delta & pine

Las Semillas de la Muerte

Basura tóxica en Paraguay

 

 

Algunas reacciones de otros actores
de esta lucha

 

 

Con el fiscal ambiental Ricardo Merlo

 

-El resultado del expediente fue gracias a la tenacidad de los pobladores que siempre estuvieron acompañando el proceso, apoyando al Ministerio Público facilitando informaciones, ayudando para encontrar a las personas que tenían que venir a declarar. Quiero destacar también la labor del fiscal Hugo Ríos, fiscal de la causa en el Interior, que con pocos medios pudo sacar adelante el caso.

 

Esta sentencia viene a resolver muchas dudas que se plantean con la disposición de los residuos cuando se les quiere dar un ropaje de inocuidad y hasta de abono como en este caso, y en realidad son actividades ilícitas que causan daño al ambiente y perjudica la salud de las personas. Esta sentencia contempla todos estos aspectos.

 

-¿Usted había reclamado una sentencia más severa?

 

-Nosotros, el fiscal Penal y yo, habíamos pedido 8 y 5 años de prisión para los encausados, porque tenemos la convicción de que la muerte del poblador Agustín Ruiz estuvo en parte motivada por la contaminación generada por las semillas. Lastimosamente, el juez consideró que no se había probado esa relación por lo que no se pudo configurar el homicidio culposo que nosotros habíamos reclamado.

 

No conozco que en Paraguay exista otra sentencia con las características que tiene ésta. Creo que es la primera, y espero que tenga un efecto aleccionador para quienes manejan este tipo de químicos, y que sepan que la justicia ya tiene suficiente experiencia en estas cosas como para que no se nos haga pasar gato por liebre.

 

-¿Su fiscalía pedirá la extradición de Eric Lorenz?

 

-Con esta sentencia quedan abiertas con más fuerza las posibilidades de que esta fiscalía solicite la extradición de Lorenz, puesto que ha quedado comprobado la disposición ilegal de residuos. Nuestra legislación dice que los residuos son responsabilidad de quien los produce. No se puede traspasar la responsabilidad a un tercero, quien produce o importa el material contaminante debe garantizar que s destino final sea seguro. La empresa, y los responsables de la empresa son los garantes de esto según los artículos 15 y 16 del Código Penal paraguayo.

 

 
Con el doctor Pablo Balmaceda

 

-Estoy sorprendido, porque uno muchas veces ya no cree demasiado en la justicia paraguaya, pero por otro lado lo deseábamos fervientemente. Teníamos esa esperanza cuando empezamos a ir para allá, con miedo, con el padre Jorge Palka, a fin de enero de 1999. Esa primera vez fuimos a hablar con los pobladores, a pedirles que nos permitiesen hacer el análisis de su sangre, y pudimos ganarnos la confianza de la gente, porque sabíamos que hasta ese momento no habían obtenido absolutamente nada de las autoridades paraguayas que negaban el hecho. La situación era difícil, porque con toda la razón ellos desconfiaban de todo el mundo, y para colmo nosotros éramos extraños en su comunidad. Todo este tiempo estábamos convencidos de que la gente tenía razón, que fue afectada por las semillas, por la basura tóxica, y ahora estamos seguros de que siguen y seguirán sufriendo las consecuencias de los tóxicos abandonados.

 

-¿Se pueden encontrar todavía secuelas de la contaminación en la salud de los pobladores?

 

-Sin duda. Recién ahora empezarán a aparecer las más graves. Las que pudimos registrar en aquella época eran las inmediatas, el malestar diario, la falta de fuerza, y por los relatos que me hace la gente siguen padeciendo secuelas, ahora las de mediano plazo. Me sorprende la cantidad de gente joven que falleció en estos pocos años. Lamentablemente no hay una estadística ni un estudio seriamente hecho al respecto, pero habrá que hacerlo. No se hicieron autopsias, nunca se investigó. A largo plazo empezarán a aparecer problemas de cáncer y otros. Si se realiza un  buen control de los pobladores, seguramente aparecerá una tasa exagerada de cáncer. Por ahora se ve muchísima gente con problemas de piel, hongos. Habría que analizar las mucosas bucales, estudiar el ADN de las personas para ver si están deformados o no. La dificultad es que todos los métodos de investigación y monitoreo son indirectos, son resultados estadísticos, y poder hacer eso exige tiempo, recursos económicos.

 

-Sería necesario un estudio epidemiológico.

 

-En la compensación que esta gente debe recibir se debería incluir alguna estructura sanitaria, un pequeño hospital para poder seguir a esta población durante 20 o más años, porque seguramente comenzarán a parecer las secuelas graves de la contaminación masiva que sufrieron. Lo que ha ocurrido hasta ahora en el aspecto sanitario, desgraciadamente se pierde en la duda, porque no hay elementos confiables para poder sacar conclusiones válidas universalmente. En otros países se han hecho hospitales o servicios de salud exclusivamente dedicados a atender a una población puntual contaminada, como en Irán, donde hubo miles de personas dañadas por un trigo mexicano contaminado con mercurio.

 

-¿Piensa que valió la pena el esfuerzo, el miedo, la espera?

 

-Claro (dice riendo). Valió la pena sobre todo en ese momento. Personalmente me sentí bien por haber hecho lo correcto, lo que tenía que hacer como ser humano y como médico. Como varias veces le mandé decir al fiscal, en este caso lo que se precisaba era coraje. Nos enfrentamos a todo el aparato del Estado, a todos los funcionarios del gobierno que negaban la gravedad del hecho, hasta tuvimos que soportar a algunos que anunciaron que irían a tomar tereré con el agua de los pozos contaminados.

 

-¿Alguien vino?

 

-No se les vio ni el jopo por aquí. Recuerdo que hubo un seminario organizado por la OMS al que acudieron cinco especialistas en toxicología ambiental, y el único paraguayo que habló fui yo, ninguno de los universitarios, ningún funcionario de gobierno tuvieron nada que decir. Lo trágico de todo esto fue que lo mismos funcionarios de gobierno que decían que había que lavar las semillas y otros disparates eran los grandes profesores de Medicina y Agronomía.

 

 

Con Pedro Salcedo

 

-Creo que después de tantos años de lucha de los/as compañeros/as de Rincón-í esta sentencia nos deja muy satisfechos, aunque esta es la primera etapa. Ahora vendrá otra instancia que es el resarcimiento económico y en la salud. Es probable que esta segunda etapa sea igualmente compleja y difícil que la primera, y debemos seguir manteniéndonos unidos, solidarios, con una actitud inteligente como hasta ahora.

 

-¿Qué importancia tiene esto para Paraguay?

 

-Enorme, y debemos lograr que la sociedad paraguaya esté enterada de que se ha conseguido una gran victoria. La ciudadanía está muy apática con respecto al respeto de los poderes públicos y privados a los derechos humanos. En este caso, la justicia está marcando un camino de recuperación de la dignidad, de la credibilidad. No quiero dejar de mencionar a la mayoría de la prensa se Asunción que otorgó una gran importancia a esta lucha, y les pido a los medios que continúen apoyándola porque aún no ha terminado. Simplemente hemos dado un paso adelante, uno muy grande y sólido, pero apenas uno.

 

 

Con Oscar Jara

 

-Como representante de la UITA en Paraguay, y de la Federación de Trabajadores de la Alimentación, estoy muy contento porque esta sentencia haya salido favorable a los damnificados. Como trabajadores estuvimos presentes cada vez que se nos solicitó apoyo porque entendemos que el atropello de Rincón-í lo sufrieron directamente sus pobladores, pero también toda la sociedad paraguaya, especialmente los trabajadores que sólo nos tenemos a nosotros mismos para defendernos de los poderosos. La responsabilidad de este hecho es de la empresa Delta&Pine en primer lugar, y también del gobierno paraguayo de la época que permitió el ingreso de las semillas al país de manera irregular, entre gallos y medias noches, y posteriormente del gobierno local que fue cómplice del envenenamiento de sus propios vecinos.

 

Esperemos que este desenlace evite que se siga trayendo basura tóxica del exterior al Paraguay, y que si se trae se le regrese al lugar de donde vino. Nuestros sindicatos seguirán apoyando esta lucha, y agradecemos la presencia, el apoyo moral y económico de la UITA –y en ella a quienes en España, Argentina, Suecia y otros países se mantuvieron solidarios-, lo que permitió llegar hasta aquí.

 

 

 

 

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