Los
riesgos y las ventajas de los cultivos transgénicos deben
ser evaluados no sólo determinando el flujo del polen de
estos cultivos, sino también considerando la persistencia de
productos transgénicos tales como toxinas BT, que pueden
acumularse en el suelo y seguir siendo activas durante mucho
tiempo.
En estudios
recientes se investigó los efectos potenciales de dos líneas
del maíz BT (BT 11 y BT 176) y de sus residuos de la planta
sobre los hongos micorriza arbuscular. La micorriza define
la simbiosis entre un hongo y las raíces de una planta. Como
en toda relación simbiótica, los participantes obtienen
beneficio. En este caso la planta recibe del hongo
principalmente nutrientes minerales y agua, y el hongo
obtiene de la planta hidratos de carbono y vitaminas que él
por sí mismo es incapaz de sintetizar mientras que ella lo
puede hacer gracias a la fotosíntesis y otras reacciones
internas.
El grupo de
plantas simbióticas beneficiosas son fundamentales para la
fertilidad de suelo, un factor crucial para la productividad
agrícola.
El estudio
encontró que ambas plantas transgénicas causaron una
disminución en la colonización de la micorriza arbuscular y
que además los residuos de la planta BT 11 afectaron
negativamente al establecimiento micorrizal por hongos
endofíticos nativos después de cuatro meses de haber sido
incorporados al suelo.
Queda
establecer si la colonización micorrizal es reducida
directamente por la toxina de BT presente en restos del maíz
o indirectamente por alteraciones de la población microbiana
del suelo o por otros factores.
Dado que
las comunidades microbianas son fundamentales a la
fertilidad y a la calidad de suelo, es por lo tanto
importante conducir otros estudios de largo plazo a campo
para evaluar el impacto de las plantas genéticamente
manipuladas en estas comunidades. Particularmente, el riesgo
que poseen los residuos de las plantas genéticamente
manipuladas es el de atacar al que no es su blanco, siendo
estos los microorganismos beneficiosos del suelo, por lo
cual esto amerita un estudio a fondo. Cualquier reducción en
su biodiversidad puede producir efectos de largo plazo sobre
las cosechas cultivadas secuencialmente en el mismo suelo en
próximos años.
Situación de Uruguay con
respecto al maíz BT 11
El cultivo
del maíz transgénico BT11 de la empresa Syngenta fue
autorizado en mayo de 2004 siendo el segundo maíz
transgénico cultivado en Uruguay; el MON 810 de la
empresa Monsanto había sido autorizado en el 2003.
El maíz
BT11 fue aprobado después de haber sido cultivado durante un
año bajo observación y la razón de esta decisión se basó en
el “buen resultado” que se obtuvo del maíz MON 810.
En nuestro
país desde la autorización de estos dos maíces transgénicos
no se han realizado estudios acerca de los impactos que
estos pueden estar causando sobre nuestra biodiversidad. Sin
embargo antes y después que se autorizaran esto cultivos
transgénicos hubo informes que apuntan a que estos cultivos
no son recomendables para nuestro país.
El estudio
sobre las micorrizas es un elemento más a tener en cuenta en
la promoción de estos cultivos.
¿No será
tiempo de hacer una evaluación costo-beneficio sobre nuestra
biodiversidad?
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