En un volante que repartieron a quienes pasaban por la Ruta,
estos productores de Cerro Alegre, Pense, camino Sadam y
ruta 14, declaran que están en lucha "contra la
forestación que nos han impuesto y contra las plantas de
celulosa, diciendo sí al trabajo, la producción y al
bienestar de nuestra gente".
De acuerdo a declaraciones realizadas por un productor en la
prensa local (Diario Acción) los principales impactos que
denunciaron son: la extranjerización y concentración de la
tierra en pocas manos que trae el despoblamiento del campo,
la escasez de agua y la aparición de plagas que no existían
en los predios. También se refirió a las exoneraciones
impositivas que benefician al sector.
"Desde
1987 en que se votó la ley forestal ha habido un impacto
totalmente negativo en la zona. Ello determina la
concentración de la tierra en pocas manos, lleva a la
despoblación del medio rural y también se produce un
fenómeno de extranjerización que está dándose fuertemente en
Soriano".
"Sabemos
bien que a partir de 1995 se empezó a retirar el agua de
todo Cerro Alegre, Pense, Sadam, etc., se han secado pozos,
cañadas, bañados, llegándose a situaciones límites como por
ejemplo que más de 60 familias carezcan de agua para el uso
más elemental. Las respuestas que se han dado en este
sentido, no han sido satisfactorias. Los que podían pagar
hicieron convenio con PRENADER y le subsidiaron el 50% del
costo de los pozos, salieron U$S 60 el metro. Mucha gente
que estaba en un proyecto productivo no tuvo más remedio que
"enchufarse" y eso ha llevado a situaciones de
endeudamiento, cuya responsabilidad no era de ellos, el
gobierno subsidió grandes empresas forestales que con su
actividad terminaron con el recurso agua y los chacreros
debieron endeudarse".
Para quienes no podían pagar, "la respuesta que hubo para
ellos es camiones cisterna que andan una vez por semana
llevando agua a más de 60 familias. Basta dar una vuelta por
Pense, Cerro Alegre, colonia Díaz, van a ver tanques de 200
litros en las chacras, que son destinados para almacenar el
agua que se le lleva para sustituir la que han robado los
eucaliptos".
También destacó la aparición de plagas como por ejemplo las
yaras. "Con el desecamiento de cañadas y bañados que ha
habido, escasean las culebras que eran las que controlaban
las yaras. La explicación es sencilla, las culebras se
alimentan de ranitas, se secaron los bañados, se acabaron
las ranitas, se fueron las culebras y aparecieron las yaras.
Hay un cambio total en todo el ecosistema".
En cuanto a las exoneraciones impositivas, agregó que
"nosotros pequeños productores pagamos la contribución
inmobiliaria rural y pasan los camiones de 40.000 kilos y
rompen los caminos que nosotros sostenemos con los aportes.
En cambio, los patrones de esas empresas no pagan el tributo
porque las forestadoras están exoneradas. El año pasado la
Intendencia de Soriano dejó de percibir dos millones y medio
de pesos por este concepto, por decir algo el equivalente a
5.000 patentes de rodados".
El Grupo Guayubira adhiere a la genuina reclamación de
sectores productivos del país que sufren los efectos de un
modelo de "desarrollo" forestal basado en monocultivos a
gran escala de especies exóticas de muy rápido crecimiento,
que sistemáticamente hemos denunciado y que afecta a los
principales recursos del país (suelos, agua, flora, fauna) y
por lo tanto a su gente, además de haber provocado una
creciente concentración de la tierra, muchas veces en manos
extranjeras, en amplias zonas del Uruguay.
Grupo
Guayubira
14 de
setiembre de 2004