La ubicación de
Uruguay como noveno productor mundial de
transgénicos, con poco más de 500.000 hectáreas
sembradas el último año, demuestra que en
realidad las plantaciones de organismos
genéticamente modificados son muy resistidas a
nivel mundial.
El posicionamiento de Uruguay como noveno productor
mundial de transgénicos, según la organización
Servicio Internacional para la Adquisición de
Aplicaciones Agro-biotecnológicas (ISAAA),
con algo más de 500.000 hectáreas cultivadas,
confirma la resistencia que enfrentan esos
cultivos en el mundo entero, considera
REDES-Amigos de la Tierra Uruguay. Sólo en 23 de los 238 países que conforman la comunidad internacional
se plantan transgénicos.
Sin embargo, es lamentable que Uruguay se encuentre
entre los líderes de la producción transgénica a
nivel planetario, siendo que no se ha demostrado
científicamente que esos cultivos no contaminen
el medio ambiente ni afecten la salud humana.
Algunas variedades han sido prohibidas en varios
países europeos. En Nueva Zelandia, que
tantas veces los gobiernos uruguayos han citado
como referencia en la producción agroganadera,
no se planta transgénicos, según consigna la
propia ISAAA.
Esta organización, que responde a los intereses de la
industria biotecnológica, destaca que el área
global plantada con transgénicos creció más de
12 millones de hectáreas en 2007, lo que supuso
un incremento de 12 por ciento con respecto a lo
sembrado en 2006. En total, el área mundial
de cultivos transgénicos alcanzó el año pasado
114 millones de hectáreas.
Los cultivos plantados son muy pocos; entre ellos se destaca
claramente la soja, seguida por el maíz y el
algodón. No obstante, diversas organizaciones
ambientalistas a nivel mundial, entre ellas
Amigos de la Tierra Internacional, siempre
han cuestionado los informes de la ISAAA,
a la que acusan de “inflar” los números.
Estados Unidos,
Argentina, Brasil, Canadá,
India, China, Paraguay,
Sudáfrica, Uruguay y Filipinas
son los diez mayores productores de
transgénicos. Detrás de Uruguay aparecen,
entre otros, Australia, España,
Francia y Alemania. Uruguay
tiene unas 450.000 hectáreas sembradas con soja
transgénica y algo más de 50.000 con maíz
genéticamente modificado. El trío de
transgénicos que se puede producir y
comercializar en Uruguay lo conforman
la soja RR, el maíz Mon 810 y el maíz Bt 11.
La soja RR es una variedad modificada genéticamente
con el propósito de hacerla resistente al
herbicida glifosato. Es elaborada por la
transnacional de origen estadounidense
Monsanto,
la mayor productora de semillas transgénicas del
mundo. Casi la totalidad de la soja producida en
Uruguay es transgénica. En tanto, el
maíz Mon 810, también producido por
Monsanto,
tiene una modificación genética que lo torna
resistente a los ataques de insectos plaga. Por
su parte, el maíz Bt 11 es resistente
también a algunos insectos plaga y la empresa
que lo produce es la suiza
Syngenta,
otra de las grandes transnacionales de los
transgénicos.
Una comisión interministerial quedó encargada el año pasado
de la elaboración de una normativa nacional de
bioseguridad, al tiempo que se decretó una
moratoria (prohibición) a la aprobación de
nuevos eventos transgénicos. REDES-Amigos de
la Tierra Uruguay, la Asociación de
Productores Orgánicos del Uruguay (APODU)
y la oficina uruguaya de la Red de Acción en
Plaguicidas y sus Alternativas para América
Latina (RAPAL) presentaron a esa comisión
estudios y documentos que señalan los efectos
negativos de la producción transgénica en varias
partes del mundo. Los grupos esperan que el
gobierno tome en cuenta debidamente la evidencia
internacional de las consecuencias ambientales y
sociales de esos cultivos.
REDES - Amigos de la Tierra
Uruguay
26 de febrero de 2008