En 2011 la crisis tuvo como respuesta un
conjunto de acuerdos de cooperación
entre los países de América del Sur, que
no tienen antecedentes y generan la
esperanza de un futuro mejor.
América Latina
empezó el año con crecimiento de la
actividad económica y mejoras para los
trabajadores. La CEPAL y la OIT estiman
un crecimiento del PIB regional por
encima del 4 por ciento, un descenso en
la tasa de desempleo del 7,3 por ciento
en 2010 a 6,7 o 7,0 por ciento1
Después de la contracción en 2009, el
2010 marcó la recuperación de América
Latina y el Caribe. Se
reflejó en aumentos del empleo retomando
las tendencias positivas previas a 2008
y los salarios de los trabajadores
registrados tuvieron aumentos moderados.
Las mejoras en el empleo y los salarios
fueron mayores en los países
sudamericanos.
Los impactos de la crisis fueron peores
para los países con mayor comercio con
los Estados Unidos en
primer término y con la UE en
segundo: en México,
Centroamérica y Chile el PIB
cayó más y el desempleo tuvo mayor
aumento.
Las políticas implementadas
Algunos países de la región
contribuyeron a una reactivación más
rápida aumentando el gasto del gobierno
en obras públicas, en planes de empleo
de emergencia, en estímulos a empresas
con dificultades o en programas
sociales.
Según el informe de CEPAL –
OIT citado, se registró mayor
preocupación por mantener el empleo y
los ingresos de la población. Las
medidas aspiraron a aumentar la demanda
interna y a evitar que la crisis
golpeara sobre todo a los hogares de
bajos ingresos. Además cayeron los altos
precios de alimentos y combustibles, con
lo cual, a diferencia también de
experiencias pasadas, la inflación bajó
en el contexto de la crisis.
Para los países del Sur de América
Latina las oportunidades están en el
aumento del valor de sus recursos
naturales en un momento de gran
incertidumbre sobre el valor de monedas
y acciones. En segundo lugar,
profundizando la integración.
En la reunión de Presidentes en Buenos
Aires en el mes de agosto se lograron
acuerdos sin precedentes y el compromiso
de implementarlos en 60 días para la
siguiente reunión en Paraguay:
aumentar el intercambio comercial
intrarregional, con antecedentes como
los acuerdos de Argentina y
Brasil en el mercado automotor; el
uso de monedas de los países y no del
dólar en el comercio en la región; la
integración de las cadenas de valor y la
generación de puestos de trabajo de
mejor calidad en todos los países.
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Para los países del Sur
de América Latina las
oportunidades están en el
aumento del valor de sus
recursos naturales en un
momento de gran
incertidumbre sobre el valor
de monedas y acciones. En
segundo lugar, profundizando
la integración |
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Los países acordaron también crear un
Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR),
fortalecer la Corporación Andina de
Fomento (CAF) y acelerar la
creación del Banco del Sur. El objetivo
de esas iniciativas es reducir la
vulnerabilidad externa de la región y
dinamizar los procesos de desarrollo en
medio de la crisis
Lo que cambió en tan pocos años fue el
efecto ideológico de la crisis en los
países centrales. Las políticas de
mercado abierto a los capitales
financieros demostraron sus peligros y
gobiernos como el de Piñera,
ubicados a la derecha del espectro
ideológico regional, toman medidas para
desestimular el ingreso de capitales
especulativos2
El 7 de septiembre,
Argentina fue el cuarto país en
ratificar el convenio de creación del
Banco del Sur y se sumó a Venezuela,
Ecuador y Bolivia.
Argentina,
Brasil y Venezuela serán
los que aporten la mayor parte de los
recursos, dos mil millones cada uno en
cinco años. Este Banco dará a los países
de la región mayor independencia del
Banco Mundial y del BID, accediendo a
préstamos sin las condiciones que estas
instituciones imponen.
Del mismo modo la
creación el Fondo Latinoamericano de
Reservas (FLAR) para préstamos de
corto plazo a países con dificultades de
pagos externos, daría a la región mayor
independencia del Fondo Monetario
Internacional y evitaría las políticas
recesivas y antipopulares que exige,
como está ocurriendo actualmente en la
Unión Europea.
Las
tareas pendientes
El Consejo de Economía de la UNASUR
tendrá dificultades para lograr
consensos. A las diferencias ideológicas
se agrega que muchas veces los
funcionarios que participan (ministros,
presidentes de bancos centrales)
mantienen su ideología neoliberal y no
entienden el pragmatismo de sus
Presidentes.
El ministro brasileño de finanzas,
Guido Mantega propuso, sin éxito,
incluir en la declaración de la reunión,
la necesidad de reformular la forma de
votación en el BID para que América
Latina asuma el control.
Los principales riesgos de los impactos
de la crisis requieren medidas
complementarias:
a) La volatilidad de los flujos
internacionales de capital requiere
medidas para desestimular el ingreso de
capitales especulativos de corto plazo;
regular la repatriación del capital y la
transferencia de utilidades de las
inversiones directas; acelerar la
creación de las instituciones
financieras regionales
b) La recesión en los países de mayor
desarrollo tendrán impactos en las
exportaciones y el nivel de actividad.
Directos, por caída de las exportaciones
a esos mercados e indirectos si se
afecta a China e India.
Estos impactos negativos serán mayores
si continúa la devaluación del dólar
como resultado de la inyección de
447.000 millones de dólares propuesto
por Obama al congreso. Se
requieren medidas para fortalecer el
comercio interregional y aumentar la
protección con el resto del mundo;
acordar el intercambio de información
fiscal para perseguir la fuga de
capitales y el lavado de activos;
aumentar la demanda interna en cada país
para que aumente en la región.
c) El papel de China puede ser
muy importante. Para el Banco del Sur
sería una fuente de recursos de bajo
costo teniendo en cuenta el nivel de las
tasas de interés y le permitiría
aumentar los préstamos. A China
le daría la oportunidad de colocar sus
excedentes en monedas diferentes al
dólar que se devalúa. Los países de
América del Sur podrían también
renegociar el intercambio comercial,
dado que actualmente la región exporta
casi exclusivamente materias primas e
importa bienes con alta tecnología.