Este 3 de
diciembre solamente se han escuchado aquí las voces de los
ex trabajadores y trabajadores de las bananeras afectados
por el Nemagón, que desde hace más de seis meses están
protestando frente a la Asamblea Nacional en Managua, y de
las organizaciones de la sociedad civil que se han
solidarizado con este sector, que juntos han reclamado la
total eliminación de los plaguicidas.
Sirel
dialogó con Victorino Espinales, presidente de la
Asociación de Trabajadores y ex Trabajadores Afectados por
el Nemagón (ASOTRAEXDAN), para conocer el
planteamiento que presentaron hoy a la sociedad nicaragüense
y a las instituciones.
-El Día
mundial contra los plaguicidas en recuerdo de las miles de
víctimas de la catástrofe de Bhopal, India, en 1984, casi ha
pasado desapercibido en Nicaragua. ¿Qué comentarios tiene al
respecto?
-Nosotros somos un claro ejemplo de lo que estos químicos han
provocado en el ser humano y en el ambiente. En ocasión de
esta fecha hemos logrado unir esfuerzos con otras
organizaciones, como por ejemplo el Movimiento Social
Nicaragüense “Otro Mundo es Posible”, y hemos decidido
presentarnos juntos para protestar y luchar para la total
desaparición de los agrotóxicos sintéticos del país. Es
cierto que casi nadie habló del tema, pero creemos que ha
llegado el momento de plantear a las instituciones y a la
sociedad en su conjunto la urgencia de esa medida. Ya se han
demostrado ampliamente los efectos que los plaguicidas han
tenido sobre los seres humanos, el medio ambiente y los
alimentos, y es por eso que hay que hacer un solo frente
para la desaparición de estos químicos de Nicaragua y
del mundo entero.
-¿Qué
actividades se realizaron con ese motivo?
-Es la primera vez que esta fecha se conmemora en
Nicaragua y las actividades fueron promovidas por la Red
de Acción en Plaguicidas en América Latina (RAPAL), a
las que nos sumamos nosotros y una gran cantidad de
organizaciones de la sociedad civil.
Revisamos lo que los químicos han provocado en el país y en
el mundo en los años pasados, para sensibilizar a la gente
que acudió
al acto. La gente debe entender que tiene que ponerse al
frente de esta lucha, con determinación, para que se pueda
lograr ese objetivo.
-Uno
de lo puntos del Acuerdo que negociaron con el gobierno en
2005 preveía la eliminación de 29 plaguicidas altamente
tóxicos que todavía circulaban en Nicaragua. ¿Qué nivel de
cumplimiento se logró?
-Los primeros 17 productos1
ya estaban prohibidos en Nicaragua y lo que pedíamos
era que se cumpliera estrictamente el Acuerdo Ministerial
23-01, ya que estos químicos se encontraban todavía en
venta, aunque de forma ilegal.
Para los otros 12 químicos2
se pedía que se realizara una reforma a la Ley 274 y su
reglamento, y se cumpliera con las recomendaciones de la
Comisión Nacional de Manejo Integrado de Plagas, para su
eliminación. De este último bloque de productos, seis fueron
eliminados, mientras que los otros seis no sabemos si
efectivamente fueron prohibidos, porque después de las
elecciones presidenciales de 2006 ya no pudimos volver a
reunirnos con el nuevo gobierno.
De todas maneras, estos son los productos químicos que más se
conocen, pero hay muchos más que siguen siendo aplicados en
los cultivos, como es el caso del Telone,3
que se está usando en los arrozales del norte del
país y que es un derivado del DBCP. El problema es
también que en Nicaragua no se ha instalado todavía
un laboratorio específico que le dé seguimiento a este tema
y que explore la posible contaminación de los alimentos.
-¿Cuáles son los planes futuros de este conjunto de
organizaciones que se han reunido para pedir la eliminación
de los plaguicidas en Nicaragua?
-Queremos hacer un bloque de resistencia en defensa de la
vida. Este bloque no es solamente para la desaparición de
los productos químicos, sino también para protestar contra
las políticas del gobierno. Estamos organizando una jornada
de protesta cívica para el próximo 13 de diciembre, y en el
caso de nosotros, los ex trabajadores y trabajadoras
bananeros afectados por el Nemagón, hemos decidido
quedarnos permanentemente aquí en Managua hasta que el
gobierno acceda a comenzar una negociación.
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