4 de diciembre
Día de
acción contra la destrucción
del
empleo en Unilever (II)
Como parte de su
reestructura Unilever anunció la eliminación de 20.000 empleos hasta 2009.
De 10.000 a 12.000 de ellos se perderán en Europa. Miles de puestos ya
fueron recortados en los últimos dos años. Repasamos la situación en algunos
países.
La jornada de protesta
del 4 de diciembre, convocada por la Federación Europea de los Sindicatos de los
sectores de la Alimentación, la Agricultura, el Turismo y los ramos conexos (EFFAT), la Federación
de Trabajadores de Química, Minería y Energía (EMCEF) y el Comité de
Empresa Europeo (EWC), destacará, entre otras cosas, que la política
de la empresa tendrá un impacto en varios continentes. En los países
europeos las protestas se dirigen en primer lugar contra los despidos.
Reino Unido:
en septiembre Unilever anunció la supresión de 315 puestos en el
marco de la reorganización de sus plantas en Port Sunlight,
Warrington y Burton. Paralelamente, la empresa revisa la
situación en las fábricas de Purfleet, Leeds y Crumlin.
Italia:
se prevé el cierre de la planta de helados en Cagliari (Cerdeña)
para fin de año y el despido de 200 personas. Se planea asimismo el despido
de 100 trabajadores en la planta de Findus en Cisterna di Latina.
Países Bajos:
como resultado de la huelga de más de tres semanas en respuesta al anuncio
de cierre de las fábricas de Delft, Loosdrecht y
Vlaardingen, finalmente Unilever aceptó establecer un fondo de
indemnización para los despedidos, garantizar el empleo para quienes aún no
fueron afectados por los recortes y examinar planes alternativos presentados
por las organizaciones sindicales.
Las protestas ante la
sede de
Unilever
en Rotterdam llamarán además la atención
sobre las violaciones de las normas laborales internacionales en algunas
fábricas de Asia.
India:
en 2005
Unilever vendió su fábrica de Mumbai, con la intención
de cerrarla y transferir la producción a otros estados indios con menor
presión tributaria, y de deshacerse de la organización sindical. La decisión
significó la pérdida de 900 empleos. En el estado de Assam, luego del
cierre patronal de la fábrica de Doom Dooma, la dirección obligó a
los trabajadores a renunciar al sindicato y afiliarse a una organización
sustituta fundada por la patronal, antes de poder regresar a sus puestos.
Pakistán:
la fábrica de Rahimyar Khan emplea a 350 trabajadores sobre la base
de contratos de nueve meses, mientras otros 800 son contratados por
intermedio de agencias de empleo. En octubre, cuando el sindicato anunció
que admitiría también a personal contratado por un tiempo determinado, la
compañía despidió inmediatamente a 292 personas, sustituyéndolas con
trabajadores contratados a través de agencias.
Este
personal está legalmente impedido de afiliarse al sindicato.
La Rel-UITA ha
exhortado a los sindicatos afiliados con representación en
Unilever a
solidarizarse con la medida dispuesta por los sindicatos europeos.