Uruguay

 
 
 

Una nube tóxica en Botnia mandó
al hospital a nueve operarios

 

El sindicato dijo que los afectados fueron más de treinta. Dos siguen internados. Habría sido por un escape de sulfato de sodio. La empresa culpó “al viento” por esparcir el material

 

Nueve operarios de Botnia fueron internados de urgencia tras resultar afectados por una nube tóxica –aparentemente de sulfato de sodio– en un escape ocurrido en la planta. Trabajaban en el área de montaje, en la parte de calderas y evaporización, cuando se produjo el accidente. “El olor era insoportable”, describió Jorge Pereira, delegado sindical. En un comunicado de la empresa, la misma sostuvo que “presume” que la sustancia derramada fue “polvillo de sulfuro de sodio”, que se esparció “debido al fuerte viento que existía en la zona”. Los voceros de la compañía se defendieron con un argumento insólito: “no hubiera ocurrido nada si no fuera por el viento”.

 

El accidente ocurrió entre las 9.30 y 10 de la mañana; según la versión de Botnia se estaban llenando unos tanques con sulfato de sodio para la producción de licor blanco sintético cuando el viento esparció el material.

 

Carlos Rossi, responsable de seguridad del Sindicato de la Construcción, reveló que “en realidad los afectados no fueron sólo 9 sino por lo menos 30, pero los que llegaron a la emergencia fueron los que se sintieron más agredidos. Hubo otros compañeros que tuvieron manifestaciones por el químico, pero que no entraron en una escalada de pánico, porque esto también es algo que pasó en ese momento, y administraron personalmente el malestar que sintieron sin pasar por la enfermería. Además, por lo que averiguamos, el sulfuro queda en la ropa y en la piel y puede tener efectos que se pueden manifestar con posterioridad”.

La empresa está manipulando químicos a cielo abierto. Los trabajadores que estaban ejecutando específicamente la manipulación de los productos químicos usaban ropa y protección adecuada y no se vieron afectados. Pero sí quienes estaban alrededor.

 

Además de los trabajadores intoxicados, tres vecinas de Gualeguaychú que fueron al puente internacional para tomar fotografías de la pastera también denunciaron que sufrieron reacciones en la piel y problemas respiratorios. Las vecinas coincidieron con los operarios en que el olor que sintieron fue “muy fuerte” y lo describieron como “olor a cloro”.

 

Fuentes de la Cancillería dijeron que el Gobierno “sigue atentamente” lo sucedido. “Una situación así es apenas una muestra del impacto ambiental que Argentina denuncia y es vista con preocupación”, agregó la fuente.

 

La pastera se está preparando para empezar a producir, lo que ocurrirá en pocas semanas. Ahora está en la etapa de pruebas, y el escape se produjo en ese marco.

 

De los nueve internados, siete fueron dados de alta y dos permanecen en observación. El médico que los atendió en la emergencia, Henry Jaures, emitió un parte en el que confirmó nueve casos de intoxicación con irritación en la piel y vías respiratorias.

 

Rossi aseguró que la sustancia que causó estas reacciones “no salió por la chimenea, sino porque la empresa está manipulando químicos a cielo abierto”. Según el dirigente sindical, “los trabajadores que estaban ejecutando específicamente la manipulación de los productos químicos usaban ropa y protección adecuada y no se vieron afectados. Pero sí quienes estaban alrededor”. Rossi agregó que el sulfato de sodio “estaba siendo acopiado para las pruebas del proceso de producción”.

 

Las vecinas de Gualeguaychú que al enterarse del accidente fueron a la zona de Botnia son Alejandra Crimela, Isabel Nievas y Gabriela Caballero. Ayer contaron a Página/12 lo sucedido. “Cuando supimos que había habido un escape salimos con la cámara para ver si podíamos documentar la situación”, relató Crimela. “Al llegar al puente empezamos a sentir un olor a cloro muy fuerte; nos ardía la nariz. Igualmente llegamos hasta la mitad, bajé del auto, hice una foto y aproveché para filmar porque la chimenea estaba echando humo. No nos quedamos mucho, después de unos dos minutos subí al auto y nos volvimos. Ya de regreso, la chica que manejaba el auto se puso roja y se le empezó a hinchar la cara. Al rato también yo empecé a sentir picazón en la cara, se me empezó a cerrar la garganta y tuve molestias para respirar.” Crimela y su compañera consultaron a un especialista en garganta y a un dermatólogo para dejar un registro de lo que les había ocurrido.

 

Anoche, la asamblea de Gualeguaychú estaba reunida discutiendo los pasos a seguir. Los vecinos ya habían votado, la semana pasada, un corte sobre la Ruta 14, la principal vía del Mercosur. Lo realizarán el lunes 20 –feriado– de dos a cuatro de la tarde, con un reclamo al gobierno nacional para que intervenga en el conflicto con medidas concretas. Quieren que la Casa Rosada interpele al gobierno finlandés, que ha sido el sostén de Botnia menos visible pero más fuerte. El Tratado de Protección de inversiones firmado en el 2003 entre Finlandia y Uruguay sigue siendo el principal instrumento de protección a la pastera. Pero además los vecinos le cuestionan al gobierno nacional no haber cumplido con promesas para nada imposibles de concretar. La principal es un estudio del estado de salud de la población, que el ministro Ginés González García dijo que impulsaría para contar con indicadores que permitan saber con certeza si, tras la entrada en funcionamiento de Botnia, hay nuevas (o más) enfermedades. El estudio fue anunciado durante la campaña porteña, pero nunca se realizó.

 

Por Laura Vales

Tomado de Página 12

15 de agosto de 2007

 

 

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