Desde hace
un par de meses se integró a la coordinación
para América Latina de la campaña “Terminar
con Terminator”, relanzada por el Grupo ETC
en colaboración con el Centro Ecológico de
Ipé, en Rio Grande do Sul, Brasil. En su
doble condición de brasileño y uruguayo, y
en virtud de su rica y notoria trayectoria
en el ámbito de varias ONG ambientalistas
del sur brasileño -particularmente en la Red
Ecovida, que agrupa a miles de campesinos
comprometidos con la agricultura familiar y
ecológica-, Julián estuvo de paso por
Montevideo trayendo la propuesta de
reactivar en el sur de América Latina la
campaña contra la tecnología Terminator. En
diálogo con Sirel explicó las razones de esa
propuesta y situó los episodios clave que se
avecinan.
-¿A qué se debe tu presencia en Uruguay?
-Hemos
venido para dialogar con las organizaciones locales con
vistas a reanudar las discusiones y volver a colocar en la
agenda las llamadas “Tecnologías de Restricción de Uso”,
comúnmente conocidas como “Terminator”. Existe una
moratoria mundial sobre ellas, adoptada en el marco de la
Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Convenio de
Diversidad Biológica, que prohíbe la comercialización y el
cultivo de estas semillas que son un tipo de transgénicos.
Esta decisión se volverá a discutir en la próxima
Conferencia de las Partes del Convenio llamada COP 9 que
tendrá lugar en mayo de 2008 en Alemania.
-¿Cuál es la propuesta del Grupo ETC?
-Que cada
país haga conciencia de las amenazas que portan estas
tecnologías e instrumente prohibiciones de uso para defender
su soberanía alimentaria y la autonomía de los agricultores,
sin olvidar a los consumidores que deben tener derecho a una
alimentación segura. Que quede bien claro que estas
tecnologías sólo generan lucro para algunas pocas
transnacionales como Monsanto, actualmente
propietaria de la patente sobre Terminator.
-¿Cuáles son concretamente esas amenazas?
-La
tecnología Terminator está diseñada para impedir la
reproducción de cualquier cultivo a la que se le aplique
mediante la manipulación genética de las semillas. Pero esto
ha evolucionado, lo que podríamos llamar la generación
Terminator 1.0 eran plantas que esterilizaban sus
propias semillas antes de la maduración, rompiendo el ciclo
reproductivo. Esto es tan alevoso que no consiguió ser
aceptado en ninguna parte del mundo. Pero ahora la
agroindustria ha generado variantes sobre el mismo tema,
como por ejemplo la llamada “Tecnología de Restricción de
Uso Reversible”, que implica nuevamente una planta
autoesterilizada, pero que se puede “resucitar” mediante la
aplicación de ciertos productos químicos u otros
procedimientos obviamente en poder de las mismas
transnacionales.
-¿Cuál ha sido el resultado de tus gestiones en Uruguay?
-Muy
promisorio. Hemos retomado el diálogo con diversas
organizaciones e instituciones como Redes-Amigos de la
Tierra, Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para
América Latina (RAP-AL) entre otras. En Uruguay
ya existe una coordinación contra los transgénicos -que
integra la Rel-UITA- donde se ha discutido la
tecnología Terminator. Nuestra campaña pretende
volver a colocar en primer plano este tema concreto,
fortaleciendo en la medida de nuestras posibilidades los
trabajos localmente desarrollados. En este diálogo hemos
intensificado el contacto con la Secretaría Regional para
América Latina de la UITA que ya adelantó su apoyo a
la campaña contra Terminator en Latinoamérica.
-¿Cómo se desarrollará la campaña?
-Tiene dos
ejes: uno de formación e información para que las personas
tengan elementos suficientes y adecuados para entender qué
es esta tecnología y qué significaría tenerla integrada a la
producción nacional. El segundo es de incidencia, esto es,
junto a las organizaciones locales movilizar a las
sociedades para que éstas presionen a sus respectivos
gobiernos para que asuman posiciones claras y transparentes
con respecto a este asunto, y se encamine un proceso
dirigido a la prohibición a nivel nacional de las
tecnologías Terminator, en cualquiera de sus
versiones. Pensamos que para lograr esto la Rel-UITA
es un asociado fundamental porque ya tiene ese perfil desde
hace mucho tiempo, ha trabajado sobre el tema y tiene una
gran influencia en toda América Latina.
Carlos Amorín
©
Rel-UITA
30 de agosto de 2007 |
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Grupo ETC y el Centro Ecológico de Ipé
Ilustración: cuadro tomado de losatajos.org