El solo hecho de que productores y trabajadores convocaran a un acto bajo una consigna común (”Por nuestros niños y en defensa de las agroindustrias”) resulta ya un paso positivo, dijeron representantes de los segundos a Rel-UITA. De todas maneras, lamentaron que el acto no haya contado con el respaldo de la Intersectorial de Bella Unión, debido a la posición “intrigante y mezquina” de los directivos de la Cooperativa Agrícola Limitada del Norte Uruguayo (CALNU).

CALNU fue creada en 1965 como una asociación de productores de caña de azúcar cuyos propósitos cooperativos iniciales fueron desvirtuados por sus sucesivas directivas, estiman los trabajadores. Actualmente se encuentra fuertemente endeudada y su directiva ha decidido postergar el pago a los productores de caña de azúcar que abastecen su ingenio para cumplir con otros compromisos, admitió a Rel-UITA un técnico de ese ingenio.

La Unión de Trabajadores de Azúcar de Artigas (UTAA) y el Sindicato de Obreros de Calnu (SOCA) responsabilizan al directorio de CALNU de reducir la producción y como consecuencia el número de zafreros contratados y el tiempo de zafra, contribuyendo así a la situación de extrema pobreza reinante en esa zona. 

Recientemente se supo de medios gubernamentales que los índices de mortandad infantil y desnutrición en Artigas duplican la media uruguaya y son comparables a los de los países más pobres de África.

Juan Soria, productor de caña de azúcar y uno de los oradores en el acto del 30 de junio, dijo a Rel-UITA que siempre cumplió regularmente con sus compromisos financieros, pero cuando se endeudó, en la década del 90, CALNU le propuso canjear la deuda por su cuota de producción de azúcar, lo cual él no aceptó. La cooperativa lo declaró entonces en mora y lo expulsó, junto con otros 150 productores en situación financiera semejante. “Me dejaron sin herramientas ni créditos”, indicó.

La mayoría de esos 150 productores, arruinados económicamente, debieron emigrar de Bella Unión, junto a sus familias. “No sé por dónde andan, pero bien pobres deben andar”, estima Soria.

Según este productor, en menos de diez años CALNU pasó de 450 a 190 productores, mientras los ingresos generados por su producción se redujeron de 32 a 6 millones de dólares en ese período.

En esta zona del Uruguay –donde el líder campesino y luego jefe guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros Raúl Sendic dejó profunda huella por su militancia a comienzos de los 60–, Soria se considera un “tupamaro pacífico, como se debe ser ahora”. Y agrega que poco a poco los productores chicos se acercan a los “peludos” (cortadores de caña zafrales) para luchar en defensa de la producción de azúcar. “Todo el pueblo deberá luchar unido, porque nunca se vio tanta miseria en Bella Unión. Nuestros niños se mueren de hambre”, declaró.

Carlos Píriz, secretario general del Sindicato de Obreros de CALNU, dijo a Rel-UITA que la actual directiva de esa empresa está negociando la entrega del ingenio a la multinacional MAN a espaldas de los trabajadores y del pueblo de Bella Unión con el fin de saldar sus deudas. De concretarse esta venta, MAN tendría el monopolio de la comercialización del azúcar en Uruguay, perjudicando a toda la población, agregó Píriz.

La central única de trabajadores de Uruguay PIT-CNT proyecta realizar en agosto un encuentro sindical regional con el fin de conjuntar esfuerzos contra las multinacionales, indicó Píriz.

Luis Carlos López, secretario de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas, destacó a Rel-UITA lo difícil –pero necesario– que resulta la conformación de alianzas con los productores en defensa de la caña de azúcar. “Los intereses de los ‘gringos’ son diferentes que los nuestros, pero ambos tenemos que defender la producción”, expresó. “Antes había 9 mil hectáreas plantadas de caña que ocupaban a 2 mil y pico de cortadores con zafras de seis meses. Actualmente existen tan sólo 3 mil hectáreas y la zafra es de 56 días en el año. Así, ¿cómo no va a haber miseria?”.

López responsabiliza a los directivos de CALNU y recuerda que hasta el mismo presidente de la República, el liberal Jorge Batlle, admitió públicamente que “acá hubo malos manejos de los fondos”. UTAA pudo comprobar, analizando las cuentas de la cooperativa, que 4 o 5 directivos se enriquecieron en estos años, señaló López.

Carlos Caillabet

© Rel-UITA

6 de julio de 2004