
(MARENA), otras políticas que van a ser
implementadas por el Ministerio de Salud (MINSA)
y también diferentes leyes como la Ley de Bioseguridad y
la Ley de Biodiversidad. La idea es poder contar con una
estructura amplia y articulada de políticas y leyes que
son claves para contribuir a proteger los recursos
genéticos con que cuenta el país. Una vez que se hayan
aprobado estas políticas y leyes va a haber una fase de
implementación en la cual deben participar y aportar
todos los actores que se han involucrado en este
esfuerzo, tanto del gobierno como de los productores y
de la sociedad civil en su conjunto.
-¿Cuáles serán los próximos pasos para definir esta
política de Biotecnología Agropecuaria?
-Se desarrollará una última reunión de consulta en la
que se va a presentar y discutir el borrador del
documento final que contiene los lineamientos de la
Política de Biotecnología Agropecuaria. Ese documento se
va a entregar al MAGFOR, porque en última
instancia va a ser esta institución la que lo tiene que
aprobar y asumir a través de un Decreto ministerial. Un
segundo paso será la aprobación de las leyes que todavía
están pendientes.
-¿En qué instancia está la tramitación de estas leyes?
-La Ley de Biodiversidad, que va a regular los recursos
genéticos, fue introducida a la Comisión de Ambiente de
la Asamblea Nacional el pasado 5 de junio, mientras que
la Ley de Bioseguridad, que va a regular el tema de los
transgénicos, ya fue dictaminada por la Comisión de
Salud y estamos calculando que podría ser presentada al
plenario de la Asamblea Nacional en el segundo semestre
del año para su aprobación en lo general. En el caso de
la política nacional de Diversidad Biológica, sería
importante saber en qué punto está, porque ya fue
consultada y aprobada, pero hasta la fecha el MARENA
no ha dado señales de quererla oficializar y parece que
la mantenga engavetada.
-¿A quiénes van a beneficiar estas políticas y leyes?
-En principio estamos hablando de que estas políticas
van a beneficiar a las comunidades que, por mucho
tiempo, han sido las que han resguardado los recursos
genéticos en nuestro país y que nunca han gozado de
beneficios equitativos y sostenibles por esa importante
tarea. Lo otro es que también se va a garantizar la
productividad de nuestro país, porque en la política de
biotecnología se habla de no promover la biotecnología
transgénica, sino de promover la biotecnología
tradicional al servicio del rescate de los recursos
genéticos de nuestro país, es decir mejoramiento y
conservación de semillas criollas. Consideramos, además,
que en Nicaragua debe haber un estudio exhaustivo
de nuestros recursos genéticos y no aventurarnos a tener
que adoptar tecnologías que pueden traer el deterioro de
nuestros recursos naturales.
- En el último intento fallido de aprobar la Ley de
Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional ha
quedado al descubierto un gran desconocimiento de las
instituciones respecto al tema de los transgénicos. El
mismo Director general del INTA, Bayardo Serrano, acaba
de declarar a Sirel que aún no existe una posición
definida de la institución sobre el tema ¿Cómo se va a
tratar esta materia tan polémica en la Política de
Biotecnología Agropecuaria?
Lo que hasta el momento se ha hablado es que, en caso de
tecnología vinculada con transgénicos, esta Política
Nacional se compromete a la construcción de un marco
jurídico. Hay que aclarar que en el caso de la
biotecnología, lo que se quiere promover es la
biotecnología tradicional orientada al rescate de los
recursos genéticos en su conjunto, donde la idea es que
la ciencia nacional, con recursos nacionales, esté
orientada a estudiar, conservar y proteger nuestros
recursos genéticos. Cuando tengamos estos tres
componentes trabajado, nos vamos a dar cuenta que los
transgénicos no son necesarios. Esta es la visión del
borrador que se va a presentar. Esperamos que no haya
cambios en esta última fase de consulta.
En Managua,
Giorgio Trucchi
© Rel-UITA
31 de julio de
2007 |
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