Con Elsa Noemí Contreras
Un ejemplo de coraje y
dignidad
El Grupo CALVO utiliza
a sus mandos medios y altos para presionar al personal de su planta de El
Salvador y obligarlos a que se afilien a un sindicato patronal promovido por la
empresa. Recientemente, un grupo de 25 trabajadoras y trabajadores presentaron
sus cartas de renuncia a ese sindicato y se afiliaron públicamente al Sindicato
General de Trabajadores de la Industria Pesquera y Actividades Conexas (SGTIPAC).
Elsa es una de ellas y explicó a Sirel sus motivaciones.
-¿Por qué te habías afiliado
al sindicato patronal?
-Yo no sabía que me estaba
afiliando, porque me dieron una hoja y me dijeron que firmara sin que me dejaran
leerla.
-¿Quién te hizo firmar esa
hoja?
-La secretaria general del
sindicato patronal, Miriam Cruz Álvarez, que además es la jefa del
Laboratorio de CALVO.
-¿Te amenazaron para que te
afiliaras?
-Sí, nos dicen muchas cosas,
como que si no firmamos podemos ser despedidos. Nos prometieron muchas cosas que
después no cumplieron ninguna. Esto mismo ha pasado con el resto de las
compañeras y compañeros que están afiliados a ese sindicato patronal.
-Tú fuiste de las que
viajaron hasta San Salvador a entregar sus cartas de renuncia ¿Cómo viviste eso?
-Para mí fue muy bueno, nos
atendieron muy bien. Las autoridades de la empresa aún no se han enterado, pero
ya pronto lo van a saber y esperemos que todo sea normal. Algunas compañeras me
han criticado, pero ellas tienen miedo y ya van a comprender.
-¿Por qué resolviste
cambiarte para el SGTIPAC?
-Porque en el otro sindicato
le hacen firmar a uno cosas sin saber para qué es, y además nunca defendían
nuestros intereses como trabajadoras. Dejaban que los gerentes hicieran lo
que quisieran ahí dentro. Además he visto que
el
SGTIPAC
trabaja mejor y por
la ayuda y el apoyo que hemos recibido.
-¿Alguna vez habías estado
en un sindicato?
-No, es la primera vez.
-¿Qué edad tienes?
-Tengo 36 años.
-¿Cuántos hijos?
-Tengo tres niños y otros
dos que dependen de mí.
-¿Estás sola con ellos?
-Sí, no tengo apoyo del
padre ni de nadie.
-O sea que este trabajo para
ti es todo…
-Es muy importante, para
nosotros es la vida.
-Y a pesar de eso te has
arriesgado a renunciar al sindicato patronal y afiliarte al obrero…
-Claro que sí, es lo que
tenía que hacer.
-Pues, te felicito. Ojalá
todos tuviéramos tu valentía y decisión…
-Muchas gracias. Yo sé que
ustedes vienen apoyando esta lucha desde hace mucho tiempo.
-¿Tú crees que ahora,
afiliada al SGTIPAC, las cosas dentro de la planta mejoren?
-Eso es lo que espero,
porque ellos no respetan nuestros derechos laborales, y a veces sufrimos
maltrato de parte de algunos jefes y eso tiene que terminar.