Desde hace casi tres años un gerente de Nestlé – CODAL actúa
como un anacrónico monarca, decidiendo frívolamente sobre
vidas y destinos de sus “vasallos” que en realidad son
trabajadores. Algunos personeros del gobierno dominicano,
como fieles cortesanos, lo asisten y protegen. El sindicato
clama por un retorno a la realidad.
-¿En qué punto está el conflicto?
-Estamos en un momento trascendental, porque el
gobierno dominicano está directamente inmiscuido en el
conflicto a través del secretario de Trabajo, Jorge Fadul, y
ahora del secretariado de Agricultura. A las organizaciones
sociales de la provincia de Duarte que participaron en la
movilización, comienzan a sumarse otras a nivel nacional
para que la empresa entienda que el sindicato no está solo.
Lamentamos que la reunión que teníamos marcada con el señor
Felipe Silva, presidente de Nestlé para toda la región del
Caribe, y con el secretario de Agricultura, Amílcar Romero,
fuera cancelada por la negativa de la empresa a reunirse con
el sindicato, en represalia a la movilización que efectuamos
frente a la fábrica.
-¿Por qué está ahora implicado el ministro de Agricultura?
-Porque el 2 de junio vino a San Francisco con el
director general de Trabajo, y nos argumentó que los
ganaderos estaban preocupados de que la empresa pudiera
cerrar, ya que no les estaba recibiendo leche. Pero la
realidad es que la fábrica deriva leche a otras plantas del
país sólo para crear incertidumbre en esta región.
-Quiere decir que los trabajadores no están implementando
ninguna medida gremial que entorpezca o impida el normal
desempeño de la planta.
-En absoluto. Hace pocos días, inclusive, la planta
estuvo detenida más de 15 horas por falta de leche. La
interrupción del trabajo se debe exclusivamente a una
decisión empresarial para presentar la situación de manera
desfavorable al sindicato y darles una excusa a los
gobernantes corruptos para presionarnos. Nosotros ya hemos
demostrado que no tenemos ninguna responsabilidad en esta
situación, y que le pueden decir a los ganaderos que manden
su leche a San Francisco, que nosotros estamos trabajando
normalmente.
-Además de los dos despedidos recientemente, ¿hay más
trabajadores amenazados de despido?
-La empresa, con un notario público, hizo un
relevamiento de todos los nombres de quienes tomaron parte
en la movilización ante la planta. Pensamos que podría haber
represalias contra ellos. El gerente Carlos Pappalardo ha
manifestado públicamente que tiene una lista de 30 nombres
que serán despedidos.
-¿En las otras plantas de Nestlé existe este mismo
enfrentamiento?
-Para nada. Inclusive en la planta de helados, ubicada
en la capital, Santo Domingo, están discutiendo un convenio
colectivo.
-¿A qué atribuyen ustedes que en San Francisco haya tantos
problemas?
-A la prepotencia del gerente, Carlos Pappalardo, que
desde que llegó, en 2003, ha dicho que está aquí para
“arreglar” esta fábrica y que despedirá a quien él quiera.
El sindicato no puede permitir esta situación. En estos dos
años y medio ha despedido a 16 trabajadores. Posteriormente
hemos llegado a diversos acuerdos que él nunca ha respetado.
En realidad es un ingeniero y no un gerente, cuya principal
calificación se relaciona al equipamiento fabril y no con el
manejo y el contacto con el personal.
-¿Cuáles serán las próximas acciones?
-Esta prevista una reunión de mediación con el
director de Trabajo, Washington González, a la cual
asistiremos. No sabemos quién irá por parte de la empresa.
Vamos a aguardar el resultado de este encuentro junto a
todas las organizaciones sociales que nos están apoyando.
Carlos Amorín
© Rel-UITA
9 de junio 2005