-¿Qué es lo que pasó exactamente en Suchitoto?
-En vista de la problemática que hay en el país con respecto
al deterioro ambiental y también a la situación de extrema
pobreza de la población, a las desigualdades existentes y a
las violaciones a los derechos humanos, diferentes
organizaciones sociales promovimos un foro con la
participación de representantes de los municipios de los
departamentos de Cuscatlán y Cabañas. El foro versaba
esencialmente sobre la problemática del agua y el análisis
del proyecto de la política de descentralización de este
recurso, impulsado por el presidente Antonio Saca.
El pasado 2 de julio, el Presidente iba a lanzar
públicamente en Suchitoto este proyecto, y lastimosamente
las dos actividades se cruzaron en el mismo lugar. A esto
hay que agregar que diferentes organizaciones de otros
lugares se habían citado en Suchitoto para protestar contra
esta política del gobierno, que anticipa una futura
privatización del recurso hídrico.
-¿Qué pasó después?
-Algunos miembros de nuestra organización estaban viajando
para participar en el foro cuando fueron interceptados y
detenidos violentamente por miembros de la Policía Nacional
Civil (PCN). En lugar de llevarlos a una delegación
del Departamento los trasladaron al lugar donde se iba a
desarrollar el foro, desencadenando la reacción de la gente
que había llegado para participar en la actividad. Comenzó
una fuerte discusión entre los líderes comunales y la
Policía para tratar de componer la situación, y de repente
llegó la Unidad
de Mantenimiento del Orden (UMO) tirando bombas
lacrimógenas, gas pimienta e intentando desalojar a la gente
disparando balínes de goma. Fue en este momento que
capturaron a otros compañeros y compañeras, quienes juntos
con los otros capturados fueron llevados hacia la Delegación
policial de la ciudad. En este momento se conformó una
comisión para negociar la liberación de las y los detenidos,
cuando nuevamente llegó la UMO comenzando a golpear y
a disparar a la gente, provocando varios heridos e
intoxicados. La gente huyó y fue perseguida por miembros de
la UMO, mientras se hacía presente un fuerte
contigente militar con tanquetas. Al final no fue posible
llegar a una negociación.
-¿Qué ocurrió con la gente detenida?
-Detuvieron a 14 personas y se las llevaron sin dar ningún
tipo de información, y hasta se llegó a pensar que las
habían “desaparecido”. Al final supimos que las trasladaron
a la Delegación de Cojutepeque, y fue en este traslado que
se dieron graves episodios de violencia y violaciones a los
derechos humanos.
-¿Qué tipo de violaciones?
-A algunos de los detenidos los trasladaron en helicóptero,
y cuando iban en las inmediaciones del lago Suchitlan, a las
compañeras las amenazaron con que las iban a aventar del
helicóptero. También los detenidos denunciaron que los
bajaron en una cancha polvorienta e hicieron un simulacro de
fusilamiento. Todo esto lo consideramos como un retroceso
del proceso que hemos construido a partir de los Acuerdos de
Paz de 1991.
-¿Cuánta gente está todavía en la cárcel y en qué estado se
encuentran?
-En la audiencia pública que se realizó el pasado 7 de
julio, la jueza especial liberó al compañero Facundo
Dolores García. No obstante, al resto de las compañeras
y compañeros les aplicó una detención de tres meses para que
la Fiscalía pudiera desarrollar sus respectivas
investigaciones y los abogados defensores preparar la
próxima audiencia. Consideramos que la situación de las
personas detenidas en los centros penitenciarios es
sumamente inhumana. No se les permite el acceso de
alimentación por parte de los familiares, duermen en el
suelo, en un estado de hacinamiento permanente y en
condiciones de insalubridad extrema, sin agua para bañarse.
Además, existe una amenaza permanente de perder la vida por
parte de las mismas autoridades y de los otros reos. En el
caso de los compañeros que se encuentran en la carcel de
Mariona, en San Salvador, ellos tienen hasta que pagar
impuestos a los reos comúnes para que no atenten contra sus
vidas. Esta situación inhumana no la queremos denunciar sólo
para nuestros compañeros y compañeras, que consideramos
presas y presos políticos, sino también para todos los reos
porque se les están violentando sus derechos humanos al
vivir en esta situación.
-Hay informaciones de que se les quiere acusar de
terrorismo…
-En un primer momento, a las personas que detuvieron en el
carro las acusaron de no haber atendido una señal de
tránsito, pero al día siguiente, ya en Cojutepeque, los
estaban acusando a todos y todas de organización ilícita, de
desordenes en la vía pública y de daños a la propiedad, lo
que es totalmente falso. Al final llegamos a la conclusión
de que es un hecho meramente político, porque las personas
responsables de las delegaciones de Cojutepeque hablan de
que vino una orden desde arriba para que detuvieran a las
personas allí, y para hacer esto había que articularlo como
un acto de terrorismo. Dentro de los artículos de la
Ley
Especial Contra Actos de Terrorismo se dice que tienen que
estar detenidos tres meses para poder hacer las respectivas
investigaciones, y esto es lo que la jueza especial hizo con
los compañeros y compañeras, obviando todas las pruebas
presentadas por los abogados a favor de los detenidos y
detenidas. Como movimientos sociales presentamos un
documento de apelación para que se adelante la audiencia
pública y así lograr la liberación de las compañeras y
compañeros.
-¿Qué lectura dan de estos hechos en el marco de un contexto
socio-político más amplio que se está viviendo en El
Salvador?
-Hay un claro intento de destabilización de los movimientos
sociales impulsado por el gobierno. Saben que la situación
de pobreza en el país se ha agudizado a raíz de la firma del
CAFTA, y que el pueblo se va a volcar a las calles
para exigir que no se le violen sus derechos y se
desarrollen políticas para subsanar esta situación
desastrosa. Para enfrentar a esta coyuntura aprueban una Ley
Especial Contra Actos de Terrorismo, con la que se prohíbe
tajadamente que la gente se organice y manifieste en la vía
pública. Hay un ataque directo y sistemático hacia los
líderes de las organizaciones sociales. Es por eso que vamos
a profundizar nuestras protestas y movilizaciones,
informando a nivel nacional e internacional sobre lo que va
a pasar en los próximos días y, además, pidiendo que la Ley
Especial Contra Actos de Terrorismo sea derogada.
En Suchitoto,
Giorgio Trucchi
© Rel-UITA
24 de julio de 2007 |
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* El viernes 20 de julio fueron liberados otros cuatro
presos, por lo que nueve permanecen todavía detenidos.