Gustavo Sotelo, integrante del Sindicato de Trabajadores de Coca Cola de Uruguay, visitó recientemente algunas plantas de Coca Cola en Recife, Brasil. Sirel recoge las impresiones y su evaluación del viaje.

-¿Cómo surgió la invitación?

-Coca Cola está por implementar un nuevo sistema que consiste en el cambio de formato de las máquinas. Para capacitarnos viajamos a Guararapes en Recife, Brasil, cuatro personas de Montevideo Refrescos (planta de Coca Cola Company).

-¿Cómo se realizó la selección del personal?

-La empresa mandó un jefe de línea de producción, un maquinista y una funcionaria de control de calidad. En un principio no se convocó a ningún trabajador afiliado al sindicato, por lo que el compañero Antranic Adourian, presidente del Sindicato de Trabajadores de Coca Cola, solicitó a la empresa la participación de nuestra organización.

-¿Así que tu participación se debió a una exigencia del sindicato?

-Exacto, fui en representación y por pedido del sindicato.

-¿Cuánto tiempo estuvieron allá?

-Estuvimos una semana viendo cómo es el sistema.

-¿Qué evaluación realizas en lo laboral?

-Existen seis plantas de Coca Cola en Recife: dos en Guararapes: Suape y Jaboatão, que fueron las que visitamos. Suape es una embotelladora, que cuenta con tres sopladoras que hacen 9.000 botellas por minuto. Solamente hay 200 trabajadores que dependen de Coca Cola, el resto es personal tercerizado.

Allí los trabajadores tienen muchas carencias. Una de las cosas que llaman la atención es el régimen laboral. Trabajan hasta 12 horas y descansan 36, incluso si tienen que laborar por un período de 18 o 24 horas, lo hacen y luego descansan.

Otra cosa que me llamó la atención es la publicidad del sistema 5S: Limpieza, Orden, Seguridad, Autodisciplina y Autogestión. Al ingresar a la planta los afiches sobre el 5S están en los pisos, en las puertas, en el baño, en las oficinas, por todos lados.

En Jaboatão, la otra planta que visitamos, sí tienen distribución. Cuentan con 265 camiones que dependen de la empresa y 1.500 trabajadores directos de Coca Cola Company.

-¿Coca Cola intentó implementar el sistema 5S en Uruguay?

-Sí, pero el sindicato se opuso porque desde hacía tiempo veníamos exigiendo organización y limpieza, pero no estandarización y sustentabilidad, que son los dos últimos pasos. La gestión grupal te va llevando hacia el famoso premio: “Si andás bien, te premiamos. Si no, perdés”.

La política laboral de Coca Cola y la poca incidencia del sindicato, tornan horrible el sistema de trabajo. Empleados que trabajan 12 horas parados, no tienen siquiera una silla. No hay relevos en caso de una necesidad y no encuentras trabajadores de más de 35 años de edad, dado que la rotación es muy alta. Aparentemente no hay quien aguante las condiciones de trabajo y el bajo salario que se percibe.

Allí nada se discute, es un régimen de “tómalo o déjalo”. La compañía dice: “vamos a hacer esto” y se hace sin consultar a los trabajadores y mucho menos al sindicato.

Ahora, lo novedoso, es el sistema Lean Six Sigma, que aspira al “Cero Error”. Sobre esto, les cuento una anécdota: un día la empresa reunió a un grupo de trabajadores para hablar sobre el sistema. En determinado momento, un trabajador preguntó algo enfurecido: ¿Pero qué se pretende que cambie? ¿Mi manera de pensar? La reunión acabó cuando el grupo en pleno se retiró.