México
Roberto Mendoza Ralph gana
segunda ronda a Coca Cola
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La trasnacional
Coca Cola FEMSA sufrió el segundo revés en el
proceso iniciado por Roberto Mendoza Ralph, quien
acusó a la empresa de actuar de manera
discriminatoria al quitarle el empleo por su
orientación homosexual, la Sala de Instancia
Superior declaró improcedente el argumento de la
empresa de que ese asunto era “cosa juzgada”.
Al respecto, Roberto Mendoza explicó que la empresa
consideraba el asunto como “cosa juzgada” por
haberle otorgado el finiquito laboral. Sin embargo,
el pasado mes de enero el juez trigésimo de lo
civil, Roberto Rojo González determinó improcedente
ese recurso “toda vez que en ese juicio no se
ventilan derechos laborales, sino el daño moral que
afirma el actor fue causado por conducta
discriminatoria de los demandados”.
Esa decisión fue apelada por la empresa ante la Sala de
Instancia Superior, pero en ésta se ratificó el
fallo judicial de ser una cosa juzgada.
Con esta ratificación el juez del caso deberá abrir 10 días
para el ofrecimiento de pruebas documentales y
posteriormente otro periodo para el desahogo de las
mismas.
Consideró que la justicia hasta el momento ha demostrado que
se apega al derecho. Sin embargo, manifestó su
preocupación por el caso que sigue en materia penal
porque el Ministerio Público “sólo se ha dedicado a
hacerme preguntas a mí y a los presuntos
responsables de los hechos de mi salida, pero en
ningún momento se han enfocado al tema de la
discriminación y homofobia”.
Ante esta situación, confió que ha tratado de establecer
contacto con la Dirección de Derechos Humanos de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito
Federal para exponerles esta situación, pero no ha
podido contactar a las personas indicadas.
Mendoza Ralph, a quien se le impidió ascender en la empresa
Coca Cola FEMSA luego de que los directivos se
enteraron de su orientación sexual, afirmó que la
subsidiaria de la transnacional ha señalado que la
única intención de él es sacarle dinero, pero “para
mí sólo demando que se haga justicia y que no
vuelvan a discriminar a nadie”.
También le gustaría que otras víctimas de una discriminación
similar -como ocurre todos los días, dijo- tengan el
valor suficiente de denunciar a quienes son
homofóbicos; si esto se cumple “me doy por bien
servido y valió la pena salir del clóset, aunque
realmente nunca lo estuve”.
Eugenia Jiménez
Milenio.com
16
de febrero de 2006
Foto: Cristina Rodríguez