Colombia

         

Con el senador Jorge Enrique Robledo Castillo 

La soberanía alimentaria en la cornisa

 

El senador Robledo es un referente en la reflexión y el debate sobre la problemática y los desafíos de la soberanía alimentaria en Colombia. Un país que se está convirtiendo en un laboratorio de la agricultura transnacional del futuro, donde el modelo de producción es otro factor de violencia que también asesina, desplaza gente y mantiene de rehén a toda la población.   

 

-¿Cuál es la situación de Colombia en materia de soberanía alimentaria?

-El país está perdiendo a pasos agigantados su soberanía alimentaria. Cuando Álvaro Uribe llegó a la Presidencia en 2002, Colombia importaba 4,5 millones de toneladas de alimentos, sin contar los procesados, y a final del año pasado estábamos importando 8 millones de toneladas. La producción de cebada desapareció, el trigo quedó en reductos muy pequeños de algunas zonas; en maíz estamos en más de 3 millones de toneladas, o sea que las pérdidas son bárbaras.

 

Si hoy Colombia cerrara las importaciones quedaría en una severa crisis alimentaria, porque no tendríamos pan, pasta, cerveza, pollos, huevos… y en buena medida estaríamos sin carne de cerdo. O sea que la situación es gravísima, en un país que tiene tierras de todo tipo y agua limpia suficiente como para producir y exportar.

 

-Toda esta situación se agudiza aún más con el plantío de palma aceitera, tendiente a la producción de agrocombustibles.

-Sí, esa es la otra parte más grave del asunto. Como una especie de propuesta demagógica y atendiendo a ciertos intereses, el gobierno firmó el TLC con Estados Unidos haciéndole un daño inmenso al agro nacional. En esos acuerdos se prioriza la producción de palma africana y de caña de azúcar, y como una manera de ganar respaldo político se mete en la producción de agrocombustibles, que en nuestro caso se producen para el mercado interno y el externo. Pero Colombia no es competitiva en el comercio internacional, entonces estamos perdiendo recursos inmensos que deberían ir para la producción de alimentos, para subsidiar ciertos sectores como forma de protegerlos (dicho esto entre comillas) contra el TLC y el libre comercio. Lo que sí es cierto es que tras el escandaloso plantío de palma africana, se oculta una política claramente antiagraria y anticampesina.

 

-Además, provoca un fuerte impacto social negativo, ya que una hectárea de palma africana genera menos empleo que la misma área de banano, por ejemplo.

-¡Seguro que sí! Se trata de grandes plantaciones; el espacio que queda ahí para la producción campesina es muy pequeño, y con otro detalle que es importante señalar: el negocio grande de la palma está en el procesamiento de la producción, por lo tanto es bueno mirar en detalle cómo afecta socialmente el negocio que se está impulsando.

 

-Habrá que esperar mayor desplazamiento de población rural, siendo que un 10 por ciento de la población total del país ya ha sido desplazada.

-Digamos con franqueza que el desplazamiento rural obedece a dos grandes hechos que afectan a todos los productos: un proceso de violencia muy grave y otro de desplazamiento por la crisis económica, porque las importaciones de productos agropecuarios generan un desplazamiento grandísimo. Además, creo que aún más que la palma africana, el fenómeno más importante del sector rural en Colombia es la ganaderización del sector rural; la palma ha crecido bastante, pero mucho más el área ganadera. Y hagamos esta advertencia: con el TLC Colombia pactó importaciones muy grandes de carne de res y de leche, lo que agravará el problema del empleo rural.

 

-La reforma agraria aparece como una necesidad impostergable…

-En Colombia hay una disputa por la tierra desde toda la vida, pero el grado de concentración de la propiedad rural en los últimos años ha sido en buena medida producto de la violencia clásica, de la violencia económica y de toda esta expansión del paramilitarismo. Ello produjo una contra reforma agraria que justifica la gran rebelión indígena de este momento, que está vinculada a un problema de tenencia de la tierra y de desplazamiento.

 

-¿Se espera algún cambio con el resultado de las elecciones en Estados Unidos?

-Recordemos que Estados Unidos es un Imperio, que la política de Estados Unidos es bipartidista, demócrata y republicana. Aún cuando haya matices no veo grandes cambios en los discursos de Obama.  Recordemos también que la negativa que el Partido Demócrata le ha dado al TLC con Colombia no tiene razones económicas sino políticas, en virtud de la violencia contra el sindicalismo, por ejemplo. Pero el nuestro es un TLC idéntico al que el Partido Demócrata le aprobó a Perú. Realmente, no me hago ilusiones. Puede haber algunos cambios, pero no de fondo.

 

Luis Alejandro Pedraza, presidente de la Unión Nacional Agroalimentaria de Colombia (UNAC)
y el senador Jorge Enrique Robledo Castillo

En Bogotá, Gerardo Iglesias

Rel-UITA

14 de noviembre de 2008

 

 

 

Fotos: Gerardo Iglesias

 

 

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