Buena noticia:
Gobierno suspende autorización
a
maíz dulce transgénico
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El día 17
de agosto los Ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca
(MGAP) y Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente
(MVOTMA) aprobaron una resolución que suspende "el uso,
producción y comercialización de semilla de maíz dulce
genéticamente modificado".
El origen de esa resolución se remonta a fines del año
pasado, cuando organizaciones no gubernamentales que
trabajan por un país libre de transgénicos –entre las que se
cuenta RAPAL- denunciaron irregularidades en la venta de
maíz dulce transgénico por parte de una semillería de
Montevideo.
Cabe aclarar que el maíz dulce es el que los uruguayos
utilizamos para el puchero, sopas o que se come hervido con
sal y/o manteca comúnmente vendido en las playas.
La denuncia hecha por las ONGs fue verificada por técnicos
de la dirección Nacional del Medio Ambiente junto con un
asesor directo del Ministro, pocos días después de haber
sido realizada y se comprobó la veracidad de la misma, tal
como consta en el comunicado de prensa de la DINAMA que
anuncia esta resolución.
Por tal razón consideramos que la denuncia realizada por la
sociedad civil, ha jugado un rol fundamental para que ambos
ministerios hayan analizado este tema y tomado la resolución
de suspender el uso, la producción y la comercialización de
semilla de maíz dulce transgénico.
Es importante también destacar que el comunicado de prensa
del MVOTMA justifica la suspensión del maíz dulce
transgénico en "la vulnerabilidad particular de los sectores
de agricultura familiar que llevan adelante sistemas de
producción hortícola". Es decir, que apunta a la defensa de
ese sector productivo frente a la posible contaminación del
maíz convencional por el maíz transgénico.
Consideramos que este hecho marca un hito importantísimo
desde la introducción de los cultivos transgénicos en el
país y hacemos públicamente un reconocimiento de la decisión
adoptada.
Sin embargo, también es importante aclarar que esto no
significa que no se siga plantando maíz transgénico. En
efecto, hay dos variedades cuyo uso está aprobado –el MON
810 y el Bt11- y que se utilizan como alimento para
animales. Según cifras aportadas por autoridades
competentes, el 52% del total del maíz plantado en el país
es transgénico.
Damos entonces la bienvenida a esta resolución y apostamos a
que los ministerios continúen trabajando en pos de la
protección de los productores, de los consumidores y de
nuestra biodiversidad agrícola y que en un futuro cercano se
revea la autorización de los cultivos transgénicos de
nuestro país.
RAPAL Uruguay
23 de
agosto 2006
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