Más de 20
países ya tienen problemas graves de malnutrición y
crecimiento atrofiado en los niños, como resultado de la
crisis de alimentos que ha retraído los esfuerzos contra la
pobreza efectuados durante años, indicó la jefa de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret
Chan. Durante la cumbre mundial sobre seguridad
alimentaria, la funcionaria señaló que el alza de precios de
los comestibles pone en riesgo la vida de las personas
enfermas, las embarazadas y los niños.
“Ya estamos
empezando a ver signos de que el mundo se ha cerrado a mil
millones de personas que sufren hambre”, dijo, y agregó que
más personas morirán por “distintos tipos de morbilidades”
si el problema empeora.
Las
personas con VIH/SIDA y otras enfermedades que
destruyen el sistema inmune necesitan una buena alimentación
para mantenerse saludables; quienes están debilitados por
condiciones como diarrea, neumonía, malaria y sarampión
enfermarán o morirán si no comen bien, indicó.
Una
alimentación adecuada también es clave para mantener a las
embarazadas, las mujeres lactantes y sus bebés con vida,
además de ser necesaria para evitar la malnutrición que
puede atrofiar el crecimiento de los niños, alertó.
“Para las
personas saludables la crisis alimentaria impactará en los
bolsillos, pero en las personas pobres implica falta de
comestibles”.
La OMS
indica que 21 países ya tienen malnutrición crónica o aguda
grave, y decenas más están luchando para enfrentar la carga
de enfermedad que podría empeorar con la escasez mundial de
alimentos.
La Jornada
México
6 de junio de 2008