La lucha de los afectados por agrotóxicos sintéticos 
							en Nicaragua, entre ellos los ex trabajadores y 
							trabajadoras de la caña y del banano, sigue gozando 
							del respaldo nacional e internacional de varias 
							organizaciones de la sociedad civil. El Centro de 
							Información y Servicios de Asesoría en Salud (CISAS) 
							es una ellas. En su caso ese apoyo se ha expresado 
							sobre todo en la asesoría y en el acompañamiento a 
							los sectores afectados durante las tensas 
							negociaciones con las instituciones nicaragüenses y 
							en el reclamo de respeto de los acuerdos firmados el 
							año pasado. Denis Meléndez, responsable del Área de 
							Incidencia de CISAS, dialogó con Rel-UITA sobre 
							algunas de las dificultades que están enfrentando 
							los cañeros afectados por IRC.
							
							 
							
							
							-¿Cuál es el papel que está desempeñando el CISAS 
							junto a los afectados por la Insuficiencia Renal 
							Crónica (IRC) y el Nemagón?
							
							
							-Los afectados nos han solicitado que les brindemos 
							asistencia técnica en los procesos de demanda y 
							negociación, y que, de alguna manera, colaboremos 
							para construir algunas pistas que permitan avanzar 
							en el proceso organizacional, para que puedan dar un 
							salto de calidad en su trabajo cotidiano. Hemos 
							tenido la precaución de que en esta relación de 
							trabajo participen todas las organizaciones que lo 
							deseen. Hemos insistido en que trabajemos todo lo 
							atinente a la defensa de los derechos humanos 
							apoyándonos en el Centro Nicaragüense de Derechos 
							Humanos (CENIDH), mientras que todo lo relacionado 
							con la defensa y protección del medio ambiente está 
							a cargo del Centro Humboldt. Hay una especie de 
							división del trabajo en esta asesoría, en la que 
							procuramos potenciar al máximo la experiencia de 
							cada organización, para que esta lucha y estas 
							personas sienten un precedente en este país.
							
							
							 
							
							
							-¿Cuáles son los principales problemas que están 
							surgiendo?
							
							-Dos son los principales: el primero es la modalidad con la cual el 
							Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) 
							está liquidando las pensiones. Según la 
							documentación que tenemos podemos afirmar que las 
							personas afectadas de Insuficiencia Renal Crónica (IRC) 
							están siendo robadas.
							
							 
							
							
							
							-¿De que forma?
							
							-Pondré algunos ejemplos para entender mejor el asunto. El INSS se divide 
							en tres ramas que funcionan como tres seguros 
							individuales. Cada rama es independiente y tiene su 
							propia fuente de financiamiento. La primera es por 
							Invalidez-Vejez-Muerte (IVM). Para conseguir la 
							pensión de vejez se necesitan 750 semanas de 
							cotizaciones y 60 años de edad. La segunda es por 
							Riesgos Profesionales y se divide en Accidentes de 
							Trabajo y Accidentes de Trayecto. Su fuente de 
							financiamiento es el empleador. La tercera rama es 
							por Enfermedad común y Maternidad. ¿Que es lo que 
							pasa? Cuando una persona afectada por IRC llega al 
							INSS y pide la pensión por riesgos profesionales 
							–hay que acordarse que la IRC ya está en la lista de 
							las enfermedades laborales–, le devuelven la demanda 
							porque no cumplió con las 750 semanas de 
							cotizaciones, sin tener en cuenta que ella no está 
							postulando por vejez sino por riesgo profesional. La 
							gente se queja y se va, pero tienen derecho a 
							reclamar. Hay casos en los cuales la resolución sale 
							positiva pero la persona no se fija en las 
							cantidades que aparecen en la resolución. Ellos 
							tienen derecho a percibir un cheque mensual y por 
							única vez un cheque de liquidación que cubre el 
							período en el cual el INSS analizó la resolución. 
							Muchas veces ese cheque de liquidación no se los 
							dan.
							
							
							 
							
							
							-¿Son muchos esos casos?
							
							
							-Son bastantes, pero no termina aquí. 
							La ley dice que el empleador tiene que pagar el decimotercer 
							mes entre el primero y el diez de diciembre, y por 
							cada día de atraso deberá reconocer un día de pago.  
							Hay personas que mediando enero aún no han recibido 
							su pago y no se les está reconociendo los días de 
							atraso. Hay gente que todavía está esperando el 
							decimotercer mes de 2004, pero la gente no sabe y se 
							deja engañar. Otro ejemplo es el caso del señor 
							Reynaldo Paredes, ya fallecido. El número del Seguro 
							Social es 
							
							un número perfecto y es para toda la vida, quedando 
							el mismo para la beneficiaria. 
							
							A la esposa de Reynaldo le dieron un número 
							diferente del que tenía su marido y cuando reclamó 
							la pensión le dijeron que no podían darsela porque 
							los números son diferentes. Lo más “extraño” es que 
							el número de su marido se lo habían dado a otra 
							señora, quien estaba cobrando el cheque mensual. 
							Aquí ya entramos en otro orden de problemas, es una 
							estafa. La presunción que tenemos es que alguien en 
							la sucursal del INSS de Chichigalpa manipula la base 
							de datos y no le da a la gente lo que tiene que 
							recibir. Y hay más: 
							
							si estoy pensionado por riesgo profesional, cuando 
							llego a los 60 años tengo derecho a cobrar también 
							la pensión de vejez porque son ramas independientes 
							y con fuentes diferentes. 
							Pero muchas veces la niegan. Hay funcionarios que actúan como si le 
							estuviesen haciendo un favor a la gente, cuando en 
							realidad es su derecho. Han trabajado toda la vida, 
							han aportado al Seguro, hasta se han enfermado o han 
							muerto y lo que están demandando es simplemente su 
							derecho.
							
							
							 
							
							
							
							-Hay también problemas con los cheques que dan a los 
							pensionados…
							
							-Hay casos en los cuales el INSS asegura que la persona ya recibió su 
							cheque, pero en realidad nunca lo cobró. Cuando 
							controlamos la firma del recibo, vemos claramente 
							que no es la suya. Esto quiere decir que alguien 
							cobró su cheque. En el INSS de Chichigalpa hay 
							varios actos irregulares. Postulan por una rama pero 
							les otorgan por otra. La resolución dice que van a 
							pagar una determinada cantidad de dinero pero luego 
							aparece mucho menos. Hay casos, como el de la 
							presidenta de la Asociación, en que el marido nunca 
							recibió pensión, pero alguien estuvo cobrando su 
							cheque. Otros de cheques falsos que salen con una 
							cantidad mucho menor de lo que dice la resolución 
							del INSS, pero resulta que al final alguien está 
							cobrando la diferencia con otro cheque verdadero. 
							Tenemos varias dificultades, porque la gente no 
							conoce la ley y sospechamos que el INSS está jugando 
							una con doble base de datos; hemos comprobado que 
							hay expedientes diferentes entre el INSS Central y 
							el INSS de Chichigalpa.
							
							
							 
							
							
							-¿Cómo se están moviendo los afectados?
							
							-La Asociación  todavía no tiene muchos afiliados, pero a raíz de que la 
							gente está viendo cómo han estado trabajando, de la 
							manera más transparente, informando constantemente 
							sobre lo que están haciendo, han ido creciendo 
							bastante. Además, hemos insistido en que no 
							respondan los insultos de otros grupos, porque no es 
							ese el trabajo de la Asociación, sino explicar el 
							avance de las negociaciones, entregando toda la 
							documentación y exigiendo que las instituciones 
							cumplan con lo que firmaron en los acuerdos del año 
							pasado. ANAIRC no cobra nada a sus afiliados y 
							explica siempre cómo se utilizan los fondos que la 
							gente aporta de forma voluntaria. El pasado 10 de 
							enero enviamos una carta a la directora del INSS 
							Central, licenciada Edda Callejas, con varios 
							ejemplos de las anomalías que están ocurriendo. Es 
							importante que la gente entienda que hay que mandar 
							siempre todo por escrito. 
							
							
							 
							
							
							-¿Hubo respuestas?
							
							-Nos contestó aduciendo que las cosas estaban bien, porque dice que en 
							los ejemplos que dimos de cheques equivocados, estos 
							fueron anulados y nos envió una copia de la minuta 
							con el sello de “anulado”, pero nosotros queremos 
							ver el cheque y no la minuta. Tal vez crea que somos 
							tontos, pero para estar seguros de que el cheque 
							jamás fue cobrado, queremos ver la conciliación 
							bancaria y que en los registros contables del INSS 
							salga que la suma no pagada se revirtió en las Cajas 
							del Seguro. La gente sabe que nos estamos metiendo 
							en una pelea difícil y que nos vamos a enfrentar a 
							personas que no son angelitos. Después de las 
							primeras denuncias, la gente del INSS de Chichigalpa 
							fue a presionar a las familias de los afectados y 
							nosotros avisamos que no firmaran nada sin antes 
							consultar a la directiva de ANAIRC. Además, 
							recomendamos que no botaran ningún documento o 
							resolución del INSS, porque son las únicas pruebas 
							de sus derechos.
							
							 
							
							
							-La otra situación con la cual se están enfrentando 
							es la enfermedad…
							
							-Es una situación dramática. Hay un promedio de 46 muertes mensuales y el 
							número de enfermos y de viudas es altísimo. El 
							tratamiento es muy caro y un trasplante de riñon 
							vale más de 25 mil dólares. Además, el Seguro tiene 
							un gran problema: si perdí un brazo en un accidente 
							mi enfermedad es muy clara, pero el sistema no está 
							preparado para lo interno, cuando la enfermedad no 
							se ve claramente o de inmediato. Puede parecer que 
							estoy bien y tener buen aspecto, pero igualmente 
							tener un riñon ya colapsado y el otro que funciona 
							mal. Con los afectados por IRC debemos hacer dos 
							esfuerzos: luchar contra la corrupción y por la 
							salud y las vidas de las personas, y es importante 
							que la gente tenga confianza en que se puede ganar, 
							a pesar de haber sido engañada mil veces. Debemos 
							tener confianza porque son luchas fuertes y ya 
							estamos viendo algunos logros y victorias, y les 
							estamos dando una gran lección y ejemplo a las 
							nuevas generaciones de que se puede luchar, y si 
							tenemos perseverancia y unidad, vamos alcanzar la 
							victoria.