El pasado 30 de julio se cumplieron dos meses desde que
los ex trabajadores y trabajadoras del banano afectados
por el agrotóxico Nemagón acamparon nuevamente en señal
de protesta frente a las instalaciones de la Asamblea
Nacional en Managua.
Entre sus demandas se menciona la creación de una ley
que otorgue una pensión vitalicia a todas y todos los
afectados y reanudar las negociación con el actual
gobierno, para darle cumplimiento a los acuerdos
firmados en mayo del 2005 con la anterior administración
Sirel
conversó con Victorino Espinales, presidente de
la Asociación de Trabajadores y ex Trabajadores
Afectados por el Nemagón (ASOTRAEXDAN), para
conocer los avances de esta nueva protesta.
-Han pasado dos meses desde su llegada a Managua.
¿Podemos hacer una primera evaluación de esta nueva
etapa de lucha de ASOTRAEXDAN?
-Por medio de las gestiones que pudimos hacer con la
Asamblea Nacional logramos que se conformara una
Comisión Especial para Asuntos del Nemagón, que coordina
el diputado Luis Callejas. Sabemos que la
comisión ya se reunió para discutir y dictaminar la ley
que establece una pensión vitalicia para todas y todos
los afectados y va a depender también de nosotros
presionar para que se termine de dictaminar y se
presente al plenario para su aprobación. Ya está lista
la carta que enviaremos a todos los diputados de las
diferentes bancadas y comenzamos a investigar qué piensa
el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS)
de esta nueva ley.
-¿A quién beneficiaría esta ley? ¿Sólo a ASOTRAEXDAN o a
las y los afectados del Nemagón en general?
-Nuestro planteamiento es que sea para todas las
personas afectadas y eso a pesar de que los otros grupos
de afectados no se hayan movilizado para lograr este
resultado. Nosotros nos hemos diferenciado de los demás
grupos por haber trabajado para todos, como ocurrió en
el pasado con la aprobación de la Ley 364 (Ley
Especial para la Tramitación de Juicios Promovidos por
las Personas Afectadas por el Uso de Pesticidas
Fabricados a Base de DBCP). Aunque la ley tenga un
corte nacional y no pueda beneficiar a un sólo grupo,
creo que los otros grupos puedan tener problemas con los
mecanismos de implementación de la ley misma, pero esto
ya no es asunto nuestro.
-¿Cómo se va a determinar si una persona está afectada y
si tiene derecho a la pensión?
-En la Ley 364 se determinan los diferentes niveles de
afectación con relación a la esterilidad y se habla
también de “otras enfermedades” relacionadas al Nemagón.
Además, en el 2005 el Ministerio de Salud (MINSA) comenzó una investigación en la que
detectó otras enfermedades, así que tenemos suficientes
elementos para respaldar el derecho a la pensión de los
afectados. Lo que sí tenemos que trabajar de manera muy
concreta es la conformación de un equipo de evaluación
tripartito (empresas, Estado y asociaciones de ex
trabajadores), para la investigación de cada caso de
personas que quieran tener acceso a la pensión. Esto
tendría que quedar plasmado en la ley.
-La otra demanda que están presentando es la reanudación
de las negociaciones con el gobierno. ¿En qué instancias
está el diálogo?
-En este caso el gobierno no ha dado ninguna señal de
disponibilidad al diálogo. Hemos enviado seis cartas y
hemos contactado a personas muy cercanas al presidente
Ortega
para ver si era posible comenzar a dialogar, pero no
tuvimos respuestas. Mucha gente dice que el presidente
está disgustado con nosotros porque le hablamos muy
duro, pero tendría que recordarse que él es nuestro
empleado y no lo contrario. Su obligación es resolver el
problema y parece no tener esta voluntad, sin embargo
creemos que tarde o temprano tendrá que enviar a sus
delegados para buscar una solución.
-¿Cómo sigue la situación de la gente en el campamento?
-Ha llegado mucha más gente y tenemos una presencia
promedio de 3.500 personas y esto a pesar de la falta
casi total de apoyo por parte de la sociedad civil. Casi
no tenemos alimentos y tuvimos que organizarnos en
comisiones para ir a pedir en los mercados o contar con
el apoyo de la gente que no pudo participar en la marcha
por su estado de salud.
-¿A qué cree que se debe este cambio de actitud de la
sociedad civil?
-Creo que por un lado se han dado cuenta que no están
obligados a respaldar ese tipo de lucha y por el otro
creo que se ha dado otro fenómeno, es decir que algunas
organizaciones apoyan al nuevo gobierno y no quieren que
se le hable muy fuerte al Presidente de la República y
pienso que esto sea un error. Definitivamente son muy
pocas las organizaciones que nos están respaldando.
-Respecto a la “Marcha sin Retorno” del 2005 se están
usando instrumentos menos extremos de protesta. ¿Esto a
qué se debe?
-Es una nueva estrategia con la que queremos demostrar
que este gobierno se está portando de la misma manera o
peor que los gobiernos pasados. Eso no quiere decir que
en algún momento no podamos recurrir a medidas más
extremas como la huelga de hambre.
-Semanas atrás sufrieron dos atentados en los que
salieron heridos de bala dos personas. ¿En qué punto
están las investigaciones?
-La situación sigue siendo muy extraña y hasta
sospechosa. Hasta el momento ni la Policía, ni la
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH)
han dado a conocer una resolución sobre estos casos.
-El mes pasado se presentaron frente a los medios de
comunicación para dar a conocer un comunicado conjunto
de ASOTRAEXDAN y la empresa DOLE. En este comunicado
pedían a las instituciones que se integraran al proceso
de negociación que se está desarrollando desde hace más
de un año. ¿Ya hubo alguna respuesta?
-Por parte del gobierno no hubo ninguna respuesta,
mientras que hay la plena disponibilidad por parte de
los diputados. Creo que la decisión que tomamos fue la
correcta porque planteamos una segunda agenda para el
presidente
Ortega
y a él, en calidad de presidente de todos los
nicaragüenses, le toca participar en este esfuerzo de
negociación.
-El hecho de hacer una declaración conjunta con la
empresa DOLE ha despertado muchas dudas y preocupaciones
a nivel nacional e internacional, sobre todo por los
contenidos que, una vez más, evidencian como la DOLE no
quiere reconocer la existencia de afectaciones en las
trabajadoras y trabajadores bananeros. ¿No se podía
buscar otra forma que no fuera la de salir públicamente
con la empresa que ustedes indican como una de los
responsable de tantos daños y sufrimientos?
-Creo que la sociedad civil y los analistas a nivel
nacional e internacional están viendo el problema de una
manera equivocada. Ellos solamente están observando lo
que dice de negativo el Vicepresidente de la
DOLE,
Michael Carter,
y no consideran que está diciendo también que quiere
resolver este problema.
-Pero se sientan y participan de la lectura de un
comunicado en el cual se vuelve a afirmar que no hay
prueba de que el Nemagón afectó y mató a miles de
personas y que quiere excluir a las trabajadoras
afectadas…
-Sí, pero al mismo tiempo dice que quiere resolver el
problema y ¿qué significa eso? Que está reconociendo que
el problema existe. El verdadero problema es que la
gente no quiere ver lo que dicen las dos partes.
Nosotros estamos diciendo que aquí la propuesta es
integral y si los señores de la DOLE no aceptaran
eso, no estarían sentados para negociar. Como están
aceptando que sí existe un problema y que hay que
resolverlo, instamos al gobierno sea parte de esta
negociación.
Es por eso que considero este paso como positivo y
quiero expresar mi protesta hacia los analistas, porque
se quedan mirando solamente lo que dice
Michael Carter
y no prestan atención a nuestro planteamiento.
-Pero no es fácil mirarlos sentados junto a la
contraparte en un caso tan emblemático como lo del
Nemagón…
-Tenemos muy claro que sentarse con esta gente es un
asunto muy delicado y muy pesado, pero ¿si no nos
sentamos con el demonio, con quién nos vamos a sentar?
Más bien la gente debería reclamarle al gobierno para
que se acerque a la negociación para apoyarnos. Esto es
el verdadero problema y te aseguro que el día en que nos
demos cuenta que esta negociación está afectando a
nuestra gente, inmediatamente dejaríamos de negociar con
esta transnacional. Por el momento no estamos
satisfechos, pero hay una puerta abierta y no queremos
que se cierre.
En Managua,
Giorgio Trucchi
© Rel-UITA
3 de agosto
de 2007 |
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