Llamamiento internacional para detener la expansión de
monocultivos de árboles
En el año 2004,
organizaciones que luchan contra la expansión de
plantaciones de árboles a gran escala declararon al 21
de septiembre como el Día Internacional Contra los
Monocultivos de Árboles.
Desde entonces, organizaciones de todo el mundo llevan a cabo
acciones en esta fecha para generar conciencia sobre el
tema. Este año, un grupo de personas de varias
organizaciones emitieron una declaración internacional
en la que hacen un llamamiento para detener la expansión
de tales plantaciones.
La declaración ha sido
firmada por 8.429 personas de 85 países.
Dado que estas plantaciones están siendo promovidas bajo el
disfraz de “bosques”, la declaración resume los
principales motivos de preocupación: “Las
comunidades locales son desplazadas para dar lugar a
interminables filas de árboles idénticos – eucalipto,
pino, palma aceitera, caucho, jatrofa y otras especies –
que desplazan de la zona a casi toda otra forma de vida..”
El desplazamiento de la gente y de la naturaleza resulta en
una amplia gama de impactos sociales y ambientales:
“La
tierra cultivable, crucial para la soberanía alimentaria
de las comunidades locales, es convertida en
monocultivos de árboles que producen materias primas
para exportación. Los recursos hídricos son contaminados
y agotados por las plantaciones, al tiempo que los
suelos se degradan”.
Las comunidades locales sufren distintos tipos de violaciones
a sus derechos humanos, que “van
desde la pérdida de los medios de vida y el
desplazamiento hasta la represión e incluso casos de
tortura y muerte. Si bien las comunidades sufren en su
conjunto, las plantaciones tienen impactos diferenciados
de género, siendo las mujeres las más afectadas”.
A pesar de toda la evidencia documentada sobre los impactos
de las plantaciones, las mismas continúan siendo
promovidas por una coalición de actores gubernamentales,
intergubernamentales y empresariales, con el objetivo
apropiarse de la tierra de la gente “para que empresas
de celulosa y papel, madera, caucho, palma aceitera”
puedan continuar posibilitando “el sobre-consumo
despilfarrador de los productos de estas plantaciones
por parte de las naciones del próspero Norte”.
La declaración destaca que la oposición está creciendo y que
“en
país tras país, la gente se levanta para oponerse a la
expansión de las plantaciones de árboles y un movimiento
mundial ha crecido a lo largo de los años, unificando
las numerosas luchas locales y ayudando a hacerse oír a
quienes sufren por causa de las plantaciones”. Como
consecuencia, “el mensaje es fuerte y claro: Las
plantaciones no son bosques:
¡detengan
la expansión de los monocultivos de árboles!".