El
5 de diciembre, distintos sindicatos rurales de Uruguay
conformaron en la ciudad de Bella Unión una organización
común.
En su ajetreado periplo como asesor y organizador de los
asalariados rurales del norte uruguayo, en setiembre de
1961, el entonces joven procurador universitario y militante
socialista Raúl Sendic impulsó el nacimiento de un sindicato
que desde sus inicios y hasta el día de hoy ha marcado
rumbos en el gremialismo obrero uruguayo y sacudido el
escenario político nacional: la Unión de Trabajadores del
Azúcar de Artigas (UTAA). Muchos de los "peludos"
(cortadores de caña de azúcar) que fundaron UTAA en Bella
Unión integraron luego el guerrillero Movimiento de
Liberación Nacional, Tupamaros, liderado por Sendic, y
padecieron cárcel, tortura y exilio. Algunos de ellos
figuran en la lista de luchadores desaparecidos por las
dictaduras del cono sur latinoamericano.
Luego del retorno a la institucionalidad en Uruguay, en 1985,
tras doce años de dictadura, UTAA se reorganiza y otra vez
aparece a la luz pública como abanderado de los derechos de
los asalariados rurales, retomando su tradición de lucha y
protagonizando marchas de 600 quilómetros hacia Montevideo
en defensa de los derechos de los trabajadores. Repetían de
esa manera las marchas que hicieran en la década de los 60 y
principios de los 70 bajo la consigna “Por la tierra y con
Sendic”.
Sin embargo, la tarea de reconstrucción no ha sido fácil, ya
que la población de la campaña está diezmada y muchos
zafreros han debido emigrar hacia las villas miserias que
bordean las ciudades. Debido a la política de libre
importación, el azúcar producido en Uruguay no resulta
competitivo y el área de caña plantada disminuyó de cerca de
10 mil hectáreas años atrás a unas 3 mil en la actualidad.
La introducción de tecnología en la agricultura y la
utilización de herbicidas también han colaborado en la
expulsión de innumerables familias de productores y
trabajadores del medio rural.
Durante los últimos 20 años militantes viejos y nuevos de
UTAA no han arreado sus banderas históricas y pacientemente
han reconstruido su sindicato, fomentando la creación de
nuevos gremios en todo el país. La unidad de los
trabajadores del campo ha sido y es una línea de acción
persistente en UTAA, pero el proceso es difícil, en parte
porque las concentraciones obreras son de carácter ciudadano
y la central de trabajadores dedica escasos esfuerzos y
recursos a los trabajadores rurales aislados y errantes en
la campaña.
No obstante, el 5 de diciembre, en la chacra de UTAA, ubicada
en las afueras de Bella Unión, y con la presencia de
delegados de organizaciones de pequeños productores y
asalariados rurales finalmente quedó constituida la Unión
Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA)
con una directiva provisoria integrada por un miembro de
cada sindicato. En principio, las competencias asignadas a
esta directiva son: la coordinación con las bases y con los
plenarios nacionales del PIT-CNT; el estrechamiento de
relaciones con organizaciones afines; el desarrollo del
sindicalismo rural en todo el país, con especial énfasis en
aquellos lugares carentes de trabajadores organizados, a los
que se les hará llegar información y formación. La consigna
acordada por los fundadores de la UNATRA expresa: "Unidos en
lucha por tierra, trabajo y dignidad."
Carlos
Caillabet
© Rel-UITA
16 de diciembre de 2004