Las condiciones en las que estaba trabajando el Sr.
Ducasse eran –lamentablemente– las mismas en las que se
desempeñan numerosos trabajadores forestales a lo largo y
ancho del país. La empresa COFUSA contrató a una empresa
subcontratista (unipersonal de la Sra. Iris Cardozo) para
realizar tareas de poda, raleo y talado de árboles. Esta
empresa no proveyó al fallecido (ni a los demás trabajadores
de la cuadrilla) de los medios de protección personal
requeridos por ley (casco, pantalón de seguridad, botas,
guantes). El Sr. Ducasse se desempeñaba como motosierrista y
al momento del accidente no tenía ni siquiera un casco
puesto.
Cuando ocurrió el accidente, la velocidad del viento era
alta, lo que desaconsejaba efectuar tareas de talado de
árboles, debido a que no era posible controlar su caída. Sin
embargo, se siguió trabajando.
Para peor, en el lugar de trabajo no había vehículo para
proceder a un traslado de emergencia, estando la localidad
más cercana situada a más de 30 kms. del lugar donde ocurrió
el accidente. Tampoco había medios de comunicación
disponibles ni botiquín de primeros auxilios.
Por todo eso decimos que esta muerte nunca debió haber
ocurrido.
En este caso hay una responsabilidad muy clara de las dos
empresas involucradas (COFUSA y la unipersonal de Iris
Cardozo), pero el problema de fondo a abordar no se limita a
estas dos empresas, sino que es mucho más profundo y tiene
que ver con el tema de la subcontratación en el sector
forestal. Por esa razón, en sus "Diez propuestas en torno al
tema de las plantaciones forestales", el Grupo Guayubira
plantea, como primer punto, que "el problema más agudo del
sector forestal lo constituyen las condiciones de vida y de
trabajo de los trabajadores y trabajadoras forestales. El
problema se origina fundamentalmente en la tercerización de
las tareas forestales a manos de contratistas". En ese
sentido, la propuesta de Guayubira es "Que las empresas
propietarias de las plantaciones contraten directamente a
los trabajadores y que se hagan enteramente responsables del
cumplimiento de la legislación laboral".
Ese sería un punto de partida esencial para generar
condiciones que hagan posible la erradicación de los
flagelos que afectan al trabajo forestal: informalidad,
inseguridad, salarios de hambre, malas condiciones de
alojamiento, trabajo semi-esclavo, exposición a accidentes y
muertes como ésta, que todos lamentamos.
Grupo Guayubira
16 de agosto de 2004