A
causa de los monocultivos, el uso de herbicidas tóxicos y
otros manejos "antinaturales" en la agricultura, se viene
produciendo una muerte masiva de abejas y la consiguiente
disminución en la producción de miel, que en Uruguay bajó un
60 por ciento.
Se estima que la producción de miel en nuestro país durante
la zafra 2007/2008 alcanzará apenas el 40 por ciento de los
niveles tradicionales, mientras que en Argentina
(considerada el "surtidor mundial" de miel) sufrió en los
últimos años una baja del 27 por ciento, según un artículo
publicado en el Barómetro Internacional y en Alterinfos.
La baja en la producción de miel se debe, entre otras
razones, a las sequías y a las grandes extensiones de
monocultivo de soja, eucaliptos y pinos; dejando como
consecuencia una subida en el precio de la miel.
Lo cierto es que la Apis Mellifera sobrevive y se adapta a
las nuevas condiciones, pero cada vez se le hace más
difícil; poniendo en riesgo la polinización y por ende la
agricultura. "Cuanto más nos alejamos de los manejos
naturales más rápido se rompe el delicado equilibrio que
reina entre las especies en la naturaleza", señala el
artículo.
"Los manejos antinaturales lograron el avance de las
enfermedades, como el ácaro de la varroa (succionador de
sangre), a otros virus mortales, desnutrición por falta de
alimentos variados que se hicieron resistentes por el uso
indiscriminado de los agrotóxicos y por una carencia de
diversidad genética", agrega.
Está comprobado que algunos herbicidas usados en la siembra
de monocultivos son extremadamente tóxicos para las abejas,
como el imidacloprid, fipronil, endosulfán, cipermetrina,
cuyo uso aumentó en los últimos años en Uruguay y
Argentina.
El artículo enumera como otros problemas que enfrentan las
abejas "la disminución de los ambientes naturales, la
industria de la madera, las empresas de la pasta de papel,
las grandes extensiones de los monocultivos", esto último
porque "obliga a las abejas a consumir el polen de una sola
especie, en la mayoría de los casos insuficiente en
nutrientes".
"Las abejas liban el néctar de las flores y al hacerlo
permiten que el polen pase de una flor a otra, lo que
favorece la fertilización y hace, en última instancia, que
la fruta crezca", explica la apicultora de Georgia
Virginia Webb, mientras que el artículo augura que "si
nada se hace las abejas podrían desaparecer en 10 años".
Albert
Einstein
afirmaba que "si desaparecieran las abejas, en cuatro años
desaparecería la raza humana. Sin abejas, no hay
polinización, ni plantas, ni seres humanos".
Tomado de
Montevideo Portal
22 de
octubre de 2008
|