Argentina SALUD

Argentina:

Fumigar con agrotóxicos

es delito

 

Por primera vez, productores sojeros argentinos fueron condenados por  la justicia por realizar fumigaciones clandestinas con agrotóxicos. Aunque los acusados no marcharon a la cárcel, el avance fue saludado por organizaciones sociales.

 

El 21 de agosto no fue un día como los otros de los últimos diez años para los vecinos del barrio Ituzaingó, en la periferia de la ciudad de Córdoba.

 

Ese día, la Cámara I del Crimen de la provincia condenó a tres años de prisión provisional (no se debe ejecutar) a un productor rural y a un piloto por fumigar con glifosato, endosulfán y otros agroquímicos campos de soja aledaños a zonas pobladas.

 

La acusación había sido presentada por los vecinos en 2004, por hechos que remontaban a un par de años antes. Como consecuencia de las fumigaciones varios pobladores del área sufrieron severas consecuencias sanitarias.

Como consecuencia de las fumigaciones varios pobladores del área sufrieron severas consecuencias sanitarias.

 

Médicos que trabajan en el área informaron de más de 200 casos de cáncer y afecciones respiratorias varias. Una muchacha de 20 años con insuficiencia renal agravó su cuadro y murió “gracias a los venenos que tiraron sobre el pueblo”, según denunció su madre.

 

Las fumigaciones cordobesas habían sido instaladas en el debate público nacional gracias a la acción de varias asociaciones, como Madres de Ituzaingó o Paren de Fumigar.

 

Medardo Ávila Vázquez, secretario de Salud de la provincia, fue uno de los denunciantes. 

 

Ávila es también integrante de la asociación Médicos de Pueblos Fumigados (MPF), surgida, según dijo al semanario uruguayo Brecha, “como respuesta al reclamo de contención de los equipos de salud diseminados en la provincia y que carecen de apoyo para tratar enfermedades ligadas a los agroquímicos y la fumigación en general”.

 

El MPF sostiene que hay actualmente en Argentina 12 millones de personas viviendo en zonas sobre las cuales los productores echan 300 millones de litros de agroquímicos cada año.

 

Ávila valora tanto más el fallo de esta semana cuanto se hace difícil el reclamo de los vecinos en pueblos “en que de inmediato sobreviene el enfrentamiento con el intendente local y con los propietarios de los campos, que en general son también los vecinos más poderosos”.

 

El secretario y dirigente social denuncia el papel que cumplen los organismos estatales que en principio deberían encargarse del control de estas temáticas.

Actualmente en Argentina 12 millones de personas viviendo en zonas sobre las cuales los productores echan 300 millones de litros de agrotóxicos cada año.

 

Uno de ellos es el Servicio Nacional  de Sanidad Animal, donde –dice- los grandes productores hacen y deshacen.  “Es un organismo vinculado exclusivamente a la producción y a lo comercial en el que no hay una mirada de salud ni de ambiente. Más bien son como el león, la pantera y el tigre determinando qué van a hacer con los pobres ratoncitos que viven debajo de los aviones que pasan fumigando”, dijo el dirigente del MPF a Brecha.

 

A fines del año pasado, otra denuncia fue elevada a la justicia cordobesa por daños a la salud de 30 habitantes de una colonia rural afectados por fumigaciones no autorizadas. Y desde julio, la provincia es escenario de un conflicto ambiental “duro” tras la ratificación, por los gobiernos provincial y nacional, de la construcción de una planta de la transnacional Monsanto para llevar a cabo estudios sobre semillas de maíz transgénico.

 

El 19 de julio, asociaciones de diverso tipo, desde ambientales hasta humanitarias, y sindicatos de varias ramas, lograron reunir a unas 6.000 personas en la ciudad para manifestar “en defensa del derecho fundamental a un ambiente sano”. La convocatoria abarcaba el reclamo contra Monsanto, el juicio por las fumigaciones y las protestas contra la acción de la gran minería en el sur y el norte del país.

 

Uno de quienes apoyó la manifestación fue Adolfo Pérez Esquivel. El premio Nobel de la Paz argentino se hizo presente también en Córdoba en los últimos días. Lo que está en causa en estas movilizaciones es un mismo modelo que sólo persigue la maximización de las ganancias por parte de las empresas multinacionales, de los empresarios sojeros y de los pools de siembra, en detrimento de la salud pública de todos los habitantes y del medio ambiente en general”, dijo Pérez Esquivel en ocasión del juicio cordobés.

Sin que se modifique el modelo económico de explotación de la tierra los conflictos seguirán”, agregó.

 

Según el último informe de la Red Agroforestal Chaco Argentina, hacia 2010 había en Argentina 153 casos de conflictos por tierras y 16 por temas ambientales.

 

En Montevideo, Daniel Gatti
Rel-UITA
27 de agosto de 2012

 

 

 

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